Indiscutiblemente la película más popular de Alfred Hitchcock (lo que no
necesariamente indica que sea la mejor), Psicosis
allanó el camino para el cine de terror slasher, las películas con finales
sorpresa (twist endings) y dejó en la mente de los espectadores algunas de las
escenas más memorables de la historia del cine.
Hoy le toca el turno al gran clásico de Hitchcock.
Una
película que está lejos de ser su mejor producción (películas como Vertigo, La ventana indiscreta, Rope y Lifeboat
son mucho más memorables) pero que se destacó por dejar un legado importante y
definitivo en el séptimo arte.
La película de 1960
fue adaptada para la pantalla grande de la novela homónima de Robert Bloch, que había
sido publicada un año antes.
Se caracterizó por presentar no uno, sino dos
grandes giros argumentales que ocurrían en la mitad de película y en el
impactante final. Hitchcock se tomó muy en serio el hecho de evitar que los
secretos se divulgaran.
En el trailer original hasta pedía: “No revelen el
final –es el único que tenemos”.
De más está decir: hay spoilers.
Pero seamos
honestos, hablamos de una cinta de más de 50 años con un final que todo el
mundo conoce gracias a la osmosis pop-cultural, incluso si pocos realmente
vieron la película.
***
Psicosis en pocas palabras
Psicosis arranca
como un thriller de cine negro: Marion Crane (Janet Leigh) es una secretaria
que ve la oportunidad de escapar con una importante suma de dinero que le fue
dada para depositar en el banco.
Luego de dos días a través de Estados Unidos,
sospechando de todo el mundo, termina parando en un desolado alojamiento bien lejos
de la ruta: el motel Bates. Allí conoce a Norman Bates (inolvidable
interpretación de Anthony
Perkins), un nervioso joven que vive con su dominante madre en la tétrica
casa detrás del motel.
A mitad de película se viene el primer giro, y uno
de los más memorables del cine. Mientras Marion está dándose una ducha en su
habitación, alguien se acerca con un cuchillo y la asesina brutalmente en la
bañera. Escena que, acompañado de su mitológica música, ha sido parodiada en
miles de ocasiones después.
Ella era la protagonista, una actriz súper
conocida que debía ser la gran estrella de la película. Sin embargo, todo el
tiempo invertido fue en vano, porque está bien muerta. Mientras tanto, el
dinero robado reposa, envuelto en papel de diario, sobre la mesa de luz.
Luego Psicosis
tiene un cambio radical de género, convirtiéndose en algo más cercano al terror
psicológico. El resto de la historia sigue a Norman Bates escondiendo el cuerpo
(hasta entonces creemos que fue su madre quien mató a Marion). La sumerge en un
pantano, junto con el auto, las pertenencias y el dinero robado.
La hermana de Marion contrata a un detective
privado para investigar el asunto (quien también termina siendo víctima del
asesino). Aparentemente, lo madre loca y posesiva mata a todas las mujeres en
las que Norman se interesa, o a quien se cruce en su mano. Sin embargo, acá se
viene el giro #2.
Creo que no es una sorpresa para nadie decir que la
madre de Norman estaba muerta desde hace años (la mató él mismo). Norman tiene
doble personalidad, y una de sus personalidades (la que está empezando a
aflorar con cada vez más fuerza) es el costado más dominante de la madre.
Fue
Norman, bajo la influencia de su costado maligno, quien realizó todos los
asesinatos.
Esta no es la primera ni la única película que
ataca la cuestión de las múltiples personalidades, y ciertamente otras lo han
hecho mejor. Pienso en Fragmentado (recientemente
la
analicé en detalle en el blog) o en Identidad,
Primal Fear y Mr Brooks.
Algo que me molesta especialmente de esta película
es la gran cantidad de exposición que se da al final, cuando el psicólogo
explica literalmente lo mismo que todos entendimos al ver desarrollarse la
historia. La escena final con la cara de Norman Bates es fantástica, pero esos
quince minutos de exposición llana son insoportables y le bajan bastante el
nivel.
La
franquicia de Psicosis
Naturalmente, una película tan vanagloriada por
todos iba a recibir secuelas y continuaciones. De hecho, existen y están todas
protagonizadas por Anthony Perkins (si bien Hitchcock no participó de la
franquicia).
- Psicosis II (1983) –Norman Bates sale del psiquiátrico 22 años después. La personalidad de su madre lo sigue acosando.
- Psicosis III (1986) –Una monja, un reportero y un viajero están de nuevo en el infame Motel Bates. Cuando Norman se enamora de la monja, su “madre” se pone especialmente celosa.
- Psicosis IV (1990) –La obligada precuela que relata los inicios de Norman con su abusiva madre y el momento en el que heredó el desorden de doble personalidad.
En 1987
hubo también una película para TV que está “fuera del canon”: Bates Motel. Involucra a un hombre
llamado Alex que supuestamente se hizo amigo de Norman mientras éste estuvo
institucionalizado. Al salir, Alex se entera de que Norman (muerto en esta
versión) le dio el hotel en herencia.
En 1998 Gus Van Sant
dirigió una remake prácticamente hecha escena por escena, con Anne Heche y
Vince Vaighn en los roles protagónicos. Como es tan igual a la original (si
bien en color) la mayoría la consideró innecesaria y hasta inferior. Hay
algunas diferencias. La muerte de la ducha es distinta en tono, aunque el
resultado es el mismo, y también vemos al Norman de Vince Vaughn masturbándose,
algo que en la original se manejó con más sutileza.
Hitchcock,
del año 2012, está interpretada por
el gran Anthony Hopkins y es una suerte de ficción bio-pic sobre la realización
de Psicosis. Esta sí es interesante.
Por último, tenemos la serie de TV Bates Motel (que
estrenó en el 2013) y una precuela
que salió por A&E Network. Toda una franquicia que sigue viva –si bien
respirando con dificultades– hasta el día de hoy.
La influencia en el slasher
Si bien Psicosis
no es una cinta de terror slasher como lo serían, años después, las de Jason,
Fredy Krueger y el resto de la banda, muchos consideran que el inicio del
subgénero se encuentra acá.
Sin duda, la inmensa popularidad de Psicosis fue una clara influencia en el
venidero cine de terror sobre asesinos seriales que caminan a velocidades
abismales y matan a adolescentes sobrecargados de hormonas. La película
codifica, en su segunda mitad, algunos de los elementos fundamentales que se
volverían típicos en el género.
Además de introducir a personajes simpáticos que
mueren de formas violentas e inesperadas (como es el caso de la rubia y hermosa
Marion Crane), la historia empujó un poco más los límites de lo sexualmente
permitido por la época.
Junto a las películas de misterio y crimen
italianas de los ´60, Psicosis abrió
el camino para la aparición de un género caracterizado por la sexualidad y la
brutalidad sangrienta de un asesino serial.
Luego vendrían The
Texas Chainsaw Massacre (1974) y Black Christmas (1974), ejemplos más tempranos del slasher americano.
Cine puro de Hitchcock
Psicosis
no solo es la película más grande de Hitchcock por su popularidad, sino porque además
tiene todos los clásicos elementos hitcockianos.
Veamos:
El cameo: el director regordete tiene su
cameo, como en todas sus producciones. En este caso, aparece afuera del banco
donde Marion trabaja, vestido con un sombrero de cowboy. Eligió aparecer al
principio para no distraer al público cuando la película está más avanzada (y
requiere mucho más atención a las pistas que va dejando). Por cierto, el
director de la remake (Gus Van Sant) aparece haciendo un cameo en la misma
parte de su propia película.
El MacGuffin: el dinero robado es nada más
que un elemento motivacional que dispara el conflicto. Las expectativas de la
audiencia son arrojadas por la ventana cuando la protagonista muere y el dinero
no sólo no se devuelve, sino que además queda enterrado junto a ella. Es
notable también que el dinero funcione como una pista falsa, porque sabíamos
que Norman estaba prácticamente quebrado y éste le habría venido muy bien.
(Por
cierto: para entender mejor qué es un MagGuffin, tengo esta
notita dando vueltas.)
Hay otros elementos típicos de Hitchcock sobre los
que no vale la pena explayarse: la rubia protagonista, el estilo de policial
negro, el giro argumental final, la simbología con animales (Norman Bates era
taxidermista), etc.
Una
interpretación del desenlace
Sin contar la insufrible disertación del psicólogo
sobre la condición de Norman Bates, una exposición tan obvia como innecesaria,
el desenlace de la película es fantástico.
Hitchcock deslizó una imagen del cuerpo de la madre
fusionándose con el asesino en una escena que, si pestañeás, te la perdés. Hay
un momento muy chiquito en el que la cara de Norman se ve así:
En efecto, la última vez que vemos al tipo que
asegura que “no le haría daño ni a una mosca” es con una yuxtaposición con el
cadáver de su madre, indicando que ahora las dobles personalidades finalmente
son una sola, y el asesino está en su forma completa, sin ataduras ni restricciones.
De algún modo, a lo mejor fue la manera que
encontró Hichtcock de decir que todas las secuelas donde el psicópata de Norman
Bates se convierte en un (anti)héroe son una porquería.
Palabras finales
El tema central de Psicosis lo resume Norman durante uno de sus momentos más lúcidos.
Hablando con Marion sobre los pájaros enjaulados (los animales son un gran
simbolismo en la historia), dice:
«I think that we're all in our private traps, clamped in them, and none of us can ever get out. We scratch and we claw, but only at the air, only at each other, and for all of it, we never budge an inch.»
Es exactamente como él se siente, atrapado en un cuerpo
que no puede controlar. Es un pequeño momento hermoso que nos acerca a la mente
de un psicópata, a un tipo que, en definitiva, se siente atrapado por no poder
actuar como le gustaría, por no poder soportar sus impulsos asesinos.
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=>> Otros posts sobre ALFRED HITCHCOCK en el blog: “Hitchcock/Truffaut:
una entrevista de 50 horas”; “Sobreanalizando
Vertigo, de Alfred Hichcock”; “Rope:
la controversia y el teatro de Hitchcock”; “El
macguffin en el Cine y en la Literatura”.
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La película inició un subgénero de terror de asesinos psicopatas, sin elementos sobrenaturales, como Michael Meyers, Jason Vorthes antes de que muriera y reviviera.
ResponderEliminarTambién fue inicio de un tipo de personaje, las scream queens, las reinas del grito. El asesinato en la ducha es una escena memorable. Del asesinato del detective casi nadie se acuerda.
Interesante entrada.
Muy interesante la nota. La vi en el colegio hace muchos años, pero me acuerdo bastante, y estoy de acuerdo sobre la exposición del psicólogo. Pero quién sabe, tal vez para la época era necesario, no sé.
ResponderEliminarNo sé si lo habrás leído, pero hay un texto de José Pablo Feinmann sobre la escena de la ducha, más específicamente, la imagen de Marion muerta en el piso, donde la actriz tiene los ojos abiertos y no pestañea. Si lo encuentro te lo paso, tiene una conclusión interesante jajajaja
Ah, mirá vos. En general me gusta como escribe J.P Feinmann. Leí algunas de sus obras de teatro. ¡Si lo encontrás, pasalo!
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