El aclamado director de Citizen Kane (1941) se
hizo su fama como una de las grandes promesas de su época, pero 15 años después
su carrera estaba estancada. Touch of
Evil fue promocionada como “el gran regreso”, pero terminó estrenándose
como un policial clase B modificado íntegramente por los estudios Universal.
Ésta es la historia del memo de Orson Welles al estudio.
***
El fin del
cine negro
Soy un ferviente admirador del policial negro y amo
el cine de los años ´50 y ´60, décadas donde este género floreció y encontró
sus mejores momentos. Para muchos, Touch
of Evil, de 1958, representa la
última gran película de este periodo clásico de cine negro hollywoodense.
Hoy es una buena oportunidad de revivir este relato
ya que está disponible en Netflix, el
gigante del streaming.
Sin embargo, quienes hayan visto la película
(llamada Sed de mal en Argentina),
probablemente vieron aquel corte original, que sufrió cambios drásticos del
estudio Universal y está muy alejado de la versión que Welles quería mostrar a
su público.
Recién en 1998
(15 años después de la muerte Welles) fue posible ver en cines un “corte del
director”, gracias a una edición restaurada de Touch of Evil que se basó en el extenso y minucioso documento de 58
páginas que él dirigió a la Universal, compañía productora de la película.
Este documento se convertiría en el mítico memo de
Orson Welles.
Pero vayamos de a poco.
Una cuestión
ética
Touch of Evil
relata las experiencias de un detective de narcóticos (Charlton Heston) que
llega a la frontera mexicana con su esposa (Janet Leigh, la actriz
de Psicosis) justo en el momento en el que explota una bomba.
Este honesto detective, Mike Vargas, inmediatamente
se hace cargo de la investigación y es contactado por Quinlan (Welles), el jefe
de la policía local que es conocido por sus métodos poco ortodoxos. Acá Welles
interpreta a un desagradable y obeso inspector que tiene técnicas de dudosa
calidad ética para resolver sus casos.
La película inicia con un largo y hermoso plano
secuencia de 3 minutos que se transformó en una escena muy querida dentro de la
historia del cine. Luego se desarrolla como un thriller policial con toques de
drama shakespeariano donde cada parte comienza a buscar pruebas para inculpar
al otro.
El memo de
Orson Welles
Era el año 1975
y Welles había pasado tres meses enteros en la sala de edición revisando su
propio trabajo. Como el director, famoso por su atención al detalle, tardaba
mucho y nunca estaba contento con el resultado, Universal decidió sacarle el
proyecto de sus manos.
El trabajo de edición quedó a cargo de un tal Aaron
Stell. Un tiempo más tarde, cuando el resultado final se le mostró al director,
este respondió con una carta de 58 páginas que iba dirigida al cabecilla de
Universal, Edward Muhl. Pueden leerla completa acá.
En la carta explicaba, en sumo detalle, los cambios
sugeridos a la edición. Cambios que fueron tenidos en cuenta pero que solo se
aplicaron en una pequeña fracción. Por ejemplo, el director describió errores
de continuidad en la edición que si se corrigieron antes del estreno.
¿Qué decía exactamente el memo de Orson Welles? El
minucioso análisis iba desde ajustes en la luz hasta retoques de sonido.
Atentaba contra los cortes abruptos y sugería que la narrativa fuera más
compleja (Universal habría hecho recortes en la cronología de los eventos para
que “el público no se confundiera con lo que estaba sucediendo en pantalla”).
En otras palabras, mientras que Welles buscaba
elevar la obra y no insultar a la inteligencia del espectador, Universal se
conformaba con presentar una historia de suspenso lo más rápido posible. El
corte del director tenía un aire más onírico y surrealista, mientras que la
versión de estudio era más un policial convencional.
Cuando Touch
of Evil estrenó en 1958, fue un
fracaso comercial y de crítica. No fue hasta los años ´90 que comenzó a ser
considera una película “de significado histórico y estético”, ingresando
oficialmente al National Film Registry.
La gente de RocketJump Film School (¡gran
canal!) hizo un tremendo trabajo comparando la versión original de 1958 con la
restaurada (el “corte del director”) de 1998.
Es una investigación fascinante para aquellos que quieran comprender cómo
pequeños cambios de edición tienen grandes consecuencias a nivel narrativo.
Acá está el video completo:
……………………………………………………
=>> Otros notas sobre CINE y POLICIALES NEGROS en el blog: “Sunset
Boulevard y la decadencia del cine mudo”; “Alphaville:
ciencia, poesía y ciberpunk”; “Psicosis
y el legado de Alfred HItchcock”; “Sobreanalizando
Vertigo”; “Sátira
y frenesí en Los crímenes de Van Gogh”.
……………………………………………………
► Podés seguir las nuevas
notas y novedades (además de humor y críticas de cine) en mi
fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano. Si te gustó, ¡compartilo o dejá
un comentario!
No hay comentarios:
Publicar un comentario