La eterna
dicotomía entre la razón y la fe. La razón requiere nutrirse y ser
impulsada por la fe. Esta, a su vez, requiere de la discreta elaboración de la
razón. La razón, por si sola, nos daría un
mundo sin un Dios, cuerpos sin espíritus. Una tierra sin cielo, un camino
sin una meta final. La fe, por sí sola, dejaría todo un panteón de cuestionables divinidades, un
pandemonio de edades oscuras sin final.
► Se me ocurrió esta temática a través de 3 posts,
donde veamos convenientemente una
película, una canción y un libro. En esta primera parte quiero recordar
esta brillante cinta de Robert Zemeckis,
que siempre me encantó.
Jodie Foster
protagoniza esta genial historia de
ciencia ficción de 1997. La
actriz, que recibió el premio a la trascendencia en los Globos de Oro 2013, ha sido mundialmente reconocida por sus roles
en las películas “Taxi Driver”
(acompañada por un impecable Robert de
Niro) y “El silencio de los inocentes”
(acompañada por el siempre correcto Anthony
Hopkins).
“Contacto” es un trepidante relato de ciencia
ficción basado en una novela del astrólogo Carl
Sagan y dirigida por el mítico director de “El
vuelo” (2012), Forrest Gump (1994), la saga de Volver al Futuro y Náufrago (2000).
La cinta plantea enredados debates del estilo “Ciencia vs. Religión”, viajes
en el tiempo, y existencia
de extraterrestres. Pocas películas de ciencia ficción me han movido tanto
como esta. Aunque ya es bastante viejita, es
emocionante e intrigante hasta el último momento. Los delirantes 15 minutos
del final terminan por levantar la historia a carácter “de culto”. Una historia
muy refrescante, con mucho para decir, grandes actuaciones e impresionantes
efectos especiales para la época.
La Dra. Ellie Arroway (Jodie Foster), luego de años de arduo trabajo, encuentra pruebas decisivas de inteligencia extraterrestre cuando
llega un mensaje desde el espacio exterior para la creación de una misteriosa
máquina con la cual, supuestamente, el hombre podrá finalmente hacer contacto
con alienígenas.
“Desde
que tengo memoria, he estado buscando señales de algo.
Alguna
razón por la cual estamos aquí.
¿Qué
hacemos en este mundo? ¿Quiénes somos?
Y
si hay alguna posibilidad de descubrirlo, aunque sea alguna pequeña respuesta…
No
lo sé, me parece que vale una vida humana por lo menos, ¿no?”
(Jodie
Foster, “Contacto”)
El debate clásico se centra en cuál de las dos
formas de entender la realidad (la ciencia o la religión) nos llevará finalmente hacia la verdad. La película muestra,
de forma sensible, que en realidad ambas van hacia un mismo lugar (la búsqueda
de la verdad a los problemas existenciales del hombre) pero que tienen
distintas maneras de llegar.
Ambas, se expone en la cinta, se deben combinar y complementar para que la
raza humana pueda alcanzar el próximo nivel de entendimiento.
Es interesante analizar cómo, al final de su viaje,
Jodie Foster tiene conflictos similares
a los de una persona religiosa. Ella cree profundamente que logró hacer
contacto, aunque no se haya registrado prueba alguna. Esta es un poco la idea de la película. ¿Quién habría pensado que Carl Sagan, un reconocido astrólogo y
hombre de ciencia, encararía su novela por el ángulo de la fe?
El libro de Sagan –en el cual se basa la cinta– es la única novela que escribió (el resto
es divulgación científica). Aunque la historia es, en esencia, ciencia ficción
pura… rescata las principales teorías físicas de la gravedad y tiempo de Isaac Newton, ecuaciones de Maxwell, Albert Einstein y la teoría de los agujeros negros. Curiosamente,
el libro también incluye referencias literarias a Pinocho, a la Biblia, al
País de las Maravillas (de Lewis
Carroll), a Franz
Kafka y a la faceta de filósofo de Santo
Tomás de Aquino, entre otros.
Contacto es una cinta sutil e inteligente sobre el posible encuentro con una raza
desconocida, y hasta con nosotros mismos
también.
Quizás la historia puede enseñarnos algo sobre la intranquila
relación entre fe y ciencia en nuestro mundo. Una fe que trate de asegurarse
todo con la seguridad de la ciencia probablemente esté destinada a desaparecer,
igual que una ciencia que pretenda el descubrimiento de la verdad de todas las
cosas sin esperar ningún tipo de fe. Este conflicto dual, esta espiritualidad compartida, es una tensión constante en el
hombre. Una que tiene que responder por sí mismo para poder abrirse su mente
hacia algo más.
Somos una especie interesante, capaces de los más
hermosos sueños así como de las más horrendas pesadillas. Nos sentimos perdimos
y nos alejamos del resto.
Sin embargo, en nuestra búsqueda imposible,
inagotable, lo único que llena nuestros
vacíos por un solo momento es el otro. “El
hombre es el único animal que se da cuenta que está solo y sale a buscar a
otros para protegerse”. ¡Hasta la
próxima parte de "Ciencia vs. Religión"!
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=>> Otras notas relacionadas con la ciencia ficción en el BLOG: “Un
planeta llamado Traición” (de Orson Scott Card), “El
fin de la eternidad” (de Isaac
Asimov),”La
historia repetida” (un cuento de mi autoría) y “El
hombre ilustrado”, una fantástica colección de cuentos de Ray Bradbury.
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