El género de la autoayuda / motivación es uno de los más populares y lucrativos del
mercado hoy en día.
Díganme si no les pasó: apenas entran a una librería y
automáticamente son bombardeados por miles y miles de libros que nos meten en
la cabeza las formas de dejar de estar
gordo, triste... o triste sobre estar gordo.
Estos libros dedican todo su esfuerzo a enseñar que
la “mejor forma de ser uno mismo, único,
independiente e irrepetible” es comprar una obra carísima y hacer
lo-que-sea que una persona (supuestamente reconocida) nos pide que hagamos.
Hay algo que todo este género tiene en común: el positivismo. Muchos quizás estén de
acuerdo en que esta característica es esencial para la finalidad del estilo que
presentan (y, sobre todo, para que venda)… pero es innegable el hecho de que hay una gran porción del mercado que queda
insatisfecha. Hay quienes han encarado cada “Eres el mejor…” y “Sos
perfecto/a justo así” y siguen
infelices.
El último libro motivacional con el que me enfrenté
fue “¿Quién se ha llevado mi queso?”
de Spencer Johnson (1998). Lo
encontré –hace ya bastantes años– en una olvidada librería; era barato y
cortito (106 páginas) así que me agarró curiosidad. Básicamente es una pequeña
y muy llana narrativa al estilo de una
parábola. Describe la resistencia y reacción ante los cambios (enfocándose
en el trabajo) y las estereotipadas reacciones que suelen aparecer en las
personas. Para tal fin, se utiliza la estrategia de una trama simple que
involucra a dos ratones y dos hombres dentro de un laberinto, todos en la búsqueda del mítico Queso.
Como historia literaria deja mucho que desear
(parece más un libro infantil, que destinado a un público adulto), y como libro
de “autoayuda” también.
Si les
interesa leerlo se los adjunto en PDF.
La moraleja la puede detectar un niño de 8 años
(eso quizás sea una ventaja del libro, ahora que lo pienso). Cada uno de
nosotros debe confiar en lo que quiere hacer y no dejar de luchar por cualquier
cambio que hay en la vida siempre con
optimismo y confianza.
El libro puede resultar simple en exceso, pero la temática que trata es universal. El
miedo es, en efecto, uno de factores que más paraliza al ser humano.
Incluso los animales huyen despavoridos cuando lo sienten. Pero el miedo
al cambio de actitud, de pensar de actuar, es uno de los más complejos, dentro del área de “toma de decisiones”.
“Es
más seguro buscar en el laberinto
que
permanecer en una situación sin queso”.
Intentar –día tras día– alcanzar las metas y
objetivos, nos transforman en seres perseverantes y debilitan
las adversidades que se presentan en el camino. Adecuarse a los cambios
y perder el miedo nos brinda seguridad y, por sobre todo,
la capacidad de visualizar el entorno que nos rodea, ayuda a
percatarse de las nuevas oportunidades. Es
una lección valiosa, pero no necesito que un libro me lo recuerde.
En lo personal, no consumo este tipo de literatura.
No digo que la “autoayuda” no sirva…
sino que cada uno debe encontrarle el valor a lo que lee y buscar sus propias
interpretaciones. Una obra de arte, en definitiva, es siempre un intercambio de experiencias o, si se quiere, un diálogo,
un juego de preguntas y respuestas. Esto implica que un texto no siempre es interpretado con las mismas motivaciones por las que fue escrito, sino que el
lector lo hace basado en su bagaje
cultural individual y en sus experiencias vividas. La variación de este
"fondo cultural" explica
por qué algunos encuentran apoyo en un texto de “autoayuda” mientras otros lo
rechazan.
Creo que un libro puede ayudar muchísimo a una
persona a superar sus miedos, sus dificultades y todo aquello que lo perturba.
Pero no tiene por qué ser exclusivamente un libro de autoayuda. “Cuentos para Demián” (de Bucay) me pareció simpático en su época…
pero he reflexionado mucho más sobre mí mismo leyendo cosas como “El Alquimista”,
“El Principito” o inclusive novelas que no tienen como objetivo dejar ningún
tipo de enseñanza didáctica (esta, esta o esta también).
Si hay uno que leí que me voló la cabeza (¡lo recomiendo!). Es “THE CELESTINE PROPHECY” (La Novena Revelación) de James Redfield. Igual… es otra
cosa. Tiene el “estilo” de libro motivacional, pero con una aventura
trepidante, enigmática y que esboza
temáticas de filosofía existencial. ¡La dejo para otro post!
►
¿Qué piensan ustedes? ¿Algún libro
de autoayuda o motivacional los ha ayudado en un momento particular de su vida?
¿Existe uno en particular que recomienden? ¡ESPERO SUS COMENTARIOS!
‘Hola,
soy Troy McClure. Quizás me recuerden de libros
de autoayuda como “Ten confianza, estúpido”y “Las 1000 maneras de adelgazar fumando”.’