¿Hay un trabajo peor que ser el mensajero
de un villano importante? Las horas son largas, la paga es mala y a tu jefe le
gusta abusar de sus hombres por diversión. Lo peor ocurre cuando vas a dar una
simple noticia y terminás mordiendo el polvo. En la ficción, a veces matar al
mensajero es lo que envía el verdadero mensaje.