“Archive 81” y el auge de la cultura podcastera

 

Como prácticamente medio mundo, en el Año de la Pandemia me sume de lleno a la cultura podcastera. Archive 81 es una interesante propuesta de Netflix que busca aprovechar esta ola, aunque quizás nunca nos enteremos.

 

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De podcast de culto a sensación de Netflix

Archive 81 es originalmente un podcast de ficción y terror sobre Dan Powell, un archivista que acaba de comenzar un nuevo trabajo revisando y catalogando grabaciones realizadas por el Comité Histórico de Vivienda del Estado de Nueva York.

A través de una serie de misteriosas entrevistas realizadas por una tal Melody Pendras, poco a poco se van revelando oscuros secretos sobre el edificio.

Recientemente, Netflix sacó una serie basada en la primera temporada del programa, aunque realmente no hay mucho en común con el material fuente. De hecho, si nadie te lo dice es imposible que sepas que la serie adapta los capítulos de un podcast (o incluso qué catzo tiene que ver el título… que nunca se explica).

De todas formas, Archive 81 se disfrutó bastante. Me la recomendó mi viejo pensando que me iba a gustar (tenía razón) y que él la había abandonado porque le daba “mucho miedo”. En realidad no da miedo en lo absoluto; es más bien un thriller de suspenso que un relato de terror puro.

A pesar de nunca descender al horror total, Archive 81 sigue siendo inquietante. Es una rara serie que hace un excelente uso de su ya intrigante premisa e ideas. Con ocho episodios quizás se hace un poquito larga, aunque también le destaco la ambientación que logra y el uso creativo del found-footage.

Me impresionó cómo se busca generar ansiedad y terror a la luz del día. Más allá de algunas escenas relacionadas con pesadillas, la mayoría de los eventos de la serie tienen lugar durante el día (aunque es posible que uno no pueda saberlo, ya que las instalaciones de investigación tienen muy pocas ventanas).

Por otro lado, sí tenemos criaturas extrañas, personajes siniestros, sótanos oscuros (todo lo relacionado con el sótano del edificio Visser está muy limado) y una catedra espeluznante y abandonada debajo de un centro de investigación.

A lo largo de la serie –cuyo productor ejecutivo es el imbatible James Wan– se utilizan largas tomas panorámicas de pasillos vacíos para inducir todavía más ansiedad en el espectador.

 

Archive 81: secretos bien guardados

¿Pero de qué va esta serie? El archivista y experto en restauración de cintas Dan Turner (Dan T., una clara referencia a la Divina Comedia) es contratado por el director ejecutivo de una corporación un poco turbia para restaurar una serie de cintas Hi-8, grabaciones realizadas en 1994 por una estudiante de posgrado llamada Melody Pendras.

Melody aparentemente fue allá para documentar la vida de los residentes de un edificio histórico de Nueva York. Sin embargo, progresivamente va descubriendo que, tanto el edificio como las personas que viven en él, esconden un par de perturbadores secretos.

La temporada termina con un gancho para una secuela que quizás no era del todo necesario. La serie obtuvo reacciones mixtas. En general, la crítica que desconoce o no está familiarizada con el podcast en su mayoría la elogiaron por su suspendo cocido a fuego lento, mientras que los fanáticos del podcast se burlan casi unánimemente de los cambios realizados en relación al material de origen.

El auge de la cultura podcastera

Cuando finalicé la serie me escuché toda la primera temporada del podcast original, sumando el programa a los ya muchos podcasts que vengo siguiendo. Me re gustó porque trabaja la misma temática que la serie de Netflix pero a un nivel más cósmico y lovecraftiano. Al contar sólo con audio, todo se vuelve mucho más sensorial y la imaginación vuela libre.

Hoy un podcast puede grabarse tranquilamente desde el hogar sin la necesidad de contar con un gran estudio ni elementos de grabación. Por esto mismo, el medio tuvo un crecimiento enorme durante 2020, cuando todos nos vimos obligados a realizar aislamiento.

Según un estudio de la Universidad de Internet, en 2020 el 37 % de la población mundial (mayores de 12 años) ya escuchaban al menos un podcast cada mes, lo que demostraba un crecimiento importante frente a 2019. Se espera que 125 millones de personas escuchen al menos un podcast cada mes en 2022. ¡Una locura!

En mi caso los encuentro ideales para el trabajo en la oficina, los paseos con el bebé Mateo, largos viajes en la ruta o sesiones de ejercitación. Incluso muchas veces meto vicio mientras escucho, especialmente esos juegos que no requieren de tanta concentración. Siempre puedo encontrar un buen momento para escuchar algo mientras avanzo con otra cosa.

Nunca fui mucho de escuchar radio, pero tampoco es que me haya sumado a “la ola de los podcasts” ahora. Hace años ya escuchaba muchos en diferentes páginas de Internet, como a los chicos de Cracked.com que tienen cosas muy copadas sobre cine, por ejemplo. O podcast/audios y clases varias en Youtube.

Spotify se ha convertido, rápidamente, en el soundtrack de mi vida. El logro fue el de conectar todo en un mismo lugar, con un bajo costo y de manera sincronizada. Puedo escuchar en el celu, después seguir en la PC, descargar, guardar capítulos, armar mi watch-list, etc. Para la música es un golazo también.

Actualmente sigo a un par de amigos (mi hermano Gastón y mi amiga Anita, por ejemplo), a la gente de Malditos Nerds y escucho también varios programas relacionados con videojuegos, cine y series (Quémese después de escuchar, La Industria o El Séptimo Podcast, por nombrar algunos).

En una época donde todas las series de TV viejas tienen su podcast rewatch (donde los mismos protagonistas reflexionan sobre cada uno los episodios) yo estoy con dos. El primero, que sigo desde el año pasado, es Drama Queens.

Drama Queens es un programa de entrevistas y un podcast de rewatch sobre One Tree Hill (2003). Se trata de una de las series que definió mi vida y el programa va repasando episodio por episodio con estrellas invitadas ocasionalmente. Es la oportunidad perfecta para rever una serie que me marcó tanto durante mi adolescencia y temprana adultez.

Es llevado adelante –y realmente bien, si puedo agregar– por las protagonistas femeninas de OTH: Joy Lenz (Haley), Hilarie Burton (Peyton) y Sophia Bush (Brooke), quienes ofrecen bocha de información y comentarios del detrás de escena.

El otro rewatch show que sigo estos días es el de Supernatural: Then and Now, que es bastante más reciente (lleva sólo un par de episodios de la primera temporada).

En este caso, los hosts no son Sam y Dean (lamentablemente) sino Rob Benedict (Chuck Shurley/God) y Richard Speight Jr (Gabriel y director de muchos episodios), quienes fueron secundarios en la serie, pero siempre estuvieron metidos con el fandom y las convenciones de Supernatural. 

Ambos tienen re buena química y son muy graciosos, sumando siempre estrellas invitadas a cada programa.

 

¿Y ustedes? ¿Escuchan algún podcast de forma regular? Cuenten en los comentarios, a ver si me agrego algo interesante a la lista.

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