Así como hace unas semanas hablábamos de “El ajedrez en la literatura”, escritores de todas las épocas también han recurrido al laberinto como artilugio
para estructurar sus creaciones o utilizarlo como leitmotiv de una historia. Varias obras mundiales han utilizado
laberintos propiamente dichos (como el de Creta)
o algo menos elaborado como un jardín con
entrecrucijadas y bifurcaciones.
Incluso, desde un punto de vista más simbólico, la obra misma podría tener un hilo de narración enredado y caótico, asimilándose a los pasillos de un laberinto. Hoy vamos a hablar un poquito de eso y hacer un repaso por las apariciones más importantes de este mítico elemento.
Incluso, desde un punto de vista más simbólico, la obra misma podría tener un hilo de narración enredado y caótico, asimilándose a los pasillos de un laberinto. Hoy vamos a hablar un poquito de eso y hacer un repaso por las apariciones más importantes de este mítico elemento.
Todo laberinto, como hogar diseñado para que los hombres se pierdan, supone una serie de lugares unificados, de sendas que se ramifican con monotonía. A veces aparece algún signo distinto y otras quien lo sigue descubre que está, otra vez, en el punto de partida donde inició.
Esta es una cuestión que nos invita a participar de
un juego donde existe (siempre) un elemento
mágico, la posibilidad de encontrar una nueva vuelta de tuerca al doblar un
pasillo… o encontrarse perdido en una espiral interminable. Algunos autores son
más “literales” (como el ajedrez
viviente que nos propone JK Rowling en su primera parte, o el laberinto mágico del cuarto libro) mientras
que, para otros, el significado es de
tipo existencial. Como ejemplos podríamos mencionar: el destino del hombre
(siempre incierto) con sus sueños e ideales, o el viaje hacia tierras
enredadamente maravillosas al que nos invita Lewis Carroll en sus reflexiones a través del espejo.
Laberínticas son también las aventuras de los
caballeros de la edad media, en busca de leyendas formidables como la búsqueda
del Santo Grial o el deseo
imperturbable de remover la espada clavada en la piedra. Con frecuencia,
también es laberíntica la fantasía épica de recorrer campos de batalla para
vencer a un mal caótico y perverso.
Se sabe que el inmortal Borges estuvo obsesionado
con el concepto de los laberintos (así como también de los espejos) y lo
utilizó repetidas veces en el desarrollo de su trama.
El uso literario que este autor
le dio al tema ha inspirado a gran cantidad de otros escritores de renombre en
el mundo, como por ejemplo a Umberto
Eco (en “El Nombre de la Rosa”).
En la obra de Borges se pueden diferenciar varias
clases de laberintos, desde externos naturales (como desiertos y cuevas) hasta simbólicos,
como la Biblioteca de Babel. También
se distinguen jardines bifurcados, la Ciudad de los Inmortales y –claro– la
casa de Asterión. Por último, los hay
temporales, espaciales y hasta artísticos. Quizás tan caprichosa obsesión
se deba a los tiempos de su infancia, donde Borges
recorría su gran casa-laberinto de Tucumán.
Seguramente, uno de los cuentos más hermosos jamás escritos por él (referidos a esta temática) sea “La Casa de Asterión”.
Prefiero no
revelar el exquisito final de esta historia, simplemente mencionar que Asterión vive en una inmensa casa (la
que describe como un hospicio de infinitas puertas sin cerraduras). Cada nueve
años entran nueve hombres en la casa, pero Asterión no los asesina. Se
desconoce el motivo, aunque se aclara que el protagonista es inocente.
Finalmente, un hombre llega hasta él para liberarlo de su soledad.
La última línea del cuento revela, con una
simplicidad maravillosa, qué es lo que
estaba sucediendo en realidad.
LA POSDATA CINÉFILA:
quizás la referencia más clara a los laberintos en el
cine sea la genial película de Jennifer
Connelly que presenta a David Bowie
como villano (más adelante hablaremos mejor de esta cinta) y la extraña "El Laberinto del Fauno".
A su vez,
encontramos referencias en “Los cuentos
de la Cripta” (1972) – película que tienen un giro argumental final muy
interesante –, “Los Goonies” (1985),
la saga de “Resident Evil”
(particularmente la tercera parte… la más floja, si me preguntan a mí), la saga
de “El Cubo” (1997 y adelante) y
distintas versiones de “Alicia en el País
de las Maravillas”.
“El escritor enfrentando a los libros es alguien
que hace frente necesariamente a un laberinto
sin principio ni fin."
(Borges)
► ¿Qué otras referencias a los laberintos en el cine y la literatura recuerdan? ¡Espero sus comentarios en el blog y en mi página!
Buenisimo Lu ! Gran tema el de los laberintos...
ResponderEliminarSaludos
Gran tema, en efecto... muchísimas películas tienen al tema de los "laberintos" como leit motiv. =)
EliminarEl laberinto también aparece (como elemento importante) en el "Resplandor" de Kubrick
Eliminar¡Buenas! Lo mencioné más tarde en otro post, de hecho:
Eliminarhttp://viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2014/01/espacios-en-blanco-room-237-un.html
¡Saludos!
Me he perdido... es broma, jeje
ResponderEliminarHermoso cuento La casa de Asterión. Curiosamente, lo releo cada poco tiempo y, sin querer ser recurrente, sigo encontrando nuevas cosas en sus múltiples vueltas y vericuetos. Me fascina.
ResponderEliminarUno de los mejores de Borges, y también uno de los más "entendibles" o lineales, si se quiere.
EliminarOh! No sabes cuánto lo agradezco!
ResponderEliminarMe habían pedido para la escuela hace un cuento acerca de un laberinto o lo laberíntico. Gracias a tí me ha quedado todo claro
Pd: GRACIAAAS!
A tus servicios. Si necesitás otra ayuda para aprobar la secundaria, no dudes en acercarme al fascinante universo de la Internet.
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