En el 2012, ocho años luego de
finalizar su saga de La Torre Oscura, Stephen King sintió la necesidad de
volver a Roland y su Ka-Tet. El viento
por la cerradura es una fascinante novela intermedia que ocurre en el
último momento feliz del grupo, antes de que todo empiece a irse al demonio.
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Un oportuno regreso
King comenzó la serie La Torre Oscura en 1974. El pistolero nació como un cuento que fue cobrando impulso a medida que el escritor iba armando una suerte de multiverso. La frase inicial: “El Hombre de Negro huyó a través del desierto y el pistolero lo siguió” se convirtió en una suerte de mantra para todos los lectores constantes de esta serie de novelas.
Me dispuse a leer cada uno de los siete libros de La Torre Oscura durante 7 años consecutivos. Y lo logré. Cada reseña quedó plasmada en el blog, así que pueden repasar mis reflexiones si así lo desean. Long story short: amé este épico relato que realmente es el magnum opus de Stephen King. Tiene sus más y sus menos, secciones un poco densas, partes mejores que otras. Pero pocas veces en mi vida me enganché tanto con una serie de libros como me ocurrió acá.
Cuando terminás el séptimo libro te queda una especie de vacío. No sólo por el desenlace extremadamente brutal, épico y desgarrador. Sino porque sabés que la historia concluyó y es hora de pasar a otra cosa.
Por eso me entusiasmé bastante cuando descubrí que hay una suerte de midcuela / entrenovela que recupera a Roland y su grupo de una forma muy particular. Ésta es una historia dentro de una historia… dentro de una historia. Y la mayor parte del libro se dedica a la capa más profunda de esta muñeca rusa.
Lo interesante de King es que acá
aborda dos géneros que no habían estado tan presentes en La Torre Oscura: el
policial detectivesco (la historia del Hombre
Pieles) y la fantasía oscura (la de El
viento por la cerradura en sí misma). Y lo hace con la naturalidad que
siempre lo destacó.
Arquitectura de muñeca rusa
Temporalmente todo se ubica entre los libros #4 (Mago y Cristal) y #5 (Lobos del Calla, uno de mis favoritos). Así que podríamos decir que El viento por la cerradura es La Torre Oscura #4.5.
No hay nada que sea particularmente importante para el conflicto principal de la saga. No hay una gran idea para el final ni un mayor desarrollo de nuestros personajes favoritos. Sin embargo, me parece un hermoso regalo para todos los que sufrimos con el viaje épico de Roland a lo largo de siete largos libros.
La novela está pensada para leerse luego de haber terminado toda la saga, porque hay mucho foreshadowing y pequeños easter-eggs que son una delicia. Varias de estas referencias no las descubrí yo solo, sino que fueron gracias a los chicos de Kingslingers, un podcast genial especializado en Stephen King y toda la obra que rodea a la Torre Oscura.
Entonces… ¿de qué va El viento por la cerradura? Es la octava novela de la serie La Torre Oscura de Stephen King y una “intercuela” que tiene lugar entre Wizard and Glass y Wolves of the Calla.
Mientras se refugia de una tormenta de nieve, Roland le cuenta a su ka-tet una vieja historia sobre su pasado; meses después de la muerte de su madre, su padre lo envía a él y a su amigo Jamie DeCurry al pequeño pueblo de Debaria para investigar a un "hombre-piel", un cambiaformas que ha estado aterrorizando a los aldeanos.
Acá es súper interesante la decisión de King de tener a Roland narrando en primera persona. Es la única vez en los libros donde recuerdo que esto ocurra.
Dentro de la historia del Hombre Pieles, tenemos otra historia: una antigua leyenda del Mundo Medio sobre un joven llamado Tim Ross que emprende una peligrosa búsqueda a través del Bosque Infinito para salvar a su madre. Stephen King siempre dijo que Tolkien fue una enorme inspiración para la Torre Oscura, y esa influencia se recontra nota en el relato de Tim, que es muy aventuresco.
Así, la estructura del libro es como la de una muñeca matryoshka: Ka-tet > Flashback al joven Roland > El viento por la cerradura (historia principal) > Flashback a un joven y estúpido Roland > Ka-tet.
El formato de este libro funciona
sorprendentemente bien y me ayudó el hecho de que me involucré por completo en
todas las diferentes historias que se contaban. Aunque no es crucial para la
historia principal de la serie, nos enseña más sobre Roland y se continúa
explorando la complicada relación de nuestro pistolero favorito con su madre.
Cambiaformas y bosques mágicos
Como mencioné al principio, me pareció muy placentero poder estar de vuelta con el equipo completo: Eddie, Acho, Susannah, Roland y Jake. El buen humor y las bromas entre los miembros del Ka-tet son tan fluidas, firmes, graciosas y naturales como siempre. Me sacó muchas sonrisas. Es trágico recordar que será el último momento donde ellos realmente estén tranquilos y felices como grupo.
La primera historia nos narra la vez que Roland fue enviado a una misión con su compañero Jamie por su padre, el legendario pistolero Stephen Deschain. El relato se desarrolla como una especie de policial detectivesco y brinda muchísima información sobre la vida en Gilead cuando Roland era todavía un adolescente.
El argumento se sitúa un tiempo después de que Roland fue engañado para matar a su propia madre y el gran cierre es la redención que nuestro antihéroe favorito encuentra.
El plato principal de la novela, sin embargo, es la historia dentro de la historia dentro de la historia. Esta sección es un cuento de hadas oscuro e inquietantemente hermoso. A pesar de que suceden eventos terribles, el trazo de King deja entrever cierto grado de esperanza subyacente.
“Las historias que escuchamos en nuestra infancia son las que recordamos toda nuestra vida”. No voy a spoilear el argumento ni dar muchos detalles. Sólo mencionar que funciona temáticamente para explorar el amor entre una madre y un hijo, conectando directamente con Roland y Gabrielle Deschain.
“El viento por la cerradura” era el relato que su madre le contaba a Roland antes de dormir, y que ahora él está narrando a un joven y asustado Bill para poder calmarlo dentro de una celda, a la espera del Hombre Pieles.
El relato de Tim Ross incluye traiciones, un padrastro alcohólico, ¿una nueva aparición de El Hombre de Negro?, dragones, bosques prohibidos, hadas traviesas y un par de magos. Todo es muy místico y atrapante.
Realmente disfruté leyendo este
libro y lo devoré en unas pocas semanas. King afirma que esta entrada debe
colocarse entre los libros #4 y #5. Estoy de acuerdo cronológicamente, por
supuesto, pero no debería leerse en ese orden, no. Más allá de las referencias
a otros momentos de La Torre Oscura, me parece que funciona como un buen adiós
final al mundo de La Torre Oscura.
Supongo que mi principal queja es que no hay mucha acción o tiroteos. Claro, Roland tuvo que imponerse un poco con el Hombre Pieles, pero quizás esperaba algo que explicara la transformación del ka-tet entre los libros cuatro y cinco.
Se me ocurre que Stephen King fue
astuto en dejar una puerta abierta en este sentido. Todavía cabe espacio para
seguir metiendo “intercuelas” en el futuro.
Pequeñas migajas de mitología (mini spoiler alert)
Resulta que el León Guardián del Haz se llama Aslan, linda referencia para los amantes de C.S. Lewis. Por cierto, me encanta cómo cierra esta novella y todo lo que representa: “The two most beautiful words in any language are: I forgive.”
Qué gran personaje DARIA, un servicio de orientación electrónica que Tim utiliza para atravesar el Bosque Prohibido. Al principio, trata a Tim como un viajero más, pero pronto se encariña tanto con él que comienza a hacer todo lo posible para ayudarlo. Incluso viola la directiva 19 (¡siempre el número 19 como recurrente en La Torre Oscura!) para darle información clasificada, a pesar de saber que esto la matará.
Sobre el Hombre del Pacto: está fuertemente implícito que son uno y el mismo con Randall Flagg, el Hombre de Negro. ¡Qué locura pensar que Gabrielle le contaba a su hijo la leyenda donde aparece la misma persona con la que luego ella se acostará y terminará causándole la muerte! Al final todo somos Walter O´Dim. ¿O era Marten Broadcloak?
Me mata que Maerlyn, un poderoso mago y demonio (creador de las trece bolas
mágicas), fue engañado por El Hombre del Pacto para ser encerrado en la forma
de un tigre sólo porque estaba absolutamente ebrio.
Palabras finales
El viento por la cerradura es una de las “historias cortas” que desarrollan los mundos y personajes de la Torre Oscura. Se trata de una novela bastante corta (para los estándares de King) que demuestra que el escritor es capaz de llegar al punto mucho más rápido, sin dejar de desarrollar un mundo completo.
Es también una prueba de que todavía tiene muchas historias brillantes para contar, y que está en su mejor momento cuando escribe para sí mismo, no por obligación con sus impacientes fans. No me molestaría tener otros relatos relacionados con Medio-mundo (de hecho: un próximo objetivo es leer la novela corta Little Sisters of Eluria)
Una vez más, acá tenemos tres capas de relatos (el presente con el Ka-tet, el misterio del Hombre Pieles y el cuento infantil protagonizado por Tim) que funcionan enganchando al lector e interconectándose temáticamente.
Aunque nada agrega demasiado a los
eventos de La Torre Oscura, es una muy buena adición que profundiza en la
fascinante mitología de la Torre Oscura y el mundo que rodea a Roland Deschain.
Súper recomendado.
“Time is a keyhole (…). We sometimes bend and peer through it. And the wind we feel on our cheeks when we do - the wind that blows through the keyhole- is the breath of all the living universe.”
― Stephen King, The Wind
Through the Keyhole
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