Con la llegada de
Fragmentado, la
nueva película de
M.
Night Shyamalan, me atrevo a decir que el director hindú está de vuelta. Este
es el gran regreso que yo esperaba desde hace años, y lo hizo retornando
a sus raíces, el thriller sobrenatural enfocado en historias chiquitas.
Al indio no le van bien las grandes producciones,
la ciencia ficción o la fantasía. Tiene que dedicarse, lisa y llanamente, a
crear pequeñas historias de tensión y suspenso como ésta.
Tres jóvenes son secuestradas por un hombre
diagnosticado con 23 personalidades diferentes. Tienen que intentar escapar
antes de que emerja la personalidad número 24, que los otros conocen
simplemente como “La Bestia”.
Más allá de las geniales interpretaciones de James
McAvoy y Anya Taylor-Joy, lo que más me gustó de Fragmentado es que el guión se desenvuelve con mucha soltura,
revelando la información a cuentagotas y de forma ingeniosa.
El tradicional “twist-ending” de Shyamalan está
presente, pero no es la escena final, sino una que se muestra un poquito antes.
De hecho, técnicamente esa última línea de diálogo no puede (ni debe)
considerarse un giro de tuerca argumental.
Un review
sin spoilers
Si la película realmente funciona (y, en mi
opinión, lo hace) es gracias a dos personas. La primera y más evidente es
James McAvoy,
quien hizo la interpretación de su vida acá (mejorando incluso
su
papel en Filth)
Siempre lo creí un gran actor y es hora de que la
crítica comience a reconocerlo. Acá demuestra un abanico actoral inmenso,
pasando desde una vieja al mejor estilo Norman
Bates hasta un niño de 9 años en un abrir y cerrar de ojos. Sólo por él
vale la pena ver Fragmentado.
Luego tenemos a
Mike Gioulakis.
Mientras veía la película pensaba dos cosas: “¡Qué buena cinematografía, la
puta madre!” y “¿Dónde vi algo similar?”. Encontré la respuesta a mi segunda
pregunta en
It Follows,
una
de mis películas favoritas del 2015. Resulta que Gioulakis es el
cinematógrafo de ambas películas, y su habilidad detrás de la cámara es
maravillosa.
Fragmentado
es una de las imperdibles del año. Tensa, bien actuada, bien filmada,
sorprendente y emocionante. No es una historia perfecta (tiene cuestiones que
ciertamente son debatibles), pero sí es un gran relato de suspenso que califica
dentro de lo mejor del año 2017.
Y, sin embargo, quienes la vieron están hablando
del giro argumental incorrecto. Pienso analizarlo en detalle, así que prepárense
para la lluvia de spoilers.
***
#SpoilerAlert. Ahora sí: se revelan partes
fundamentales de la trama. Si todavía no vieron la película, vayan a verla
(ámenla u ódienla) y después se pasan por acá.
***
El shyamalan-twist:
un recurso agotado
En sus principios, el director M. Night Shyamalan
se volvió famoso por presentar buenas historias de suspenso contadas con un
giro de tuerca al final que te dejaban estúpido. Fueron geniales, ingeniosos,
bien pensados. Pienso en Sexto Sentido
como el ejemplo más icónico, donde uno se siente un idiota por no haberlo visto
venir. Todas las pistas estaban ahí a la vista.
Pero también lo hizo con
El protegido (una película que
califico
de obra maestra), con
Señales,
con
La aldea y –en mayor o menor medida–
con el resto de sus otras historias también.
El recurso no es nuevo y data de tiempos
inmemoriales. La vuelta de tuerca, el revés dramático, el giro argumental o el “final
sorpresa” (como queramos llamarlo) ni siquiera tiene sus raíces en el cine, si
bien el séptimo arte logró perfeccionarlo gracias a la disposición de recursos
visuales.
Quienes primero incursionaron en el arte de
sorprender en sus desenlaces fueron los escritores de misterio y policiales. El
ruso
Anton Chejov,
por ejemplo, se volvió célebre por sus historias cortas que contenían siempre
un final sorpresa.
La cuestión es que Shyamalan se hizo de un nombre
con sus giros argumentales, a tal punto que comenzó a precisar de uno para que
su película pudiera funcionar, y la gente se preguntaba cuál sería el giro en
su próximo proyecto. Esto le jugó en contra, pero no creo que sea el motivo por
el cual el director cayó en decadencia. (Un tema para debatir en otra nota).
Una
definición de twist-ending / vuelta de tuerca
Imaginen una “vuelta de tuerca” como un desvío en
el camino. Uno viene caminando tranquilamente por un sendero recto y el destino
final se ve claramente a lo lejos. De pronto: BUM, un desvío que nos hace girar
hacia la izquierda, adentrándonos en un bosque para salir luego hacia un lugar
diferente al que planeábamos al principio.
El giro argumental de una historia (sea en cine o
en literatura) tiene que presentar un vuelco inesperado y abrupto en la
narrativa que venimos siguiendo. Aunque suele encontrarse sobre el final de una
obra, puede aparecer también sobre la mitad. La clave es que cambia
dramáticamente la dirección de la historia.
Mientras veía Fragmentado
trataba de deducir cuál sería la sorpresa en este caso.
A lo mejor, una o todas las chicas secuestradas
eran personalidades del personaje de McAvoy. O quizás McAvoy era, finalmente,
una de las personalidades de una de las secuestradas. A lo mejor ni siquiera
había varias personalidades y era todo un acto del protagonista. No sé, mil
cosas podían pasar.
Finalmente, lo que sucede en la película no sólo no
lo esperaba, sino que además me sorprendió gratamente.
ESA escena
final en “Fragmentado”
En realidad, hay dos “twist-endings” en la
película, y uno de ellos ni siquiera es un giro argumental técnicamente
hablando.
Como asumo que ya vieron la película, es éste: luego
de todos los eventos ocurridos, en un restaurante se escucha la noticia de los
crímenes de Kevin, quien ahora es apodado La
Horda.
Una mujer detecta la extraña semejanza entre Kevin
y un terrorista que usaba silla de ruedas y que fue detenido 15 años atrás.
Trata de recordar el nombre y entonces
Bruce Willis, sentado
junto a ella se lo dice. El terrorista había recibido el apodo de
El Hombre de Cristal.
Wuuaaaaat!?
Mi esposa no entendió qué estaba pasando (a pesar
de haber visto El protegido, la
película del 2000 protagonizada por Bruce en el papel del superhéroe David Dunn). Claro, no vio esa película
cinco veces como sí lo hice yo.
Esa sorpresita fue emocionante. Indica que Fragmentado es una secuela encubierta de
El protegido, ya que los hechos
suceden en el mismo universo. De hecho, gracias al éxito taquillero de esta
película, ya se confirmó la posible secuela de El Protegido, que enfrentaría a
los dos personajes.
¿Pero este es un twist-ending? ¿Es realmente un
giro argumental que cambia la dirección de la historia? Mmm… no.
¿Importa en la narrativa actual que El protegido y Fragmentado formen parte de un mismo universo? Para nada, por lo
menos no en esta historia que se está contando. Es más bien un huevo de pascua,
una referencia genuinamente entretenida para los fans de la primera película. Un
giro argumental tiene que estar más intrínsecamente atada a la trama, pero éste
podemos quitarlo y todo sigue igual.
Sin embargo, no deja de ser una referencia
interesante porque cobra sentido revisando Fragmentado
con más detalle. Hay varios guiños indicando que ambas películas están
conectadas. El principal es que el padre de Kevin murió en el mismo tren en el
que Bruce Willis tiene el accidente al principio de El Protegido.
Por otro lado, hay una superposición temática, si
bien no es tan evidente. El protegido
es una obra de superhéroes indirecta. Buscaba contar cómo sería un superhéroe si
existiera en nuestro mundo real, haciendo todo lo más realista posible. Tenemos
a un tipo con súper fuerza y habilidades psíquicas, pero también tenemos a Samuel Jackson contándonos que todo
podría estar basado en ciencia.
Fragmentado
hace algo bastante similar, particularmente durante las sesiones con la psiquiatra,
la dra. Fletcher. En el clímax de la película vemos a un tipo convertido en la
versión malvada de Hulk, con súper-fuerza, hambre de carne humana, una
inverosímil habilidad para trepar las paredes (yo le habría quitado eso a la película)
y el súper-poder de tener una voz tenebrosa.
La historia acá se vuelve fantasiosa,
indudablemente, pero no tanto si tenemos en cuenta que la película nos va
preparando, poco a poco, para que esto pueda llegar a suceder.
La Bestia
es posible gracias a las pequeñas pistas que va dejando la trama mientras se
desarrolla. Incluso la psiquiatra estudiaba los aspectos químicos detrás de
estas posibles transformaciones humanas.
La cuestión es que el verdadero giro argumental
de la historia (uno que me pareció particularmente ingenioso) en realidad lo
vemos unos minutos antes.
La verdadera vuelta de tuerca en
“Fragmentado”
Si el mejor truco que hizo el Diablo fue
convencernos de que en verdad no existe, el mejor truco de Shyamalan en Fragmentado fue hacernos creer que se
trataba de una película de terror, cuando en realidad es la historia de origen
de un villano, una película de superhéroes en secreto.
El curso de la historia va sugiriendo que, como es
clásico en una cinta de terror, la chica va a terminar matando al asesino y
salvándose. La sorpresa es que esto no sucede, aunque todas las pistas
apuntaran hacia ahí.
La Bestia
ya se comió, literalmente, a Marcia y a Claire. Ahora va por
Casey (
Anya Taylor Joy),
quien tiene una historia de abuso por parte de su tío (a quien no se atrevió a
dispararle hace años) y entrenamiento con armas debido a que el padre la llevaba
a cazar. Su arco argumental cerraba perfecto si lograba matar al monstruo con
la escopeta, siendo que pudo matar a su tío toquetón.
Pero no.
Casey sí le dispara a Kevin a quemarropa, aunque
las heridas no le hacen ni cosquillas. La Bestia entonces le dice que tiene
planes de liberar al mundo de los que considera "impuros", aquellos que
nunca han sufrido en sus vidas. Está a punto de devorarla cuando, de pronto,
nota las numerosas cicatrices en su cuerpo. Ella tiene tendencias suicidas.
Acá tenemos el verdadero final sorpresa de Fragmentado. La película va contra todos
los elementos clásicos del cine de terror, mostrándonos flashbacks que engañan.
Lo que termina por salvar a la protagonista es aquello mismo que la traumó
durante toda su vida.
Luego de los eventos, Casey es interrogada por una
oficial, quien le pregunta si está lista para regresar a casa con su tío. Ella duda.
El espectador se queda sin saber qué va a responder. Mientras tanto, La Bestia está
viva y lista para poner en marcha su plan.
A modo de
conclusión
Lo que quise indicar en esta nota es que el
verdadero twist-ending no es la escena de Bruce
Willis, que funciona más como una referencia meta-textual que como una
vuelta de tuerca técnicamente hablando.
Fragmentado
es un thriller muy por encima de la media porque logra dar vueltas algunas
convenciones del género y sorprender con una historia genuinamente interesante
que tiene potencial para crecer hacia algo más grande. Quizás la mayor sorpresa
de todas, el mejor giro de la película, es que es muy buena, y que
Shyamalan está milagrosamente de vuelta en el juego.
¿Quién lo habría dicho? Habrá que esperar a ver con
qué nos sorprende la próxima vez.
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