Mi amigo y editor Santiago Scarlato (a quien, religiosamente, torturo con la revisión de todos
mis cuentos para volverlos presentables, cual mono vestido de seda) me pasó una
noticia reciente sobre Suiza aprobando el uso de unos sarcófagos modernos que
permiten el suicidio asistido.
El artículo nos inspiró a ambos. Santiago
–que también le hace a la escritura– se sentó a contar su propia historia,
culminando en un cuento borgiano decididamente superior al mío. Mi versión es
un pequeño relato de ciencia ficción que espero puedan disfrutar.
Sin más preámbulos, les comparto El cadáver prematuro, el cuento número 55 del
blog. Vení a robármelo, Charlie Brooker (AKA el creador de Black Mirrror).
Por acá está la versión narrada para el podcast.