Seguramente el nombre Edward Packard nos resulte absolutamente ajeno, pero a él le
debemos gran parte (sino toda) de nuestra
infancia. Se trata del creador –secreto y anónimo– de la saga “Elige tu propia aventura” (ETPA), pequeñas novelas de misterio en las que,
mediante un venerable hipertexto, (“Si
decides seguir al extraño, pasa a la página 22. Si prefieres esperar en el
auto, pasa a la página 98”, etc.) cada lector protagonizaba un relato personalizado.
Hacía muchísimo que quería hacer un post sobre esta saga que leí
mucho durante mi niñez, pero la motivación final me llegó cuando una
conocida me prestó “El misterio del
escudo escocés” (el Nro 20 de ETPA, edición Argentina) y pude experimentar
cada uno de sus 19 posibles finales. En serio: no había leído (ni había visto)
uno de estos libros en más de 10 años,
y me pareció una reliquia invaluable.
► Este tipo de obra es conocida como ficción
hipertextual, algunas obras de Julio
Cortázar (Rayuela, por ejemplo) pueden
ser catalogadas en este género o modalidad narrativa.
Se denomina narrativa
hipertextual a los textos escritos mediante un conjunto de fragmentos de texto relacionados entre sí
por enlaces. En ellas no
existe un único camino establecido por el autor, sino que el lector tiene la
capacidad de elegir el suyo entre varios
posibles.
Packard tomó una decisión poco convencional (para
la época) en sus libros: narrarlos en
segunda persona, para que el lector pueda identificarse más con el
personaje (de alguna manera: ser el
personaje). Los 80´s (y principios de los 90´s) fueron el auge de este tipo de literatura, que era particularmente
agradable para los lectores más chicos. Sin embargo, estas obras no lineales se
hicieron notorias mucho antes, durante la mitad del siglo XX.
En el blog ya hemos debatido sobre Borges y su “Jardín
de senderos que se bifurcan”. Muchos críticos opinan que se trata del
relato que anticipó
al hipertexto. Yo creo que no solo se adelantó a este novedoso concepto,
sino también a la idea –dentro de la literatura– de un universo múltiple (“multiverso”),
idea derivada de la mecánica cuántica.
Esta teoría, todavía indemostrable, nos habla de que hay ilimitados universos
existentes que surgen a cada instante en infinitas bifurcaciones
espacio-temporales. La
literatura de Borges siempre reinó basándose en estas ideas.
Las fan-theories
más populares están convencidas de que el resultado de las ideas de Borges serían los libros de “Elige tu propia aventura”. Hay, de todas
maneras, muchas otras obras que intentaron romper con el paradigma narrativo
contemporáneo.
Me refiero, por ejemplo, a Italo
Calvino (Si una noche de
invierno un viajero o El castillo de los
destinos cruzados), a las
obras de Georges Perec o a algunos experimentos
literarios de Raymond Queneau.
La competencia que sufrieron los libros de ETPA,
que marcó su decadencia final, pudo
haber sido el auge de los juegos de rol,
que en cierto punto tiene una similar estructura. También Internet (básicamente
una red de hipertextos masiva) y los
videojuegos tienen parte de la
responsabilidad.
En efecto, si uno lo piensa, cuando se catapultó la era de la
computadora, la idea de un libro con diversos giros narrativos dejó de ser tan especial. Pero aunque
el género ha quedado en desuso hoy, los libros se siguen vendiendo como
reliquias del pasado o se
relanzan para intentar cautivar, una vez más, al público más joven.
Lo mejor de los libros de ETPA era intentar encontrar todos los finales
posibles. Al menos un final (a veces más) incluía una resolución exitosa del
protagonista en su misión. Varios de ellos –los más frustrantes– concluían con
muertes estúpidas (al mejor estilo “Destino
final”) del protagonista y sus compañeros. Ocasionalmente, el lector podía
encontrarse «trabado» en un loop, un eterno círculo vicioso, como resultado de alguna elección particular.
► Los
tropos del Deus
ex Machina / Diabolus ex Machina tendían a suceder en la serie con bastante frecuencia, y algunos giros
argumentales podían llegar a ser bastante
crueles, especialmente para los más chicos. La forma en que se estructuraban las obras es
realmente fascinante, y hay artículos
enteros que estudian la forma de estos textos (como esta, que no tiene
desperdicio: http://samizdat.cc/cyoa/#/_)
Un libro, OVNI
54-40, es recordado como uno de los
más especiales de Edward Packard.
Nos
relataba la búsqueda de un paraíso
que nadie puede alcanzar de forma activa. Una de las páginas de ese libro
describe cómo el protagonista encuentra ese paraíso y vive feliz para siempre.
Lo loco es que este final únicamente
se podía encontrar si el jugador ignoraba las reglas (si hacía trampa) y buscaba en el libro aleatoriamente. Ese mismo
libro (para mí, uno de los mejores, junto a “La caverna del tiempo” y “Eres
un agente secreto contra los nazis”) tiene también un final en el cual,
luego de pasar por una extraña dimensión, te encontrás precisamente leyendo ese mismo libro. (Metaficción
a full).
Personalmente, yo creo que el género no cayó en
decadencia, sino que buscó nuevas formas
de ponerse en evidencia. Hace poco estuve jugando el interesante juego Stanley Paradox (al que le debo un
post, porque es deliciosamente complejo). La hipertextualidad se ve a flor de piel en
Internet y no creo que falte demasiado para que las series y el cine tengan
opciones para elegir el camino que uno desea.
Mientras tanto, tenemos la suerte de contar con
prácticamente todos los libros de la saga en versiones online o PDF, y la
posibilidad de adquirirlos en librerías de reventa o Mercadolibre. Volver a ser niño siempre, pero siempre, está al alcance de la mano.
¡Hasta la
próxima!
………………………………………………………………………………………………….
=>> Otras notas relacionadas con la hipertextualidad en el BLOG: “Batman:
the killing joke” (una novela gráfica de Alan Moore); “Los
siete locos” (una novela de Roberto Arlt);
: “Encuentro
hipertextual” (relato de mi autoría); “El
laberinto como tema en la literatura” y “El
jardín de senderos que se bifurcan”, relato precursor de J.L. Borges.
………………………………………………………………………………………………….
►
Podés seguir las nuevas notas y
novedades (además de humor y críticas de cine) en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano.
Si te gustó, ¡compartilo o dejá un
comentario!
Excelente! Tenía por lo menos 30, lástima que los perdí todos. La próxima vez que vuelva a la casa de mis viejos voy a investigar a ver si quedó alguno.
ResponderEliminarMuy interesante eso de la página-paraíso a la que llegás haciendo trampa. En Rayuela pasa algo similar (no me acuerdo qué página era a la que solo se llegaba "haciendo trampa") ¿era la 62?
Y tambien es muy bueno cuando te ves a vos mismo leyendo el libro (tambien simlar a algo de Don Julio: "Continuidad de los Parques")
Muy interesante todo esto...tambien me llevaste a mi infancia. Ahora si veo uno de estos en las librerias me lo compro.
Abrazo
¡El 68! Si mal no recuerdo era ese. La literatura de Cortázar también siempre fue muy experimental.. Continuidad de los Parques es genial por ese toque metaficcional, pero todos sus cuentos tiene algo que los separa del resto de los mortales, de aquellos más tradicionales. Estoy pensando en Casa Tomada (un cuento super simbólico), La noche boca arriba, todas sus "Instrucciones para...". Tengo bastante posts de él.
Eliminar¡Gracias por pasarte!
Por culpa de esta reseña el fin de semana pasado fui a la casa de mis viejos y rescaté 9 sobrevivientes de ETPA. "Eres un agente secreto..." lo estoy volviendo a leer, es fenomenal. El que perdí o no pude encontrar es "Tu nombre en clave..."
EliminarAbrazo!
¡Tenés "Eres un agende secreto..."! Quiero volver a leerlo, sé que alguna vez lo tuve, jaja. Estuve en capital federal la semana pasada, pero colgué de recorrer las plazas buscándolo... ¡Buena colección que recuperaste! Hay que guardar esas cosas porque si no la vieja de uno tira todo a la mierda, jaja.
EliminarSeeeeeeeehhhhhhhhhh, yo los sacaba de la biblioteca de la escuela!! El único que me acuerdo es uno que entrabas en una máquina que aumentaba o disminuía de tamaño. Cuando los terminaba buscaba todos los finales porque quería saber cómo eran jajaja
ResponderEliminarNo sé si sos argentino, pero la revista Nah! en 2000 o por ahí sacó una parodia que se llamaba "Tu nombre en clave es Marley", con el mismo diseño y todo! Lástima que en esa época era muy chica y no tenía $$$
Excelente nota, del tipo nostálgica que me encanta y con información muy interesante!
Pufff... si querés notas nostálgicas, en este blog hay muchísimas. Tengo una tendencia a recordar mi infancia, sus juegos, sus dibujos animados, sus lecturas infantiles. Por cierto, soy RE argentino... ¿no se nota a la legua? (Me preocupa, jaja). Recuerdo que hubo una serie de ETPA en joda, pero me parece que se llama "Tu nombre en clave es Partuza", algo así. Quizás ande dando vueltas por internet.
EliminarQué lindos recuerdos. Uno de esta colección fue el primer libro que saqué en una biblioteca. La verdad que no tengo imágenes en la cabeza de las tramas de estos libros. Los que sí tengo más vívidos son los de una colección del mismo tipo, creo que de tapas rojas, que eran novelas que iban sobre viajes en el tiempo. Una era Dinosaurios y otra una de piratas que tenía un protagonista del que nunca olvidé el nombre: Siglo Suertudo.
ResponderEliminarBuena relación con lo del hipertexto y la universos múltiples, también lo de Borges.
Estamos todos muy nostálgicos, me parece. ¡Quizás sea la cercanía con el Día del Niño!
EliminarEfectivamente, el género jamás desapareció. Ha evolucionado. Actualmente se publican eróticos, policíacos, fantásticos, románticos, para iOS... se va orientando cada vez más a adultos. Sus reglas evolucionaron y su literatura mejoró mucho. Las páginas se volvieron secciones para alargar las historias y darles más dinamismo...
ResponderEliminarLa comunidad en habla española nos estamos reuniendo en www.librojuegos.org, su Twitter y Facebook. Subimos noticias casi todos los días. He visto este formato aplicado a la economía, a la política, al cine...
Si os gusta el tema pero viéndolo ahora como adultos, estáis invitados a pasaros. En un par de días linkaré este artículo.
Un saludo
Gracias por tu aporte Jacobo, me agende la página para darle una revisa. ¡Saludos!
EliminarMe encantaban estos libros. Me viene a la memoria estar sentado en la Pelopincho a las 2 de la tarde en verano leyendo uno de estos libros. Qué droga!
ResponderEliminarY si, había momentos en los que nos cansabamos de morir, y hacíamos trampa, íbamos directamente a la página salvadora, jaja
Saludos