Luego de hacer una entrega, Jong-su se reencuentra con una amiga de la infancia. Cuando ella
regresa de África junto a un enigmático y adinerado hombre, Ben, las cosas se
ponen extrañas entre los tres. Especialmente cuando Ben le revela a Jong-su un extraño hobbie.
En esta nota recomiendo Burning, película coreana de 2018 que adapta un relato de Haruki
Murakami.
***
De 15
páginas a 148 minutos
Esta fue una de las producciones que más me
quedaron grabadas durante el 2018. Sin embargo, ver Burning no es una tarea tan sencilla.
Es de ese tipo de películas que me gustan mucho
pero que no le puedo recomendar a todo el mundo. Es bastante anti-comercial y
tiene un ritmo con el que no todos van a poder conectar. A mí incluso me
pareció que treinta minutos se podrían haber condensado con facilidad.
De todas maneras, se trata de un relato tan hipnótico
como fascinante. Esta producción de Corea del Sur está inspirada en “Barn
Burning”, un relato corto de Haruki Murakami que es muy bueno y lo recomiendo.
Tiene apenas unas quince hojas y puede conseguirse
fácilmente en Internet.
Ahora, para transformarlo en una película de dos
horas y media hay que tener audacia, talento e ideas. No es nada simple tomar
un cuento corto para armar un buen largometraje (en esta nota
mencioné algunos casos de grandes películas basadas en cuentos cortos).
El director Chang-dong
Lee tomó solo las líneas argumentales principales y –manteniéndose fiel a
la naturaleza críptica del texto original– creó una inquietante obra que
coquetea mucho con el existencialismo y la ambigüedad. Hasta me animo a decir
que es superior al cuento.
Simbolismos
y alusiones literarias
Burning
tiene una atmósfera onírica que se vuelve más siniestra conforme avanza el
argumento. Hay un triángulo amoroso rarísimo, un potencial misterio (que podría
no serlo) y una tremenda interpretación de Steven
Yeun, a quien yo solo conocía como Glenn en The Walking Dead. Acá me impresionó por el personaje que creó.
No faltan muchos simbolismos y alusiones literarias
(al “Gran Gatsby”, a Faulkner…). ¡Y gatos! Porque no puede haber historias de
Murakami sin gatos (si bien, curiosamente, el texto original no tenía a
ninguno… lo que da muestra de que fue un lindo guiño del director hacia el
autor japonés).
Un aspecto curioso de la película es que podés
verla tranquilamente sin conocer la obra de Murakami, pero si tenés un
poco de noción sobre el autor se vuelve una experiencia más especial. El
director incluyó varias referencias que no se limitan sólo al uso argumental de
gatos y pozos (tanto literales como metafóricos).
Un final
para el debate
Burning
tiene sus debilidades. El ritmo es un problema, especialmente en la primera
mitad. Las dos horas y media parecen excesivas para lo que se quiere contar.
Todo mejora bastante con la llegada de Steven Yeun.
También quedé medio confundido con algunas
subtramas que aparecen de repente y no llegan a ningún lado (por ejemplo, la
aparición incomprensible de un familiar del protagonista).
Pero eso sí: el final es soberbio. No lo pienso
arruinar acá, en este párrafo, solo mencionar que abre el debate a muchas
cuestiones. Y eso me encantó.
Viendo hacia atrás, uno puede recordar varias
escenas y replantearse la historia. No es una película abierta ni una que
brinde respuestas claras. Es comparable, en algún punto, al cine de Denis Villeneuve, específicamente Enemy y Prisoners.
***
Ahora sí. A
partir de acá se presentan fuertes #spoilers de
la película. Si todavía no la viste, hacelo y después te volvés para acá.
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Claves para
entender “Burning”
Amo cuando una película tiene la suficiente
sutileza para ir indicándonos cómo va a terminar sin decirlo realmente. Burning concluye con Hae-mi desapareciendo y Jong-su matando
a Ben porque lo cree un asesino. Hay suficientes motivos para creer que Ben
pudo haberla matado, pero nunca una confirmación fehaciente.
En este sentido, dos escenas son fundamentales.
La primera es la primera cita de Hae-mi y Jong-su.
Mientras toman algo, ella explica que está aprendiendo pantomima y realiza un
juego de estar pelando y comiendo una naranja invisible. Durante esa charla,
ella le dice al protagonista que, una vez de que nos convencemos de que algo
está ahí, es muy difícil imaginar que no lo está.
Más tarde, Hae-mi desaparece y Jong-su asume que Ben
la mató.
Esto nos lleva a la segunda escena importante, la
de los tres charlando en el granero mientras ven el atardecer. Una escena que,
por cierto, tuvo que filmarse a lo largo de un mes porque sólo tenían un par de
minutos al día para que la cámara capturara el crepúsculo.
Allí se da una conversación cargada de simbolismo,
donde Ben admite tener una obsesión con quemar graneros (graneros que podrían
literales o no) y algo sobre que “no hay correcto y correcto en la moral de la
naturaleza”.
«I don't judge anything. The barns are waiting to be burned. I just accept that. I merely accept what's there. It's like the rain. The rain falls. The river swells up. Something gets carried away in the flow. Is the rain making a judgment?»
En la segunda mitad de la película, los dos hombres
se dejan llevar por una danza de acoso y provocación de la que no van a salir
ilesos. El gato, el pozo, el reloj, las palabras, la llamada perdida, son todos
elementos simbólicos que apuntan a la culpabilidad de Ben… ¿pero y si no fuera
así?
Por detrás también hay una lucha de clases: Jong-su
y Hae-min –pertenecientes a los estratos más bajos– quieren una vida muy por
encima de sus posibilidades; desde el otro lado del ring, la misteriosa fortuna
de Ben le otorga el poder de destruir a su antojo.
***
Conclusión
Si te gustan los thrillers cocidos a fuego lento,
tenés que ver Burning. Además de
estar muy bien actuada, presenta una crítica social sutil sobre la diferencia
de clases. El raro triángulo amoroso se convierte progresivamente en algo
siniestro que, por sobre todo, está cubierto de ambigüedad. Para mirar con
tranquilidad y repensar una y otra vez.
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=>> Otros posts sobre CINE
en el blog: “Dos
películas sobre Christopher Robin”; “North
by Northwest: la primera película de James Bond”; “Touch
of Evil y el memo de Orson Welles”; “El
viaje inconsciente en Naked Lunch”; “Vanilla
Sky: lo dulce y lo amargo”; “De
la risa al llanto: el síndrome de Tom Hanks”.
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MUy bien!!
ResponderEliminarMe quedo media nota afuera porque porque ya tengo suficiente vida spoileada como para ademas spoilearme la peli que (ahora) quiero ver.
Voy a leer el cuento primero igual, no pasa naranja.
abrazo
Técnicamente, te quedó afuera un 25% de la nota. Pero sí, ese cachito era muy spoileador.
EliminarLeí todo lo que quería leer para evitar el spoiler.
ResponderEliminarSabía de la existencia de esta película, pero no que estaba basado en un relato de Murakami.
Habrá que ver para volver acá
Abrazo crack!
Luego de leer el cuento de W. Faulkner y el de Murakami.... noto que los elementos de uno y otro están en la película pero el tema lo concreta Lee Chang Dong con su propia inspiración. Ben es un personaje que pone en evidencia las diferencias sociales, Haemi, es la búsqueda de una vida que no está a su alcance en versión de mujer, y Jongsu es el niño en el cuento de Faulkner, el mismo creador historias en proceso de maduración y lo identifico en el cuento de Murakami como el narrador de la historia al que se interesa en la historia de la desaparición del elefante; es un triángulo que se relaciona para contar el producto actual de la cultura coreana.
ResponderEliminar¡Tremendo aporte! Muchas gracias por compartirlo.
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