Veinte años luego de salvar al mundo de Voldemort,
el mayor desafío de Harry Potter es un burocrático trabajo a contrarreloj detrás
de un escritorio. Mientras tanto, dos niños cuyos padres se odian crecen para
convertirse en mejores amigos: Albus
Severus Potter y Scorpious Malfoy
(introducidos por primera vez en el epílogo de Las Reliquias de la Muerte). Ellos, en un intento de enmendar un
error del destino, cambiarán el flujo del tiempo de formas insospechadas.
Esta es la premisa de la octava historia de Harry
Potter, una que J.K.
Rowling afirmó que nunca iba a continuar. Igual, tranquilos, ahora sí
aclaró que no habrá más relatos sobre "el niño que vivió" después de El Legado Maldito. (-.-)
A diferencia de las otras siete novelas, Harry Potter y el Legado Maldito (Harry
Potter and the Cursed Child) es una obra de teatro. Se estrenó a
mediados de este año y viene cosechando un éxito considerable (y esperable).
En
este caso, J.K Rowling puso el gancho –y aclaró que es canon y no un
fan-fiction– pero la historia fue escrita por Jack Thorne, y posteriormente dirigida por John Tiffany.
Acá hay un punto importante. Una obra dramática se
escribe para ser representada, y leer el “guión” no es la manera completa de
analizar el teatro. Sería lo mismo que analizar el guión de Pulp Fiction o de Unbreakable sin haber visto las películas, que tienen textos de
base muy sólidos que se ven fortalecidos por grandes trabajos de montaje,
edición, actuación, sonido, etc.
Hecha esta aclaración, vamos con otra: disfruté
mucho de la saga Potter. Leí todos sus libros, y muchos lo hice en inglés,
antes de que salieran en su versión en castellano. Me parece una lectura
argumentalmente compleja y un mundo de fantasía fabuloso, si bien nunca fue una
saga perfecta. Se le pueden objetar muchísimas cosas a estos libros, menos que
estaban cuidadosamente planeados y eran adictivos, genuinamente entretenidos y
con personajes nítidos y memorables.
El Legado
Maldito no tiene casi nada de esos atributos, y tiene más sabor a un
fan-fiction apurado y mediocre hecho con aspiraciones puramente monetarias. En
esta nota vamos a explorar en detalle esta octava entrada ambientada en el
universo de Harry Potter. Tranquilos: les aviso cuando se vengan los
spoilers.
► Harry
Potter y el Legado Maldito, en inglés y en versión PDF para descargar: https://goo.gl/XEemZ9
***
¿Qué es un
fan-fic?
De acuerdo a este
artículo del Time (que, convenientemente, analiza el fan-fic de H.P) el
fan-fiction (“ficción de fans”) es cómo se vería la Literatura si fuera
reinventada desde cero, luego de un apocalipsis nuclear, por un grupo de
adictos a la cultura pop encerrados en un bunker.
En esencia, es una especie de universo extendido
donde los fans de una obra toman algunos elementos para continuar historias
abruptamente terminadas o generar líneas argumentales alternativas,
humorísticas, perturbadoras, morbosas, etc. En este momento, culturalmente
hablando es el equivalente a la materia negra: es prácticamente invisible para
el espectador casual, pero increíblemente masiva.
En serio: hay miles y miles de historias fan-fic
escritas sobre Harry Potter y
cualquier otro tipo de obra de ficción que uno pueda imaginarse. Debido a la
inexperiencia de los escritores de fan-fiction, tiene una reputación de ser una
fuente de escritos tan horrible como olvidables. Sin embargo, hay algunos que
son increíblemente buenos y a veces están en el mismo nivel de calidad que la
obra original. Esta es una temática fascinante que da para
expandir en otra nota.
Lo cierto es que he leído algo de fan-fic de H.P. y
hay uno en particular que es recomendable. George Norman Lippert
era un fan obsesionado con Harry y sus amigos, a tal punto que escribió una
obra que llamó la atención de la prensa inglesa. James Potter y la Encrucijada de los Mayores seguía la historia del
hijo mayor de Harry luego de los eventos del séptimo libro.
Luego confeccionó una secuela (James Potter y la Maldición del Guardián) que lo llevó a algunas
controversias y problemas
legales con J.K. Rowling. Como él directamente no hace dinero con
estos libros, finalmente ella dio el consentimiento. Hasta terminó por admitir
que los libros de Lippert logran recrear su famosa manera de escribir (si bien
no los considera canon de la serie).
Estos dos primeros los leí, y aprueban
satisfactoriamente. Son entretenidos a tal punto que pueden fácilmente pasar
como obras originales de la autora. Lippert hoy está terminando de escribir el
quinto y último libro de la serie.
Un argumento sin ganas
El gran problema con Harry Potter VIII es que no se
toma ningún riesgo ni introduce nuevos personajes, conflictos o desafíos
argumentales. El único personaje nuevo es Delphi
(ya hablaremos de ella) y el conflicto principal se centra en la relación
tóxica entre Harry y su hijo Albus, quienes no logran conectarse.
La trama se desarrolla de la peor forma que podrían
haber visionado: con no uno, ni dos, sino varios viajes en el tiempo.
Resulta que no todos los giratiempo habían sido destruidos por el Ministro de
Magia. Luego de una serie de peleas entre padre e hijo, Albus y Scorpious lo
roban y deciden utilizarlo para salvar a Cedric
Diggory (asesinado por Voldemort en el cuarto libro) ya que su muerte fue
accidental y no tendría que haber sucedido. ¿El problema? Cambiar ese hecho en
el pasado crea futuros progresivamente más oscuros en el presente.
Amos Diggory
–que no aparecía desde El Cáliz de Fuego–
es un jugador más importante en esta historia, ya que sirve como disparador
para que Albus decida desafiar a su padre e intentar cambiar el presente.
***
#SpoilerAlert: a partir de acá tengo que hacer el stop
obligado. Se revelan detalles del argumento que pueden arruinar sorpresas y
giros de la historia. ¡Están avisados!
***
La historia está repleta de guiños a los fans,
reapariciones de viejos personajes y reciclado de temáticas ya utilizadas. De
hecho, literalmente el argumento agarra pedacitos de cada uno de los libros
anteriores:
1. De La
Piedra Filosofal: un grupo de jóvenes protagonistas se vuelven amigos en el
Expreso Hogwarts.
2. De La
Cámara de los Secretos: uno de los dos protagonistas es acusado de ser
descendiente de Salazar Slytherin (en este caso, con el agregado de ser
descendiente directo de Voldemort).
3. De El
Prisionero de Azkaban: Harry es forzado a ver un asesinato desde la
distancia mientras Ron sufre una herida en la pierna.
4. De El Cáliz
de Fuego: la primera muerte de un personaje es a manos del villano. Los
Diggory y el Torneo de los Tres Magos tienen roles fundamentales.
5. De La
Orden del Fénix: Harry tiene una visión de Voldemort raptando a alguien a
quien ama.
6. De El
Príncipe Mestizo: Snape mata al Director de Hogwarts (si bien esto es
discutible).
7. De Las
Reliquias de la Muerte: Dumbledore sigue ofreciendo sabiduría post-muerte a
través de los retratos.
Harry Potter
y la decepción maldita
La introducción de los giratiempo en el tercer
libro fue una de las decisiones más erradas de la saga. No es fácil trabajar
con viajes en el tiempo, y se precisa mucha coherencia narrativa para que no te
salga el tiro por la culata. Por lo menos en ese libro habían resuelto los
problemas con “eliminarlos a todos”. Ya no iban a servir como recurso.
¡Pero acá volvieron! Y no sólo eso, ¡cambian
completamente la manera en la que los viajes en el tiempo funcionaban antes! La
idea de El Prisionero de Azkaban era,
por lo menos, razonable. No es posible cambiar el presente: sólo logramos
profecías auto-cumplidas. Recordemos que en la historia Harry cree ver a
su padre largando el expecto patronum
que salva a Sirius Black, sólo para
darse cuenta –al volver en el tiempo– que fue él mismo quien le salvó la vida.
Esto es lo que se conoce como un lazo
temporal estable.
En El Legado
Maldito, en su lugar, cada cambio en el pasado genera una realidad
alternativa debido al efecto mariposa. Es decir: si evitás la muerte de Cedric
=> Hitler ganó la guerra… en este caso: Voldemort ganó la Batalla de Hogwarts.
Voy a ser justo con la obra: Hermione sí menciona (en El
Prisionero de Azkaban) que los giratiempo fueron prohibidos porque los
magos se terminaban accidentalmente matando a sí mismos (con lo que la
posibilidad de cambiar el presente siempre existió). Por su parte, Scorpious (por lejos, el personaje más
interesante) menciona la “Ley del Profesor Croaker”, una que aparentemente
establece que más allá de las 5 horas de viaje al pasado se hace difícil lograr
un lazo temporal estable.
La gran revelación de la historia se da al final
del Acto III, donde se expone que Delphi se hizo pasar por la prima de Cedric y
es, en realidad, la hija de Voldemort. (Sí, al parecer él no tenía nariz, pero
sí un miembro fértil para concebir).
El complicadísimo plan de Delphi involucraba
manipular a Albus para que robara y utilizara el giratiempo de tal manera que papá
Voldemort pudiera volver. Todo esto adornado con demasiados deus ex machina (como el hecho de que Draco resulta que siempre tuvo un
conveniente giratiempo en sus manos y que sólo menciona cuando le queda bien a
la trama).
De todas formas, una villana acartonada y
unidimensional no es el gran problema del libro. El inconveniente es que parece
menos una historia original y más un remix de elementos ya existentes en la
mitología potteriana. Todo lo que vemos ya se hizo, ya pasó. No se innova, no
hay riesgos. Esta es su mayor debilidad.
Por ejemplo: la relación entre Harry y Dumbledore se vuelve a construir. Ron y
Hermione se vuelven a enamorar (en una línea de tiempo alternativa). Snape vuelve a demostrar que es fiel a
Dumbledore y que es un capo. Hermione vuelve… ah, creo que ya se entendió…
J.K. Rowling no es la mejor escritora del mundo,
pero sus libros eran verdaderamente ingeniosos, sorprendentes, astutos, y progresivamente
más oscuros. El Legado Maldito tiene
más un aire a una ficción de un fanático que a una continuación destacable.
Lo que es peor, los personajes perdieron toda la
madurez que habían ido ganando con el tiempo: Harry vuelve a ser un llorón, Ron
vuelve a ser el alivio cómico y Ginny
está ahí… dando vueltas. Draco es sólo un recuerdo de su intimidante
personalidad anterior. Hermione es el único personaje fuerte en el que vemos un
verdadero desarrollo. Ella y Scorpious son los únicos personajes que están bien
trabajados.
Ni hablemos de los múltiples agujeros de guión y
recursos argumentales utilizados por el mero hecho de mostrar escenas nostálgicas
o generar emotividad. El viaje en el tiempo es una excusa –más literal que otra
cosa– de hacernos viajar a nosotros por los mejores momentos de Harry Potter. O
para responder a qué habría pasado si, por ejemplo, Ron invitaba a Hermione al
baile del cuarto libro.
La obra se apoya demasiado en pequeños cameos de
nuestros adorados personajes en lugar de expandir el universo, presentar nuevos
e interesantes personajes o presentar una trama creativa. Para peor, hay
algunas subtramas más o menos atractivas que últimamente quedan en la nada.
Es una lástima, pero sentí a El Legado Maldito como algo muy similar a la nueva película de Star Wars (que tampoco me gustó), un intento de revivir una franquicia por medio de constantes referencias, cameos y momentos nostálgicos.
Palabras
finales
Siendo honesto conmigo mismo, El Legado Maldito se lee con fluidez, entretiene y tiene algunos
momentos logrados. Especialmente funciona la química entre Albus y Scorpious,
hay situaciones muy cómicas (¡algunas se ríen metatextualmente de cosas del
universo Potter!) y el final, si bien no cambia nada, es satisfactorio.
Pero no puedo dejar de pensar que esto tendría que
haber sido algo más grande, más perfeccionado. El toque de Rowling no está presente
y es una decepción absoluta desde lo narrativo. Una lástima.
Por cierto, si les interesa entender bien cómo
funciona ahora la enredada línea temporal de Harry Potter luego de los eventos
de esta historia, este
sitio tiene la respuesta.
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=>> Otros posts sobre HARRY POTTER y FANTASÍA en el blog: “5 claves
del éxito de J.K. Rowling”; “La
originalidad del cine en tela de juicio”; “Los días
del venado, de Liliana Bodoc”; “Grimgar
renovó el animé de fantasía RPG”; “Batman:
Silencio, un excelente comic de iniciación”.
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Leí cuatro de los los libros y seguí un poco más la saga de películas. Y casi diría que me gustaron. Lo de los viajes en el tiempo fue un error, que plantea por que no se usaron después, pudiendo evitar esa muerte en el cuarto libro.
ResponderEliminarHay buenos escritores de fanfictions, que conocen muy bien la obra. Otros no.
No tengo la idea de esta obra teatral. Pero sé lo que pasó con la Segunda trilogía de la Fundación. Tres libros escritos por tres escritores autorizados por los herederos de Isacc Asimov, agregando historias a la saga de la Fundación. Los libros tienen algunos aciertos pero parecen no conocer a los personajes. Y es posible que pase algo parecido.
por lo que reseñas, falta un conflicto bien planteado.
Saludos.
Es tal cual comentás vos. Zafa, pero al final del día no termina de convencer. Quizás la nueva película "Fantastic Beasts" logre darle un giro verdaderamente interesante a la franquicia.
EliminarJa, Harry Potter, niños con poderes mágicos y colegios góticos. ¡Qué fácil es inventar! A la Rowling quisiera ver yo en mi situación. Veríamos si entonces publicaba hasta guiones de teatro con esas historias.
ResponderEliminar¿Y cuál es mi situación? Bueno es largo de explicar. Lo mejor es leer el blog de Ludmila von Vampüren. No puedo decir más...
NO entiendes que solo iba a ser una obra de teatro, pero que por presión de nosotros los fans se público un libro de la obra, tampoco entiendes que no es una obra exclusiva de Jk Rowling, Menos vas a entender que Jk si bien quiere ganar dinero con sus obras muchas veces es para obras sociales. Fácil es ponerse de criticón. Saludos.
ResponderEliminarLa crítica no implica necesariamente algo negativo. Lo importante es tener argumentos sólidos y no sólo decir: "no me gustó porque no me gustó". Intenté rescatar los puntos fuertes de esta historia, pero me fue inevitable resaltar sus grandes aspectos que la debilitan.
EliminarTambién mencioné que la obra NO es de JK Rowling, si bien ella tiene la propiedad de la historia, no es la autora material y estuvo bastante poco presente en el argumento. Está todo ahí, en el texto. Es fácil ser ciego cuando no se quiere ver. =)