En particular, la del miércoles 16 de noviembre de 2016
va a quedar en mi memoria como una de las más memorables. Pero vayamos al
grano, porque este tiempo moderno apremia. Mi segunda novela (ahora sí puedo llamarla
por su nombre: “El alma dividida”)
ganó el segundo premio en el II concurso literario internacional “Vuela la cometa”
que organizó Arola Editors en la
ciudad de Tarragona, España. Fue una noche de experiencias intensas, de un
torrente de emociones y de –cómo la tradición española acostumbra y aconseja–
muchas tapas y cañas.
Pero no quiero adelantarme.
Todo comenzó cuando envié mi manuscrito al
concurso. Vuela
la cometa es un premio internacional de narrativa en castellano para
menores de 38 años. Lo organiza Arola Editors y el premio es de 2.000€ (unos
35.000 pesos argentinos) a cuenta de los Derechos de Autor y publicación en la
colección LA COMETA para Sant Jordi de 2017.
Unos meses más tarde, los organizadores me avisaron
que estaba finalista entre cinco o seis novelas. Luego de una nueva pasada,
quedamos sólo tres: “Habrá valido la pena”
(del escritor malagueño Daniel Morales, un pibe que me cayó fantástico), “La desaparición de la pureza” (del
escritor español Jorge Polo) y “El alma
dividida” (de un tal Luciano Sívori).
Después me enteré de que se presentaron casi noventa obras.
Me invitaron a la ceremonia, donde podía ganar
cualquiera. Lo cierto es que viajar a España por una semana, en el medio de mis
trabajos, complicando a mis alumnos que están a final de cursada, abandonando a
los chicos de los que soy tutor del Trabaja Final de Carrera, con mi mujer
embarazada del pequeño Benjamín, no era cosa fácil. Ya fue, es ESPAÑA. Me animé,
armé las valijas y fui.
Aproveché el salto de charco para conocer Barcelona, y también hacer un poquito
de turismo por Tarragona, una ciudad maravillosa. La verdad es que todos en el
equipo (Juan Ballester, Laura Uriol, Silvia, Antonia y un gran etcétera) nos trataron
a todos como reyes.
El acto fue solemne, lleno de figuras importantes
del círculo literario español y el ambiente local de la ciudad. Presentó el
periodista Luis del Olmo, contamos con la presencia del escritor Luis Goytisolo
y se homenajearon a dos autores: el español Jordi Tiñena y la escritora danesa Karen Blixen, célebre por
su obra Memorias de África que tuvo
su adaptación cinematográfica con Robert Redford y Meryl Streep.
También estuvo presente Marcelo García, ganador del certamen anterior. Un escritor y
profesor de Oviedo que defendió la novela de Jorge Polo.
Ya lo
contó con más detalle en
esta nota Esther Mateos, una de
las finalistas del concurso anterior. Básicamente, nos sentamos adelante (Jorge
Polo no pudo asistir por lo que su silla quedó vacía) y los puntajes otorgados
por cada jurado fueron apareciendo en pantalla a intervalos de unos 5 a 10
minutos.
Entre tanto, tres escritores defienden cada una de las obras que
quedaron seleccionadas.
Mi defensa la realizó la escritora Lucía Boronat, una mujer encantadora
cuyos nervios eran tan grandes que redujeron los míos. Hablamos antes del
evento, discutimos algunos aspectos de la novela, y lo hice muy bien. Tan bien,
de hecho, que varios me lo dijeron después por el pasillo.
Creo que Lucía supo captar los puntos más
relevantes de la historia (su esencia) y la plasmó en un texto muy hermoso.
También leyó dos extractos de la novela que le parecieron importantes. Este fue
uno ellos:
***
«La lluvia
cae porque el cielo ya no puede soportar su peso. Del mismo modo, las lágrimas
caen cuando el corazón ya no puede resistir la aflicción. Eran días de muchos
cambios. La vida martillaba a nuestra familia sin tregua. Eran días donde hasta
una estúpida tormenta me horrorizaba. Mamá no decía nada, y ahí fue cuando
quebré. Rompí en llanto; no había represa que pudiera contenerme.
Lloré, y mamá
también lo hizo. Quizás por los mismos motivos, o quizás por razones totalmente
distintas. Me tomó de los hombros y me abrazó con fuerza. Pero no decía nada…
¿Por qué no
decía nada?»
***
De los cinco jurados, cada uno puntuó a las tres
novelas brindando uno, dos y tres puntos. Comencé con la delantera con un
primer jurado que colocó un “tres” y un segundo que colocó un “dos”. Sin
embargo, sobre el final la obra de Daniel
levantó vuelo y se llevó el primer lugar.
Habrá valido
la pena debe ser increíble. Lo sé no sólo porque resultó ganadora, sino
porque además quién defendió a Daniel leyó la primera página, y sólo ese
fragmento da cuenta de mucha calidad literaria.
Sería un hipócrita si no dijera que quería
ganar. Nunca había querido tanto algo en mi vida como esa noche. Además del
premio en dinero (que no habría venido nada mal) es una oferta de publicación
asegurada. Fue una mezcla de sensaciones que cuesta poner en palabras. Desde
hace dos años, cuando concebí esta novela por primera vez, estuve haciendo todo
lo posible por lograr que llegue a manos de muchos lectores.
No gané, pero tampoco estoy muerto (y, seamos
honestos, tampoco salí tercero).
Pude bromear con que soy el “Messi” literario (¡yo,
que no sé nada de fútbol!). Afortunadamente, Juan Ballester y el resto de las
personas de la editorial quedaron muy interesados en El Alma dividida, y hay buenas chances de que sigamos en contacto.
Con un poco de buena fortuna, pronto estaremos trabajando juntos para llevarla
a las estanterías.
Pero eso no lo puedo asegurar ni yo ni nadie. Lo
que sí puedo decir es que aquella fue una noche especial, rodeada de nuevos
amigos, de personas que sin conocerme me trataron como familia, me llevaron a
comer, me llevaron de fiesta, me dieron alcohol, me dieron luego más alcohol y
no me dejaron tomar agua. Exactamente como a mí me gusta que me traten.
Por sobre todo, durante ese rato sentí que lo que
hago desde mi literatura importa, y me aseguró que es lo que verdaderamente amo
hacer, que es mi lugar en el mundo. Es muy loco estar entre tanto gente
felicitándote, discutiendo qué se interpreta de la historia (al parecer, Juan Ballester y Lucia tuvieron puntos
de vista muy diferentes sobre lo que sucede en El Alma Dividida). Es increíble esa sensación de estar como en casa
a miles de kilómetros de casa.
A todos los organizadores del concurso: gracias,
infinitas gracias. Han hecho un evento de puta madre, superando todas mis expectativas. Ha salido
todo perfecto, nos hemos reído, nos hemos divertido y hemos hecho historia en
Tarragona. Me voy de la ciudad con la alegría de saber que gané un nuevo hogar,
y con la esperanza de volver por aquellos pagos pronto.
A mis lectores, como siempre, gracias por estar
ahí. Sea simplemente siguiéndome desde el anonimato, dejando comentarios o
compartiendo el contenido del blog. ¡Hasta la próxima!
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=>> Otras NOVEDADES LITERARIAS en el blog: “Del
texto a la vida, mi primera obra de teatro publicada”; “Homicisium
(cuento ganador)”; “Los
delicados riesgos de oprimir un botón sin leer las instrucciones (microrrelato ganador)”;
“El
hombre del 4-D (cuento)”; “Implacablemente
suyo (cuento ganador)”
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Felicidades Lucíano, desde hace ya más o menos un año que sigo tu blog. Disfrutaste de la comida?
ResponderEliminarFelicitaciones Lupa ya sos un grande ,ya te conocen figuras importantes y eso es muy bueno para tu carrera que sigan los éxitos un abrazo de tu Abuela
ResponderEliminar¡FELICITACIONES! ¡Me alegro muchísimo! Aunque no hayas ganado, hay que llegar al segundo lugar! Y es verdad, no ganaste el efectivo, pero te trajiste contactos, que, a la larga, son más valiosos ;)
ResponderEliminar¡Saludos!
Me traje algo más además de contactos: unas toallas del hotel, un banco de la plaza, una piedrita que encontré en la playa y una ampolla que me salió en el pie.
EliminarDoy fe de que fue una noche especial, no creo que ninguno de los que estuvimos allí la olvidemos fácilmente. Muchas gracias por tus palabras, Luciano. Fue un placer conocerte. Espero que disfrutes del tiempo que te queda en estas tierras, y del regreso (estaré atento para saber cuándo llega el peque!). Y estoy seguro de que El alma dividida sabrá encontrar el camino hacia los lectores sin duda merece. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, caminar medio atontados a las 4 de la mañana por las calles de Tarragona son cosas que no se olvidan con facilidad. Bien merecido lo tuyo, Daniel. Quizás nos reencuentre un próximo concurso. =P
EliminarGrande Lu ! Me alegra mucho todo lo que estás pasando... Abrazos !
ResponderEliminar¡Chas gracia, Fredy!
EliminarFelicitaciones. Escribir una novela lleva su esfuerzo. Y ganar un premio es todo un logro. Seguro que merecido, como escribís.}
ResponderEliminarMuy bien.
Saludos.
Gracias, Demi, siempre un placer tenerte por estos lados.
EliminarFelicidades, Luciano, por ese segundo puesto. Estoy segura de que muy pronto veremos a la venta tu novela. Me ha gustado leer tu experiencia porque me ha hecho revivir la mía del año pasado. Sin duda, una noche inolvidable por el gran trato que siempre ofrece Arola. ¡Ah! Y gracias por compartir mi enlace. :)
ResponderEliminarEsther
¡Buenas! De hecho, tu descripción del evento (que la leí apenas me enteré de que era finalista) me sirvió para convencerme de que era todo legal y me entusiasmé para ir.
EliminarYa me agendé tu blog para seguir el resto de las notas.
¡Saludos!
Muchísimas felicitaciones, Luciano. Con el tiempo, me he convencido, quizás por pesimista o realista (No sé, el mundo me ha hecho así), de que no hay cabida para el arte, ejemplo claro: las nuevas librerías adaptadas para gente a la que no le gusta leer). Hace no mucho, cuando iba por el centro de la ciudad, vi a un hombre mayor que vendía unas pequeñas pinturas hechas sobre cartones. Eran realmente hermosas y tenía una técnica muy llamativa. Como sea, se notaba que no le estaba yendo muy bien con la venta: la gente pasaba y ni le miraba. En la pequeña charla que tuvimos me dijo que "desafortunadamente las personas ya no se toman un tiempo para apreciar lo que les rodea". Lo cierto es que la imagen en sí me pareció desalentadora para algunos artistas que ven el riesgo en que se convierte dedicarse a eso; que el esfuerzo no siempre acompaña al éxito. Me alegra saber de que existen momentos como el que tú viviste para demostrarme lo contrario, que estoy equivocado y que hay razones para creer que no todo está perdido.
ResponderEliminarque grande !!felicitaciones !!no hay duda de tu gran talento:)ya estoy a la espera de otra novela ja.
ResponderEliminarSilvina Moscoloni
Muy bueno che! Felicitaciones!!
ResponderEliminarMuy buen chiste el de Messi. Podés integrar también en la banda de Lisa "Nacidos para segundear".
Ya fue, si a Borges no le dieron el Nobel. Lo grato de todo esto es lo que te queda a vos y las ganas que te da de seguir escribiendo
Abrazo!