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miércoles, 28 de mayo de 2025

El Eternauta: una proeza técnica (con pies de barro)

 

Mis impresiones de la esperada adaptación televisiva que tiene a Buenos Aires frente a una imponente invasión alienígena. Reseña de “El Eternauta” (2025).


 

***

 

“Para ser argentina, está bien”

Tenía mis dudas, lo confieso. Adaptar El Eternauta al lenguaje audiovisual de una serie de Netflix no era tarea sencilla. De hecho, todo esto se viene cocinando desde 2020.

Junto con Mafalda, de Quino, está es la obra fundacional del cómic argentino. La historia tiene una carga simbólica, política y emocional que no admite ligerezas. Por suerte, El Eternauta –versión del director Bruno Stagnaro– no cae en la trampa de calcar la historieta, sino que se anima a reimaginarla desde el presente, con todos los riesgos y aciertos que eso implica.

En todos lados escuché lo mismo: “para ser argentina, está muy bien”. Me pregunto cuándo se terminará ese latiguillo: "para ser argentina", ¿no? Pero sí, admito que desde lo técnico, la serie es impecable.

La escenografía, el sonido ambiental, los efectos digitales. Todo es de primer nivel y no tiene nada que envidiarle a otros títulos del género survival como Silo, The Walking Dead o The Last of Us.



Consejo: no te dejes espantar por los primeros minutos del primer capítulo, que parece sacado de una novela berreta de Cris Morena, con todos sus estereotipos y pésimas actuaciones.

Por suerte, todo mejora pronto. La factura técnica está muy cuidada a un grado que pocas veces vimos en una producción nacional sci-fi. La primera aparición de los cascarudos es un espectáculo visual que emociona; y hay planos que homenajean directamente viñetas del cómic con un respeto y cariño notables.

Se nota que hubo amor por la obra original, y también la ambición de llevarla a un público más amplio sin perder su identidad.

Ah, por si no se dieron cuenta, aclaro que esta será una reseña con spoilers.

 

Ese amor por lo local

No es mi intención comparar esta obra con su contraparte original. Me parece un ejercicio interesante, aunque improductivo. En general la decisión de insertar referencias a momentos claves de la historia argentina reciente —la crisis del 2001, la Guerra de Malvinas— no solo funciona, sino que enriquece la narrativa.

¡Pusieron a una venezolana como Rappi! Esa inclusión sí se puede ver.  El personaje es, indudablemente, parte de la fauna autóctona bonaerense.

Lo mismo con el giro generacional que propone: en lugar del clásico héroe joven, nos encontramos con un Juan Salvo sesentón (Ricardo Darín) que carga el peso de la experiencia y del trauma. Y eso se agradece.

Ahora bien, ese amor por lo local, por lo argentino, a veces se vuelve empalagoso. La "híper argentinización" del relato por momentos roza lo caricaturesco. La música, por ejemplo, es un desfile de íconos nacionales (Gilda, Sui Generis, La Negra Sosa, Manal, Soda Stereo…), como si la serie quisiera recordarnos a cada rato que es argentina, che, boludo.



Las elecciones musicales se me hicieron raras, como si hubieran metido un compilado 70-80-90 nacional en una licuadora y mezclaron el contenido. Sin la tapa.

El colmo llega en el capítulo del shopping, cuando en una cena improvisada los sobrevivientes cantan una chacarera (¡con coreografía incluida, ojo!) y dos minutos después suena Rasguña las piedras. Es un montón. Faltaba Abel Pintos peleando contra los cascarudos y ya estábamos.

Ah, y el product placement es demasiado notable. Te quita tensión ver un cartel gigante e iluminado de Lysoform mientras el protagonista pelea por su vida.



 

A Darín se lo banca

Las actuaciones –salvo honrosas excepciones– son otro punto flojo. Ricardo Darín cumple con su Salvo, sin exagerar, sin hacerse el héroe hollywoodense. Es Darín haciendo de Darín, pero lo bancamos.

Su tándem con el uruguayo César Troncoso (Favalli) funciona, sobre todo cuando el guion les permite bajar un cambio y dejar fluir la relación. Lamentablemente, el resto del elenco está desparejo: Carla Peterson parece leer los diálogos en croma, y algunos personajes secundarios (como el de Staltari) sobran más de lo que suman.

Ni hablar de los actores más jóvenes, que uf… es como si hubieran querido meter un par de pendejos para “equilibrar” tantos veteranos y terminó siendo un ruido más que una nota armónica.

La narrativa arranca torpe. El primer capítulo tiene una primera escena lamentable y problemas de ritmo y lógica: la nevada mortal, que debería ser el gran enemigo invisible, no tiene reglas claras, y hay escenas que directamente contradicen lo que se dice en el guion.

¿Te morís si te toca un copo de nieve? ¿O si lo respirás? ¿O sólo si la trama necesita que alguien muera en ese momento? ¿Y por qué sale Juan y nadie lo critica? En el comic nadie quiere salir. Es un acto colectivo… y se lo juegan a suerte.



Mi problema con el capítulo 2 fue que me liquidaron al personaje de Favalli. La historia original lo mantiene como un líder nato y calmado que orienta a su gente sin gritar. Acá es medio un forrito y dice barbaridades. Por suerte, en este episodio tenemos un GRAN momento con Darín peleándose con los vecinos del edificio. Aparece la desconfianza entre sobrevivientes y eso sí es fiel al espíritu de la obra.

El capítulo 3 es un bostezo brutal. Todo es lento… se repiten escenas y diálogos chatos. Si bien aparecen indicios vagos de la invasión, no me agradó demasiado.

 

De menos a más

Ciertamente, El Eternauta es una serie que va de menos a más. Recién en el cuarto capítulo la serie encuentra su tono. Ahí se revelan los cascarudos, aparece la amenaza real y todo toma otro vuelo. Se empieza a vislumbrar esa épica de supervivencia y resistencia que el cómic supo construir. Me pareció el mejor episodio por lejos.

Lamentablemente, cuando la cosa remonta aparece -mágicamente- la hija de Juan de la nada, sin contexto y como caída del cielo. Desarma todo lo que se venía montando en veinte segundos.

En el capítulo 5 vuelve a bajar el ritmo y se acumulan más personajes sin mucho desarrollo. Finalmente aparecen los “hombres-robots”. Acá fue donde me hinché con las publicidades súper obvias.

El capítulo 6, final de temporada, está bastante bien. Vuelve la acción, vuelve el espíritu original. Porque El Eternauta, al final del día, es una historia de guerra. Con un trasfondo político, moral y sociológico, aunque siempre guiado por una acción constante.

De todas formas, el cierre me dejó más interrogantes que respuestas.  Particularmente no puedo bancar la decisión de darle tanto lugar a la hija de Juan (lo más flojo de la serie).



¿Cómo catzo llegó de un velero en el medio del Río de la Plata al conurbano bonaerense? ¿Cómo zafó de la nieve y los cascarudos? Lo peor es que, en medio de una invasión extraterrestre, su preocupación es que un pibe la mira mal. En fin…

 

Un cierre digno

Sí admito que los momentos finales son poderosos y emocionan. Especialmente para quienes crecimos con esa historieta entre manos. Si bien yo la leí de grande, mi viejo es fan absoluto del comic y lo tuvimos siempre en casa en una versión hermosa que compila los 44 capítulos.

Ver a los “manos” finalmente en pantalla, con esa estética cuidada y ese aire de tragedia, es el sueño del pibe hecho serie.

Nobleza obliga, la sensación es que El Eternauta no termina de encontrar un equilibrio entre lo local y lo universal, entre lo épico y lo íntimo, entre lo que quiere homenajear y lo que necesita contar.


No quiero quedar como un hater porque realmente no es así. Pese a algunas quejas, disfruté de El Eternauta y todo lo que proponía. La fui saboreando de a poco (la vi en el transcurso de tres semanas). Es valiente, marca un antes y un después para la ciencia ficción nacional, y abre una puerta que ojalá no se cierre.

Veremos qué nos trae la segunda temporada, si es que llega. Por lo pronto, me quedo con esta versión imperfecta, aunque ambiciosa y honesta, de una historia que sigue desafiando al tiempo.

 

Esta reseña fue auspiciada por YPF, Movistar, Burger King y PedidosYa.



 

***

=>> Otros post sobre SERIES de TV en el blog: “Adolescencia (y la historia que NO queremos ver)”; “Mis series favoritas de 2024”; “5 series recomendadas de Amazon Prime Video”; “Mis 10 series favoritas de la década 2010-2019”; “Nunca tendremos otro Game of Thrones”; “Mis series favoritas de 2023” <==

 

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5 comentarios:

  1. Estoy bastante de acuerdo con la reseña. Pero la defiendo igual, quizás un poco mas. El tema con la hija, si, me causo lo mismo... aunque siento que tiene une explicación, un giro inesperado, que vendrá en la próxima temporada. Así tantas otras cosas, que se terminaran de explicar. Estará controlada por los alienígenas y la mandaron a espiar? Acaso zafó de la nieve haciendo cosas terribles? No lo sabemos... pero ojala allá algo que resinifique eso. Y así con varios puntos de la primer temporada.
    La aparición, no aparición de los cascarudos, también siento que estuvo muy bien manejado. Siento que en otra época de la producción nacional, hubieran mostrado todo bien claro que se note que son cascarudos, y acá optaron por apenas mostrarlos, y dejar ese cliffhanger.
    La música, también. Si puede ser quizás "demasiado" argentina. Una producción que usa la música de su propio pais o idioma, es alg que hacen todos, quizas nos suena raro porque no estamos acostumbrados a escuchar musica en castellano, ni siquiera, en películas nacionales.
    Al margen de esas cosas, opino lo mismo, tengo mis criticas, pero quedan sepultadas por todo lo bueno que tiene la serie, y todo lo que disfrute viendola. Como parte de la industria audiovisual, ver que se están produciendo cosas que están a la altura de la creatividad y el talento argentino me llena el alma.
    Gracias por la nota. Saludos.

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  2. Sólo vi hasta el cuatro.
    Y mi impresión es más positiva.
    Tal vez porque no noté esa obvia publicidad. Sino el mensaje, Decíle sí a disfrutar del camino, que funciona como una ironía trágica. Con tanta muerte, nada que disfrutar, esos sobrevivientes precarios, tan desesperados.
    La música hasta ahora no me ha molestado. Incluso Salgan al sol, tiene una fuerte ironía en esas circunstancias. Lo de los discos de vinilo refuerza lo de Lo viejo funciona.

    Como aspirante a historietista tan vez sea un tanto parcial, por lo oportuna que puede ser la serie, para la historieta argentina.

    Saludos.

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  3. Bien bien.. de acuerdo. En general me gusto. 3.8 / 5 A parte, no se si Darin era para esto.. esta con años ya.. Pero se entiende.. para que arriesgar..

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  4. Al menos nada se compara a la peli de FedEx (ya sabes cuál es) si hablamos de publicidades . Y supongo que el hecho de ser marcas taan familiares no las dejamos pasar así de fácil.

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  5. Por qué lysoform está en todos los hogares argentinos y desinfecta todo

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