Con el final de la historia cada
vez más cerca, este explosivo shonen
no ha perdido su enfoque. Reseña de My
Hero Academia: Temporada 6.
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Un regreso a lo grande
Todo apunta a que 2023 va a ser tremendo año para el animé. No sólo se estrenó en cines Suzume, la nueva obra de Makoto Shinkai (el realizar detrás de Your Name, 5 Centimeters per second y Wethering With You), sino que además ya tenemos las terceras temporadas de Demon Slayer y Dr. Stone.
Si alguien me hubiera dicho, hace casi siete años (cuando My Hero Academia se emitió por primera vez), que esta especie de mezcla entre Harry Potter y los X-Men terminaría siendo tan popular, no lo hubiese creído.
Y, sin embargo, acá estamos. Después de dos temporadas de inconsistencias y arcos que tranquilamente podrían no haber estado, hemos llegado a una sexta entrega que no solo cumple con las expectativas planteadas, sino que hasta las supera. Esto es el animé en su mejor forma y la entrega más sólida desde My Hero Academia: Temporada 3.
Los 25 episodios que conforman la sexta temporada han sido un regreso a las emociones, temas y momentos de los primeros capítulos. Lo que se había perdido durante un tiempo había sido la introspección y los momentos de reflexión más profundos que conformaron gran parte de las temporadas anteriores.
Ya quedaron fuera la batalla final de All Might (y darse cuenta de que estaba transmitiendo su testamento a su sucesor) o la pelea de Deku y Bakugo envueltos en el complicado trauma infantil compartido entre ellos.
Si bien hubo destellos de todo esto en la cuarta y quinta temporada, más allá de la redención de Endeavor, no tuvimos tanto desarrollo de personajes. Afortunadamente, My Hero Academia Temporada 6 recupera estos grandes momentos que se habían estado acumulando y que ahora, finalmente, alcanzan su punto de quiebre.
Después de una quinta entrega un
tanto imperfecta, My Hero Academia Temporada 6 presenta dos nuevos
arcos de la historia: “Paranormal Liberation War” y “Dark Hero”. Arcos que
combinan los mejores momentos de todo el animé hasta la fecha, e incluso los
superan a veces con una animación de acción descomunal y varias situaciones
emocionales que muestran cuánto estos jóvenes héroes han vivido. Esto es My
Hero Academia en su apogeo.
Mucha acción y (mucho más) drama
La primera mitad de esta temporada contiene la mejor acción que My Hero Academia haya entregado hasta la fecha, con impactantes composiciones visuales y escenas de lucha muy fluidas que demuestran una verdad indiscutible: Studio Bones todavía sabe lo que hace.
Con algunas de las peleas más sobresalientes, y específicamente el cambio en los poderes de Deku, la capacidad de Bones para mantener una belleza e intensidad constantes continúa impresionando. Las elecciones de paletas de colores en los dos arcos de esta temporada también hablan de cuán metódico es cada elemento de cada escena y la atención con la que se creó todo.
Retrocedamos un poco. Continuamos donde lo dejamos en la última temporada: con la redada en el hospital de los Nomu. Los primeros diez o doce capítulos son una impresionante secuencia de acción tras otra.
La quinta temporada nos había dejado al sucesor de All For One, Tomura Shigaraki, a la cabeza del antiguo Ejército de Liberación. Este grupo criminal organizado representa una inmensa amenaza para la Asociación de Héroes, no solo por su gran tamaño y fuerza, sino también por las abrumadoras peculiaridades de villanos como Jin “Twice” Bubaigawara y Gigantomachia.
Keigo “Hawks” Takami había estado encubierto desde hace un tiempo. Cuando él confirma que Shigaraki no se ve por ningún lado, la Asociación de Héroes decide asediar el cuartel general enemigo con un ataque sorpresa utilizando la totalidad de sus activos.
En esta sexta temporada, el centro de atención está puesto principalmente en algunos villanos que obtienen desarrollos sorprendentes (Dabi, Shigaraki y All for One) y en los héroes Endeavour, Todoroki, Bakugo y Deku. Entre la primera y la segunda mitad, el desarrollo de Deku como personaje se dispara.
Nuestro héroe protagonista sigue obteniendo cada vez más poderes, gracias a un mayor entendimiento de su quirk One For All. Pero también tiene un conflicto interno enorme y hasta es salvado por su rival Bakugo no una, ¡sino dos veces! Uno de los mejores y más bellos episodios (el Nro. 23: “Deku vs. Class A”) encuentra a Deku en su punto emocional más bajo y batallando contra todos sus compañeros de clase.
Hawks también se destaca mucho
esta temporada. Luego, por supuesto, tenemos toda la bomba de la historia de
fondo de la familia Todoroki. La
escritura de personajes fue definitivamente mejor que en las entregas
anteriores. Incluso los héroes secundarios, que aparecen solo en unos pocos
episodios, como Lady Nagant, obtienen pequeños pero excelentes arcos
argumentales.
Sin vuelta atrás: el principio del fin
Los creadores ya han expresado que estamos muy cerca del clímax de la historia y queda muy en claro al ver My Hero Acadeamia Temporada 6. De hecho, la próxima temporada quizás sea la última, según los últimos reportes. Esta nueva entrega se centra en la gris moralidad de la Sociedad de Héroes, que ha formado parte del paisaje, silenciosamente, en la serie desde sus comienzos.
Ese gris finalmente se ha vuelto frontal y central; ya es imposible de ignorar. En ninguna parte esa realidad complicada es más evidente que en el protagonista (previamente intachable) Izuku “Deku” Midoriya. El tono de My Hero Academia, y el propio Deku, se han transformado por completo. Alguien que no haya continuado la serie desde aquellas primeras temporadas podría encontrar a su personaje central irreconocible.
La segunda mitad de la temporada pone el foco en las consecuencias de la gran batalla de la primera parte. Los héroes no solo no pudieron mitigar la destrucción y la pérdida de vidas, sino que el antagonista All For One orquestó una fuga masiva el mismo día. Los villanos ahora andan sueltos por todo Japón, hundiendo al país en un estado de violencia, anarquía y caos.
Lo que es todavía peor es que no hay suficiente mano de obra para abordar la gravedad de la situación. Y eso fue antes de que un montón de héroes comenzaran a renunciar, simplemente porque son seres humanos que ya no pueden soportar tanta presión.
Comprensiblemente, el sentimiento público hacia los héroes está en su punto más bajo. Muchos ciudadanos incluso están tratando de hacer justicia por mano propia. Al hacerlo, a menudo solo empeoran una mala situación por su falta de experiencia y agregan más daños colaterales.
Este es el My Hero Academia más oscuro que jamás haya existido, con muertes brutales y daños irreparables causados tanto a nuestros héroes como al mundo en el que habitan. La temporada 6 logra que estos momentos emocionales lleguen de manera muy profunda. Las grandes revelaciones funcionan porque la historia se viene construyendo progresivamente desde hace más de 100 episodios. Cuando llegamos al segundo opening de la temporada (Bokurano / Eve), queda claro que no hay vuelta atrás a como eran las cosas antes.
Para el cierre de temporada, los niños de la Clase 1-A ya no son más niños. Están traumatizados y rotos de la misma manera que los héroes que los inspiraron. Hay miedo al futuro, una presencia maligna inminente y el conocimiento de que a veces, incluso cuando uno tiene éxito, no es suficiente.
My Hero Academia Temporada 6 ha
sido una clase magistral sobre cómo crear tensión y mostrar cómo un personaje
madura gracias a su mortalidad y su culpa. Admito que el episodio final me dejó
gusto a poco, pero el viaje en el que hemos estado durante toda la temporada
(que, de hecho, comenzó a emitirse en 2022) es el más emocionalmente tenso
hasta ahora, con las apuestas más altas que hemos visto.
My Hero Academia está disponible en Crunchyroll y en la Bahía de Jack Sparrow
Nota originalmente publicada para Alta Peli.
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