El multiverso cobró un especial rol protagónico en
este 2022 pos-pandémico. ¿Por qué de pronto se convirtió en un concepto tan
utilizado dentro de la cultura popular? En esta nota repasamos el tema y uno de
sus mejores exponentes: Everything
Everywhere All at Once.
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El Multiverso de Marvel
En estos días, el multiverso está en todas partes. Para Marvel, por ejemplo, brinda la excusa perfecta para importar personajes de otras franquicias, mostrar iteraciones anteriores de las mismas franquicias e incluso establecer franquicias que todavía ni existen. Lo demostró tanto en Spider-Man: No Way Home como en la reciente Dr. Strange and the Multiverse of Madness.
Pero también el multiverso, como concepto, es el símbolo definitivo de una idea que tiene un creciente atractivo en la cultura popular por otros motivos. En tiempos caóticos (léase: en tiempos de pandemia), el potencial de otras realidades puede ser una propuesta más que tentadora.
En la superficie, la existencia de múltiples realidades que coexisten significaría que nada es realmente permanente y todo es fungible. ¿Y quién no querría algo así para su propia vida?
Pero vayamos por parte…
El origen del multiverso en la ficción
Algunas ficciones no muestran solo a otra dimensión, universo o línea de tiempo, sino a un conjunto completo de otras dimensiones, universos, planos de existencia y realidades. En estos casos, existe una colección de universos distintos, a menudo interconectados de una manera que permite a los personajes viajar hacia y desde ellos.
El multiverso puede abarcar un número infinito de momentos posibles, algunos de ellos vinculados por líneas de tiempo ordenadas y coherentes. Pero también puede haber un número igual (o incluso mayor) de momentos atemporales incoherentes, en bucle, anudados o desconectados que permanecen inmutables por toda la eternidad.
Las líneas de tiempo no necesitan progresar hacia adelante, ni siquiera hacia atrás, sino también lo que parece estar de lado a través de marcos de referencia inconexos y sin relación. Es posible que el multiverso no tenga un propósito final aparente o una razón para existir, aparte de que simplemente es.
El término fue acuñado en 1895 por el psicólogo William James. Y se convirtió en un elemento narrativo clave para la ciencia ficción y la fantasía. Todas las novelas de Mundodisco, por ejemplo, se sitúan en un mágico planeta que viaja a lomos de una tortuga por, según el autor Terry Pratchett, el Multiverso.
En la saga Las
Crónicas de Narnia, de C. S. Lewis,
se presentan varios universos además del nuestro (Charn y Narnia, por mencionar
sólo a dos). Stephen King hace lo suyo con La Torre Oscura, donde todos los
mundos giran alrededor del dios Gan y se pueden crear portales que conecten
épocas y universos mediante la magia y la tecnología.
Un Flash de dos mundos
El multiverso siempre un elemento primordial en los cómics de Marvel y DC, si bien convengamos que DC intentó deshacerse de él en los años 80 (y luego volvió en forma de fichas luego de los eventos de Crisis Infinitas y The New 52)
Fueron los cómics de DC, de hecho, quienes popularizaron el concepto de múltiples universos con la historia “Flash of Two Worlds”, de 1961. Allí es donde el Flash de la época plateada y el Flash de la época dorada se cruzaban, descubriendo que cada uno vivía en un universo alternativo.
Después de varios trastornos cósmicos, el multiverso de DC ahora consta de universos infinitos agrupados en “burbujas” y suspendidas en una estructura más grande denominada Omniverso. Sí, es un quilombo hermoso.
Y hablando de DC, hace poquito se estrenó en AppleTV+ una nueva película de los Teen
Titans (Teen Titans Go! & DC Super
Hero Girls: Mayhem in the Multiverse) donde el grupo de superhéroes y las
Super Hero Girls juntan sus universos paralelos para luchar contra Lex Luthor y
el grupo de supervillanos que ha reunido de ambos lugares.
El caso de Dragon Ball
En materia de animé, Dragon Ball Z: Battle of Gods introdujo el concepto del multiverso con la aparición de Beerus, el Dios de la Destrucción, afirmando que hay doce universos en total y que el elenco principal proviene del séptimo. Más tarde, Dragon Ball Super elaboró agregando que cada par de universos cuyos números suman 13 es un conjunto emparejado.
Así, el socio del Universo 7 es el Universo 6, con el hermano de Beerus, Champa, sirviendo como su Dios de la Destrucción y eventualmente desafiando a Beerus y los guerreros Z a un torneo inter-universal en uno de los arcos narrativos de la serie.
Si nos ponemos técnicos, Dragon Ball Z ya se había entregado al multiverso incluso antes, donde los intentos de Trunks del futuro y Cell de viajar en el tiempo resultaron ser saltos de dimensión involuntarios.
De esa forma, terminamos
teniendo alrededor de tres mundos paralelos: el universo principal de DBZ, la
línea temporal de Trunks y la línea de tiempo original de Cell.
Ejemplos de multiverso en el cine
El primer caso que necesito nombrar (y recomendar) es el thriller de ciencia ficción Coherence (2013). Explora la idea de líneas de tiempo alternativas que se cruzan durante una paradoja temporal causada por un cometa que pasa por la Tierra.
Las últimas producciones del MCU tienen al multiverso como un concepto principal, y todo parece indicar que el próximo gran villano estará directamente relacionado con él. Esta noción se explora todavía más a fondo en la serie antológica What If...?, con cada episodio explorando una versión alternativa de varios eventos de películas de Marvel.
Pasando a un cine más clásico, tenemos el caso de The Last Action Hero (1993). El malo de turno (interpretado por Charles Dance) descubre que, dado que puede cruzar a otras películas y otros mundos, puede traer de vuelta a los peores villanos del cine, como Freddy Krueger, Jason y Hannibal Lecter.
Una muy buena serie sci-fi, creada por J.J Abrams, fue Fringe, que estrenó en 2013 y tuvo 5 temporadas. Trabajaba el concepto del multiverso mezclándo con el policial detectivesco y la acción.
Y ya que estamos con el cine de acción, la premisa básica en The One (2001) es que Gabriel Yulaw (Jet Li) desertó de un grupo conocido como la “Multiverse Authority” después de matar a uno de sus homólogos, lo que le permite absorber su poder y volverse más poderoso.
Su nuevo objetivo en la vida es destruir a cada una
de sus contrapartes y convertirse en un Dios, con el pequeño problema de que,
dado que la energía colectiva de sus contrapartes se divide entre todos los
sobrevivientes, su última contraparte es igualmente poderosa.
Tenemos que hablar de Everything Everywhere…
Así que los multiversos se han vuelto mainstream a esta altura. Desde Rick and Morty y Family Guy hasta el MCU, las líneas de tiempo fracturadas y las realidades alternativas invadieron toda la cultura pop. ¿Y por qué no aprovechar esta ola?
La noción marginal de que nuestro universo es solo una de infinitas posibilidades libera a los narradores para que consideren cómo sus personajes se convirtieron en quienes son y cómo todos estamos a una simple decisión de cambiar el resto de nuestras vidas.
Pero ninguna producción ha capturado el alcance frenético del multiverso con tanta energía e imaginación como Everything Everywhere All at Once, una obra de acción, comedia y sci-fi de 2022 escrita y dirigida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert (también conocidos como DANIELS), quienes anteriormente dirigieron aquella bizarreada hermosa que fue Swiss Army Man (2016).
Recuerdo haber recomendado mucho Swiss Army Man en su momento y la gente perdió la fe en mis recomendaciones. Perdí amigos, fans, familia y hasta recibí cartas amenazantes. Siento que algo similar ocurriría con Everything Everywhere, que tiene el mismo nivel de locura, aunque de todas maneras me dan ganas de sugerir su visionado.
La película fue producida
por A24 se centra en Evelyn Wang
(Michelle Yeoh), una mujer chino-estadounidense de mediana edad que intenta
hacer sus impuestos. En medio de una reunión sobre el papeleo, de repente se ve
arrastrada entre realidades alternativas. Resulta que ella es la única
posibilidad de detener una crisis en el multiverso.
Entre referencias cinéfilas y escenas lisérgicas
Everything Everywhere All At Once funciona como una parodia afectuosa del género chino conocido como “Wuxia” (cuentos fantásticos de guerreros honorables que luchan contra el mal). En este sentido, el casting es impecable porque Yeoh fue la estrella de Crouching Tiger, Hidden Dragon allá por el año 2000.
La brecha generacional es un tema principal. Tres generaciones de inmigrantes chinos (el padre de Evelyn como no inmigrante, Evelyn como inmigrante de primera generación y la hija de Evelyn como inmigrante de segunda generación) aparentemente no pueden entenderse entre sí. Evelyn cree que su propia historia con su padre lo hace demasiado anticuado para comprender a su hija, sin darse cuenta de la ironía de sus propias dificultades para comprender a su hija.
La película nunca se toma demasiado en serio y, pese a que el peligro es real, de alguna forma los impuestos de Evelyn y Waymond siguen estando presentes. En el medio, van sucediendo peleas y situaciones cada vez más absurdas.
A medida que Everything Everywhere All At Once progresa, va cambiando de tono y códigos narrativos. Sí, es una comedia de ciencia ficción sobre una posible guerra multiversal, pero debajo de esa capa encontramos un drama familiar más clásico, donde la protagonista (Evelyn) intenta administrar un negocio complicado, relaciones tensas y un matrimonio fallido.
Los diversos universos alternativos que aparecen brindan momentitos de géneros adicionales, como un homenaje directo a Ratatouille, guiños a Matrix, el animé, 2001: Odisea en el Espacio y referencias directas a las comedias de artes marciales de Jackie Chan.
La diversión está, justamente, en experimentar este viaje inter-dimensional de Evelyn que la lleva a nuevas y extrañas realidades, donde el humor excéntrico, el surrealismo y las referencias cinematográficas de DANIELS estallan en una abundante exhibición visual.
En un universo, por ejemplo, Waymond aparece como una versión de Tony Leung en escenas inspiradas en In the Mood for Love (2000), película de Wong Kar-wai que recomendé en esta nota. El homenaje es completo, incluyendo calles borrosas, cámara lenta y tonos verdes. En otro, las manos de los humanos son salchichas.
En cuanto a la acción, Everything Everywhere tiene un par de secuencias muy memorables en las que cada actor interpreta más de una versión de su propio personaje, lo que requiere que alteren su interpretación con la misma agilidad y sentido del juego infundidos por la rápida edición de la película (uno de sus puntos técnicos más fuertes).
Hay un juego muy ingenioso en la manera en que los personajes van adquiriendo nuevas habilidades. El desenlace reutiliza el aburrido cliché de “el amor lo conquista todo” para resolver los problemas del multiverso, lo cual me pareció una lástima.
Con una duración de 139 minutos, es quizás
demasiado largo en su ir y venir, y cuenta con demasiados discursos importantes
llegando al final. Y, sin embargo, su espiral fuera de control resulta
tremendamente entretenida (aunque algunos de los intentos de la película por
recomponerse no funcionen del todo).
Palabras finales
Más allá de sus inicios en la literatura de ciencia ficción y las historietas, todas las historias modernas del multiverso tienen una deuda con las ridículas travesuras de Rick and Morty. Incluso el guionista de Dr. Strange in the Multiverse of Madness, Michael Waldron, ha confesado que su experiencia en la sala de escritores de aquel programa lo preparó para su último trabajo.
Eso es porque las travesuras del científico loco obsceno y su sobrino quejumbroso se embarcan en un delicado acto de malabarismo. Para Rick y Morty, el multiverso es un portal al nihilismo puro, y también su antídoto.
Afortunadamente, cuando parece que todo está dicho sobre un tema en particular, llegan cosas fantásticas como Everything Everywhere All at Once.
Por cada loca secuencia de pelea, referencia cinéfila, detalle bizarro o idea existencial que impulsa la película, también se siente como el tipo de trabajo que solo podrían haber hecho dos personas que han pasado incontables horas pensando en múltiples posibilidades y preguntándose “¿qué pasaría si…?”
Con sus defectos, esto es cine audaz e imaginativo
(como A24 siempre nos sabe agraciar). Everything
Everywhere All at Once es diferente a cualquier otra película que se haya
hecho jamás, y en el mercado tan homogeneizado de hoy, tales rarezas deben
celebrarse y apreciarse.
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=>> Otros posts sobre MULTIVERSOS Y CULTURA POPULAR en el blog: “In The Mood for Love y los secretos inconfesables”; “Las películas de A24”; “El homenaje metatextual en The Last Action Hero”; “El multiverso de Mundodisco”; “Stephen King y el multiverso de La Torre Oscura”; “Los múltiples mundos de Dragon Ball Super”.
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La peli ''Everything..." la tengo que ver, parece seria y cómica a la vez. Tomá, otros 3 cafecitos por algo bien escrito y entretenido, un saludo
ResponderEliminar¡Pero qué bien vienen esos cafecitos para apaciguar el frío! ¡Gracias!
EliminarMirate "Everything"... está muy bien y creo que va a estar en la lista de lo mejor del año para muchos.