Se trata de una novela
norteamericana clásica de Mark
Twain (Samuel Clemens), publicada en 1876. Considerada una obra maestra de la literatura juvenil, relata
las andanzas del joven Tom y sus amigos, mientras crecen en el pequeño pueblo
de San Petersburgo (Missouri). Bajo las restricciones de sus mayores, realizan
escapadas para vivir historias fantásticas
llenas de peligros reales.
Esta novela slice-of-life cuenta con 35 episodios
de relativa autonomía y fue la precursora de la críticamente aclamada “Las aventuras de Huckleberry Finn”, calificada
universalmente como la obra
maestra de Mark Twain. (Pero esta continuación la dejo para otro post.) Hoy
quiero desmenuzar un poquito las Aventuras de Tom Sawyer.
►
“Las aventuras de
Tom Sawyer” es de dominio público, así que pueden encontrarlo
fácilmente de forma virtual en Internet.
El género “coming-of-age” en Tom Sawyer
El mismo autor comenta en su
prefacio que casi todas las aventuras que se relatan en el libro ocurrieron
realmente. Huck Finn, por ejemplo,
fue tomado de la vida real. Tom Sawyer, por otro lado, es la combinación de
tres amigos de su infancia. Esta técnica es la que se conoce como “orden
compuesto” en la jerga de la arquitectura, y yo también la usé para crear a los
personajes de mi primera novela (“Un
verano para recordar”), que forma parte del mismo género.
El propósito de Twain fue contar
historias que pudieran entretener a los niños, aunque terminó realizando un estudio social de su época. Sin
embargo, lo mejor que tiene la novela es la representación nostálgica de
vivencias que –en mayor o menor medida– hemos tenido todos de niños. Aunque
hayan pasado 138 años desde su
publicación, las aventuras de los protagonistas siguen manteniendo su
frescura: jugar a ser piratas o detectives, enamorarse, perderse, pelearse,
enojarse, mentir… La inocencia y alegría de estos muchachos que tienen toda la
vida por delante está a flor de piel.
Pero no todo es color de oro para
Tom. Él se enfrenta a peligros reales (como perderse en una cueva o enfrentarse
al matón Joe, el Indio) que lo
ayudan a madurar. Ese “pasaje de la niñez a la adultez” (que representa al
género) no está tan plagado de drama como en “El guardián entre el centeno” (que
comente en este post) pero sí está muy presente. En esencia, es una
aventura en busca de la identidad y el crecimiento personal, una novela de
aprendizaje al estilo bildungsroman
(como se la conoce en Alemania).
La mirada de un niño es también
una parte fundamental de la obra. Todo
sucede a través de los ojos de Tom: las apariencias, las máscaras que
utilizan las personas mayores, los ritos y costumbres. Muchas veces el autor se
muestra cómplice del protagonista, omitiendo escenas que el mismo Tom prefiere no
mencionar.
También hay un juego constante entre
distintos tipos de literatura: fantasía, misterio, policial, aventura (búsqueda
de tesoros), terror, etc… y su humor
picaresco siempre nos lleva a recordar que esta es la historia desde la
percepción de un niño.
En este sentido, la temática me
recordó mucho a las películas “Mud” (mi crítica acá) y “Kings of Summer” (mi crítica acá),
ya que ambas tienen como protagonistas a niños viviendo a la orilla del río,
que tienen todo tipo de aventuras. “Mud”
es excelente, y mucho más adulta. “Kings of summer” tiene un tono más
infantil y me hizo recordar muchísimo a la novela de Mark Twain (en ambas los
protagonistas escapan de la casa para vivir alejados del mundo de los adultos,
por ejemplo).
Entre paréntesis, los que
disfruten de este género pueden ver la ambiciosa “Boyhood” (acá
mi review), que es un experimento cinéfilo sin precedentes. Y, como siempre
digo, recomiendo ampliamente “The Way Way Back”
(que es excelente), la inmortal “Stand
by me” (basada en un cuento de Stephen King) y “Perks of being a Wallflower”; todas
interesantes y pertenecientes al género.
Mucho más que
aventuras
Mark Twain convirtió el pequeño
pueblo de Saint Petersburg, donde la obra se desarrolla, en una visión en miniatura de Estados Unidos,
un microcosmos. En ese sentido, es un atractivo estudio realista de la
época. Esto también le trajo ciertas controversias en su momento.
El autor, a través de la mirada de
Tom, hace un análisis de la clase media a la que perteneció y a sus
instituciones básicas: la familia, la iglesia, la justicia, la policía, la
comunidad… destaca las virtudes y defectos, los aciertos y fallos. Por este
motivo, “Las aventuras de Tom Sawyer”
también entra dentro del género de sátira.
Por otra parte, me gusta pensar
que la historia puede leerse en capas. La capa más superficial es la aventura
infantil de los protagonistas, pero más en profundidad se detectan temáticas
adultas como una observación sobre la moral, la hipocresía de la sociedad, la
libertad a través de la exclusión social y la superstición.
A su vez, hay una serie de elementos simbólicos que se ponen
en juego en la novela. El más claro es el de la cueva, que representa el
último gran obstáculo que Tom tiene que superar antes de graduarse hacia la
madurez. Las historias coming-of-age
suelen involucrar pruebas, peligros o desafíos que el protagonista, aislado del
resto de la sociedad, debe afrontar. No es casual que la cueva sea el lugar
donde todo confluye: su capacidad de supervivencia, su enemistad con el indio Joe y su amor por Becky.
Otro símbolo importante es la
historia es el tesoro, un indicador que marca el fin de la travesía de los
chicos y, en particular para Huck Finn,
su movimiento hacia una sociedad civilizada. A su vez, es una representación
evidente del heroísmo de ellos, convirtiéndose en personas excepcionales en un
mundo donde todos simplemente se
conforman con lo que tienen.
Tom y Huck como
personajes principales
Tom Sawyer es un personaje
pluridimensional e interesantísimo. Inquieto, pero de gran corazón. Su
inteligencia queda declarada desde los primeros capítulos, donde logra que todos los niños vecinos pintan la
cerca felizmente por él. Cuando la novela arranca, es un chico travieso que
envidia la libertad de Huck Finn (el hijo del ebrio del pueblo, que duerme en
un barril y no tiene que ir a la escuela). Sin embargo, a medida que la
historia avanza debe tomar decisiones responsables: brindar un testimonio clave
en un juicio, salvar a su enamorada de un castigo o navegar por una cueva para
salvar su vida. Al final, Tom comprende la importancia de la educación, de las
reglas, de los adultos, y le aconseja a su amigo Huck aceptar la pérdida de libertad
por una mejor calidad de vida.
Huck Finn, por su parte, no tiene
modos de vida ejemplares para “los grandes” pero sí es querido entre los más
chicos. Sobre el final, luego de encontrar el tesoro, su vida cambia por
completo cuando lo adopta la viuda
Douglas. Lo obligan a vestirse y alimentarse bien, a ir a la escuela y
aprender modales. Tiene que comer con cuchillo y tener, ir a misa, hablar
apropiadamente y lavarse los dientes. Hay bastante para estudiar de estos dos
personajes, pero llevaría un análisis mucho más detallado.
Las censuras de
Tom Sawyer
Algunos han interpretado esta obra
de Twain como una crítica social al Sur de EEUU antes de la guerra. Pero, por sobre todo, la autenticidad de la
lengua y el tratamiento que el autor le dio a sus textos hicieron que sea
considerado “racista”.
La versión original cuenta con el uso repetido del
políticamente incorrecto término "negro" (nigger) y el adjetivo de "injun"
(indio) para el villano. Estas críticas llevaron a las prohibiciones posteriores
de sus libros más famosos.
En las ediciones escolares, tanto "Las aventuras de Tom Sawyer" como
su secuela (aún más controversial) "Las
aventuras de Huckleberry Finn" están corregidas. La palabra
"nigger" fue sustituida por "esclavo" y la palabra "injun"
por "indio".
La cronología
de Tom Sawyer
Un apartado de color. Para los que
estén interesados en leer todas las historias de Tom en el orden correcto de lectura, sería el siguiente:
1. The adventures of Tom Sawyer ("Las aventuras de Tom Sawyer")
2. Adventures of Huckleberry Finn ("Las aventuras de Huckleberry Finn"):
la historia se desarrolla inmediatamente después de "Las aventuras de Tom
Sawyer".
Como última curiosidad, en la
película "La liga de los hombres
extraordinarios" (adaptación
de novela gráfica de Alan Moore), aparece el personaje de Tom Sawyer como un agente del servicio
secreto americano a las órdenes de Roosevelt.
Palabras
finales
Como novela infantil, Las aventuras de Tom Sawyer es llevadera
y amena, aunque no alcanza el nivel de complejidad (por lo menos en cuanto al
perfil psicológico) de grandes historias coming-of-age
como “El guardián entre el centeno”. Es
una lectura más bien orientada a un público juvenil de 11 a 16 años, divertida
y con mucha aventura. Leerla como adulto me permitió ver algunas cuestiones
bajo otra perspectiva. Ya
he hablado de literatura juvenil en el blog, y quizás hay otras propuestas
más interesantes. Pero no me arrepiento de haberle dado una miradita a este
clásico.
………………………………………………………………………………………………….
=>> Otras notas sobre LITERATURA JUVENIL en el BLOG: “La
feria de las tinieblas” (de Ray Bradbury), “El
guardián entre el centeno” (de J.D. Salinger), “Un
verano para recordar” (mi novela, publicada en 2013), “El
principito” (de Antoine de Saint-Exupéry) y “Un
cuento de Navidad” (de Charles Dickens).
………………………………………………………………………………………………….
► Podés seguir las nuevas
notas y novedades (además de humor y críticas de cine) en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano.
Si te gustó, ¡compartilo o dejá un
comentario!