1962 fue
un año lleno de acontecimientos históricos. John Logie Baird muestra el primer sistema de TV que transmite en
directo imágenes en movimiento; la crisis entre Alemania e Italia (debido a las acusaciones de Mussolini) se incrementa… y fallece Harry Houdini. En Argentina, Julio
Cortázar publica su recopilación de relatos cortos más aplaudida: “Historias de Cronopios y de Famas”.
“Historias…”
es una antología
de minificción dividida en 4 partes
(todas igualmente maravillosas pero por motivos diferentes). Sus textos están
plagados de la ironía que siempre lo destacó y, entrelíneas, tejen reflexiones de carácter filosófico.
La primera sección –Manual de Instrucciones– es mi
favorita por exponer (con sarcasmo y una prosa literaria fantástica)
situaciones cotidianas que hacemos
todos en modo automático, sin reflexionar profundamente sobre ellas.
Acciones habituales, del día a día.
Acciones casi ridículas como llorar, subir una escalera y vestir un reloj.
El humor y
la ironía se revuelcan dando lugar a todo tipo de instructivos delirantes.
Es casi imposible que el lector (nosotros, a quien Cortázar nos habla en
segunda persona) no sonría al rememorar cómo
experimenta esas habituales situaciones. Son textos hiperbreves que
sorprenden por su
simpleza y profundidad al mismo tiempo. Pero, de todos ellos, ¿cuál se
destaca por encima del resto? Acá van mis preferidos:
(5) => “Instrucciones para llorar” (leer)
«Dejando de
lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por
esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con
su paralela y torpe semejanza.»
Cortázar analiza
el llanto objetivamente como un procedimiento técnico, obviando la
indiscutible conexión emocional relacionada con esa acción. Me encantan las
opciones que el autor brinda para perpetrar el llanto a falta de imaginación
(“(…) esos golfos del estrecho de
Magallanes en los que no entra nadie, nunca.”). El acto en sí se representa como una idea concreta y
hace uso de un vocabulario de inusual sencillez.
(4)
=> “Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo” (leer)
«En un pueblo
de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del
volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde,
muere.»
Uno de sus textos
breves más largos. Brinda, en cada párrafo, una serie de ficticias (e
hilarantes) “leyendas urbanas” que
podrían haber sido usadas para inculcar miedo entre la gente. Es una pequeña
obra surrealista e innovadora que rompe
la cuarta pared, quizás más que todas sus otras instrucciones. El final es
comiquísimo y cierra perfectamente la idea de lograr la sugestión con cada historia. ¡Cortázar miente
descaradamente y nos encanta!
(3) => “Instrucciones para
dar cuerda al reloj” (leer)
« ¿Qué más
quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad,
imítelo anhelante. »
Un texto alegórico
bellísimo que compara a la vida como un
reloj al que hay que “darle cuerda”. Tiene muchísimo simbolismo y una prosa elegante. El juego constante
con la
percepción del tiempo personal (el de cada uno de nosotros) es tan interesante
como las metáforas que el autor utiliza. Por sobre todo, sus consejos (sutiles,
delicados) estremecen al alma: “Sujete el
reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela
suavemente”.
(2) => “Preámbulo a las
instrucciones para dar cuerda al reloj” (leer)
«Piensa en esto: cuando te
regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas,
un calabozo de aire.»
La precuela del texto del puesto nro. 3 es muy
especial. “Historias de Cronopios y de
Famas” es una bizarra mezcla de poesía
y prosa, humor y filosofía, crónica y fantasía. Y este pequeño texto es la
representación más fina de su humor, capaz de arrancarle una sonrisa hasta al más amargo.
Nos habla de la
dependencia de los objetos, y lo inseguros que nos vuelve apegarnos a
elementos materiales como un
simple reloj. El hombre como prisionero del hábito, de las costumbres, de
las cosas. Es ironía pura, purísima. Es maravilloso como un texto que se lee en 30 segundos puede evocar tantas reflexiones.
►
UN HOMENAJE: Antes de arribar al célebre primer puesto los invito a
darse una vuelta por mi propio texto homenaje al “Manual de Instrucciones” de Cortázar: “Instrucciones
para aconsejar a través de frases”.
(1)
=> “Instrucciones para subir una escalera” (leer)
«Para subir
una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha
abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe
exactamente en el escalón.»
Mi gran favorito. ¿Realmente había alguna duda? No
por nada es uno de los textos más aclamados de Julio Cortázar. El autor describe magistralmente el procedimiento
para subir una escalera. ¡Hasta explica cómo debemos colocar los pies! ¿Cuántas
cosas sabemos hacer sin preguntarnos realmente cómo (o por qué)?
Una escalera es un símbolo que puede tener infinitas
connotaciones narrativas. Para muchos representa el transcurso de la vida y
el aprendizaje de nuevas experiencias. Pero me parece que Cortázar lo encaró por otro lado. Nos obliga a una
observación diferente a la cotidiana. Toma algo extremadamente conocido y
lo expone de forma tal que parece algo (casi) alienígena. ¡Por textos como este
Cortázar alcanzó un reconocimiento
universal! Una narración absolutamente magistral.
(PD: no dejen de leer “Instrucciones
para subir una escalera al revés”, ¡la segunda parte de esta historia!)
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Un artículo muy interesante y de mucho valor para mi. Muy buena recopilación e interpretación. De paso leer todos estos relatos de Cortazar será una delicia. ya he disfrutado de alguno y me encanta por todo loq ue comentas. comparto. Un saludo.
ResponderEliminar¡Gracias por darte una vuelta! Un grande Cortázar...
EliminarCortázar nació hace ahora 100 años. En 1926 tenía 12 añitos, y aunque por entonces ya le daba al lapicero, no publicó su primer libro hasta los años 40. "Historias de cronopios..." es de 1962. Por lo demás me ha parecido una entrada interesante.
ResponderEliminarGracias por avisar, evidentemente soy un poco disléxico. ¡Corregido!
EliminarMe encantaron el post y el ránking, aunque mis instrucciones favoritas son las que pones en quinto lugar. :P Hoy precisamente enlacé tu nota en una mía. Saludos. http://www.belelu.com/2014/09/instrucciones/
ResponderEliminarBuenas! Ahora me paso por tu nota para chusmearla. Gracias por compartir esta entrada. =)
EliminarHay un dato inexacto, Para 1962 la televisión estaba hace rato establecida y ya se estaban haciendo algunos programas vía satélite en ciertos países. Es en 1942, Logie Baird realizó la primera demostración pública de un tubo electrónico en color. Para 1954 ya había televisión a color, aunque no difundida. En 1966, prácticamente todas las series de televisión estadounidenses empezaron a producirse "in color".
ResponderEliminar¡Gracias por la aclaración! Se arreglará. ¡Saludos!
EliminarSaludos, desde Lima, Perú!Éxito con el blog.
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