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sábado, 10 de diciembre de 2022

“Ready Player Two”, la (innecesaria) secuela de Ernest Cline

 

La última reseña literaria del blog en 2022 será también un tanto decepcionante. La secuela de Ready Player One se propone explorar la ética del escapismo, pero falla en su propia búsqueda.



***

 

Here Comes a New Challenger!

A principio de este año, mi amiga Cecilia me contó que Ernest Cline había publicado Ready Player Two, una continuación de su best-seller de 2011; un hecho que yo desconocía completamente.

Aquella primera novela había sido una delicia absoluta antes mis ojos y tuvo su reseña en el blog. La adaptación al cine de Steven Spielberg modificaba bastante el material fuente y, aun así, me había resultado súper disfrutable.

Así que, ¡por supuesto que iba a querer leer una secuela de esta historia! Ready Player Two continúa el viaje del protagonista Wade Watts quien, luego de su victoriosa finalización de la búsqueda de huevos de Pascua del creador de OASIS, James Halliday, se encuentra inmensamente rico y en control de OASIS junto con sus amigos.



Sin embargo, el descubrimiento de una nueva tecnología increíblemente avanzada, diseñada en secreto por Halliday antes de su muerte, cambia el rostro de OASIS para siempre y conduce a una nueva cacería en sus diversos reinos, una que podría terminar con enormes repercusiones para toda la humanidad.

 

Ready Sword Art Player Online Two

El estilo de escritura de Cline, con sus frenéticas referencias a la cultura pop, videojuegos, películas, tecnología, programas de TV y música ochentosa, sigue siendo el mismo, aunque ahora ya no me pareció tan fresco.

El macguffin del libro tiene al “siete” como número mágico y leit-motiv de esta nueva búsqueda. Todo gira en torno a encontrar los “siete fragmentos del alma de la sirena”.

Como en el primer libro, la humanidad está usando OASIS para esconderse de sus problemas en lugar de solucionarlos. El problema solo empeora en este libro una vez que se libera la capacidad ONI, y las diferentes opiniones de Wade y Samantha abren una brecha entre ellos.

Yo le entré a esta novela con todas las ganas porque quería que fuera uno de mis favoritas del año. Por desgracia, me fue decepcionando cada vez más conforme avanzaba el argumento. Esto es realmente una lástima porque me parece que el conflicto inicial tenía potencial para mucho más.


Ready Player Two nos introduce a una nueva tecnología (conocida como el ONI) que convierte al OASIS de una simulación VR en algo similar a Matrix o –dada la trama que Ernest Cline descaradamente le robó a Sword Art Online) a Aincrad. El hecho de que también sea un dispositivo que otorga inmortalidad funcional dentro de OASIS también parece convertir a OASIS en un sustituto literal del Cielo.

Me quiero detener un poquito en este punto sin arruinar la trama para aquellas personas que –pese a que les digo que NO es una buena secuela– igualmente quieran leerla.

El gran villano esta vuelta es Anorak, el avatar de Halliday en OASIS; una inteligencia artificial que adquiere sensibilidad y retiene a cualquier persona en OASIS conectada con una ONI como rehén, para obligar a Wade a completar la Búsqueda de los Siete Fragmentos por él.

O sea: es literalmente la trama del primer arco de Sword Art Online. Wade y sus amigos incluso mencionan este extraño parecido… como si eso hiciera que pudiéramos perdonar la falta de originalidad al autor.

A mí me molesta que Ernest Cline robe conceptos de otros lados. Todo es un remix, al fin y al cabo. No se puede inventar nada completamente nuevo a esta altura. El tema es… ¿qué hacés con ese robo/homenaje? En Ready Player Two, Cline no logra nada interesante con ello.

 

Una intrascendente búsqueda del tesoro

La narración, por ejemplo, entra en gran detalle a veces describiendo cosas como el escenario inspirado en la cultura pop, llevado todavía a un mayor detalle que el primer libro ahora que Wade tiene la tecnología para explorarlo con todos sus sentidos. El problema es que esta nueva búsqueda del tesoro no es nunca ni entretenida ni atractiva.

Salvo el momento en el que Wade tiene que viajar a la tierra del Señor de los Anillos a enfrentar a Morgoth (uno de los villanos originales del universo de Tolkien), las demás referencias geeks a cosas como el videojuego Ninja Princess, la película Pretty in Pink o al músico Prince francamente me aburrieron mucho.


Tampoco es el peor libro del mundo, eh. Se deja leer y puedo admitir que es llevadero. Sin embargo, termina perdiendo por goleada en comparación con su antecesor, que fue una historia sencilla y súper efectiva.

Los primeros capítulos de Ready Player Two comienzan muy bien, explicándonos qué fue lo que ocurrió entre Wade y Samantha y entre Og y Wade. Hay una buena parte del texto que se dedica a relatarnos la historia de Anorak y porqué decide secuestrar a Og.

El embole inicia con la búsqueda de los Siete Fragmentos y el Alma de la Sirena, que ya de por sí se siente muy forzado. Da la casualidad que nuestros héroes tienen un conocimiento enciclopédico que justo los ayuda para resolver cualquier problema sin ningún tipo de inconvenientes.

¿La trama necesita a un especialista en películas de John Hughes? Tranquilos, casualmente Samantha la tiene atada. ¿Tenemos a un súper fan obsesionado con Prince para encontrar el quinto fragmento? ¡Claro que sí! Aech sabe tanto sobre Prince que puede guiar a Wade y Shoto a través de muchos lugares diferentes, preparándose para luchar contra varias versiones de Prince al mismo tiempo. ¡Dale! Mentime, pero no lo hagas tan evidente.

Por su parte, nuestro protagonista Wade parece que literalmente no aprendió nada del primer libro. Acá vuelve a ser un adolescente caprichoso y sabelotodo en lugar del adulto consciente, noble y responsable en el que se había convertido.  Al final, resulta que Wade se manda más cagadas que todos los Peter Parkers juntos.


Sus compinches, Aech, Shoto y Art3mis, son casi marginales ahora, con mucho menos diálogo y detalles sobre sus vidas cuando no están cerca de Wade/Parzival. Hubiera sido interesante si en este libro hubiésemos tenido más interacción entre ellos para seguir desarrollado las relaciones, en lugar de dejar todo como una nota al pie.

 

Ernest Clint y la cultura woke

Ready Player One se publicó en 2011, y nuestro mundo ha cambiado mucho en la década intermedia, desde el surgimiento de personas influyentes en las redes sociales hasta la fluidez de género (y su vocabulario y presentación) volviéndose más convencional.

Me queda la sensación de que Cline tomó en cuenta estos cambios culturales cuando regresó a la década de 2040 en su secuela, reconfigurándolos en su futuro especulativo. La ONI-net, en la que los usuarios de OASIS pueden experimentar la vida de celebridades y buscadores de emociones a través de clips virales híper-inmersivos, recuerda a Instagram y TikTok.

Las personas no binarias existen en OASIS. De hecho, uno de los nuevos personajes secundarios es trans, aunque el lector experimenta esto principalmente a través del propio viaje de Wade (quien reconoce su propia confusión sexual). Wade, de hecho, se ha vuelto más woke (¿o quizás sea el mismo autor buscando llegar a más público?).


El tema es que todo esto está muy mal desarrollado. Aech, Art3mis y Shoto pasan por cambios fundamentales en su vida, pero de alguna forma tienen todavía menos implicancia en la trama que la primera vez.

Ese personaje trans que mencioné (L0hengrin) es arrastrado curiosamente a una misión secundaria que sin duda se convertirá en su propia novela corta, cuando habría sido más poderoso argumentalmente que esté al frente y al centro: como una nueva Parzival, ansiosa por resolver el rompecabezas. Ninguno de estos personajes se eleva del reparto secundario. A diferencia de OASIS, el mundo de Ready Player Two permanece estático e inmutable.

 

Palabras finales

Es difícil no encontrar similitudes entre Ready Player Two y las numerosas secuelas de películas taquilleras de las décadas de 1980 y 1990: un personaje popular regresa con más locuras, pero hay algo más en juego. Ya saben: la trama es un poquito más arriesgada (y éticamente cuestionable); el elenco de apoyo no está del todo de regreso, o sí lo están, pero solo de nombre; hay un montón de gente nueva para conocer que importa poco y nada… bla bla bla.

Todo acá se siente como un cash-grab apurado para seguir exprimiendo a una franquicia que no tenía mucho más para decir luego de lo cerradita que fue la primera aventura.

La novela debut de Cline deleitó a los lectores con su generación futurista de gunters que se habían enfrentado a todo lo relacionado con la década de 1980 con fervor religioso en busca del Huevo de Pascua que legaría el OASIS, al estilo Willy Wonka, a un afortunado jugador.

Aquel primer libro es fantástico por los comentarios incisivos sobre la retirada a los mundos digitales en lugar de tratar de arreglar la Tierra devastada por el cambio climático. 

Nada realmente justificaba una secuela, y mucho menos una que intenta reciclar la misma trama con el doble de cultura pop y un fin del mundo en juego. En lugar de Tres Llaves para Tres Puertas, ahora son Siete Fragmentos para el Alma de la Sirena. ¡Menos de lo mismo!



La obsesión de los 80 por parte de los gunters se sintió como un comentario inteligente en Ready Player One; en la secuela, roza la autoparodia. No está mal escrita ni me parece pésima; es, simplemente, innecesaria. No se pierden de nada salteando esta continuación. Quizás Spielberg tenga una mejor idea para una eventual secuela en el cine.

 

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=>> Otros posts sobre LITERATURA en el blog: “Ready Player One: nostalgia y videojuegos”; “Todo es un remix: una introducción a los clásicos del cine”; “A Day At The Office: una ficción interactiva en Twine”; “El emotivo viaje de Brothers: A Tale of Two Sons”; “To the Moon: una novela visual sobre la memoria”; “There is No Game y el gaming metatextual

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3 comentarios:

  1. Vaya, de Ready Player One solo conocía la película, no sabía que la novela tenía secuela. Tenía la esperanza de que se enfocara más en otros personajes y cómo se han desarrollado, no que fuera un refrito del libro anterior. ¿Hay posibilidades de una adaptación al cine para la secuela?

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    Respuestas
    1. Calculo que posibilidades hay bastantes. La primera película fue muy exitosa. Supongo que la veremos en 2025/2026.

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    2. Espero que la película salve la secuela.

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