Tengo bocha de notas dando vueltas en mi cabeza (o
bien semi-cocinadas entre mis borradores). Por ejemplo, tenía ganas de hablar
del hermoso final de Dragon Ball Super
o de los videojuegos que estoy terminando ahora: Bastion, Trine 2, MiniDoom 2.
O escribir sobre el cierre de Dark
Knights Metal, el gran crossover de DC que terminó hace unos días, de lo
mucho que vengo disfrutando La Torre
Oscura III de Stephen King, de
más cine, de más animé, de más de mis vicios personales.
Voy a ir haciéndolo a mi ritmo, porque
lamentablemente no puedo actualizar el blog tanto como me gustaría. (#SerPadre.
#TenerQueTrabajar #Etcétera). Sí voy a aprovechar para mencionar un juego al
que le venía teniendo todas las ganas y que, cuando finalmente pude jugarlo, me
voló la cabeza.
Batman:
Arkham Asylum tiene todo lo que amo en los videojuegos y también todo lo
que amo en
Batman (por lejos mi
superhéroe favorito y a quien
sigo a todas
partes). En esta nota voy a tratar de explicar los
motivos por los que lo disfruté tanto y agregar unas perlitas también.