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miércoles, 11 de agosto de 2021

Secuelas que cambian de género (ft. Happy Death Day 2U)

 

Disfruté bastante de la primera entrega de Happy Death Day y esperaba algo similar con su secuela, sólo para encontrarme con que la película cambiaba completamente el género respecto a su predecesora. ¿Qué otros casos existen en el mundo del cine?



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Secuelas que cambian de género

Los cambios de género en las secuelas son más comunes de lo que uno creería. Incluso a veces aparecen dentro de uno misma película. En ocasiones tenemos cambios ligeros, donde una obra de terror pasa de algo más liviano a un porno de tortura directamente, o una comedia que se va tornando, progresivamente, en una cinta de acción. En otros casos, el cambio es más abrupto.

La primera película de Happy Death Day, por ejemplo, es una comedia negra con ingeniosos elementos slasher y sustos genuinos. En cambio, la secuela es una comedia más sencilla que incorpora elementos de ciencia ficción, con sus aspectos de terror minimizados.

La trilogía original de Sam Raimi no tiene una película que comparta género con sus compañeras. Evil Dead es una sangrienta obra terror de bajo presupuesto, mientras que Evil Dead 2 ya es una comedia de terror, directamente. La entrega final, Army of Darkness, cambió nuevamente a un escenario más de fantasía medieval, manteniendo aspectos humorísticos.


Encontramos otro cambio brusco con las dos partes de Kill Bill. El primer volumen se siente como una película de acción de Kung-Fu de los ´70 a la que se le da una trama de excusa y poca consideración en cuanto al desarrollo de los personajes.

El volumen 2 es otro monstruo diferente, un tremendo homenaje al spaghetti western con foco en los personajes y una trama más densa. Ambos volúmenes fueron planeados ​​originalmente como una película de cuatro horas.


Sagas de acción que se fueron al c…

Los cambios de géneros en secuelas no son ni buenos ni malos per sé. Es posible que funcionen, siempre que los creadores sepan lo que están haciendo. En ocasiones pueden dar grandes resultados, aunque generalmente requiere que esto haya sido planificado desde un principio.

Esta preparación previa permite a los escritores configurar los dispositivos narrativos de antemano, para que no parezca que todo sale de la nada. Si un cambio de género es utilizado para solucionar algún bache argumental, o un intento de llevar un material hacia otro lado, suele resultar en experimentos fallidos.

Piensen en cómo se fue dando la saga de Terminator para tener un ejemplo de cuando la cosa no anda bien. La primera se sintió más slasher / horror con un enfoque de ciencia ficción, mientras que la segunda es acción pura, con un mix chiquito de sci-fi. El resto ya son mamarrachos que parecen parodias de sí mismas.


Hablando de grandes héroes de acción, la saga de Rambo también atravesó cambios de géneros entre secuelas. “First Blood” (la primera entrega) es un estudio de PTSD antes de que existiera un término para el PTSD. “Rambo 2” es una película de acción entusiasta que abandona cualquier tipo de profundidad psicológica y se centra en los tiros.

Y, por el amor de Dios, ¿vieron Rambo: Last Blood? Digamos que de “Rambo” la quinta entrega tiene sólo el nombre. Los primeros dos actos son un embole, están pésimamente actuados y no presentan nada novedoso. La cosa se pone un poco más interesante sobre el final, pero no dejo de pensar en lo poco que se gastaron para desarrollar a estos mexinarcos que son súper genéricos.

La última de la franquicia es un bochorno sin sentido que no tiene razón de ser.  Va más allá de que Sly ya no pueda modular ni se le entienda lo que dice (eso es parte del encanto, de hecho). La película es tan berreta como se puede llegar a ser y su final a lo “Mi pobre Angelito” da mucha lástima.


El curioso caso de Marvel

En contraposición, Marvel sabe jugar mejor con los géneros para armar –a veces– secuelas más interesantes que sus primeras partes. Es el caso de Capitán América 1 (una película de guerra) contra la segunda, que es un muy bien thriller de espionaje.

Kevin Feige declaró que aquel era el objetivo de las películas de la Fase 2 del Marvel Cinematic Universe, ya que Marvel quería diversificar el contenido de sus películas. Iron Man 3 tenía la intención de ser más una historia de ciencia ficción, aunque resultó que solo tomaba la forma de escenas de acción que tenían a Tony fuera del traje o solo usaban partes de él.

Guardianes de la Galaxia, y su secuela, son óperas espaciales bastante desenfadadas. Ant-Man es una película de atracos. Spider-Man: Homecoming es un drama adolescente sobre la mayoría de edad, mientras que su secuela, Spider-Man: Far From Home, es una comedia de acción.


Doctor Strange comienza como un drama médico sobre un hombre que enfrenta una discapacidad, luego se convierte en una aventura de fantasía de artes marciales que salta de dimensión salvajemente.


Ciencia ficción desgenerada

Estas “desgeneraciones” son todavía más usuales cuando hay cambios de directores. La Alien original era una de terror / sci-fi bastante oscura, pero Aliens fue más una película de acción con elementos de terror. De hecho, toda la franquicia de “Alien” va alternando de géneros, y cada director aporta su propio estilo a la mezcla (o al menos tanto como el estudio lo permita).

La verdad que, pensando en lo poco que me había gustado Happy Death Day 2U, me encontré con que hay un montón de ejemplos donde las secuelas modifican la propuesta de género inicial de forma mucho más efectiva.

Otro ejemplo: cada película de la trilogía Back to the Future, aunque se describen en términos generales como “comedias de ciencia ficción”, juegan con un género diferente. La primera es una comedia de tipo “fish out of water” que satiriza la cultura de los años cincuenta y ochenta al ver la primera a través de la lente de la segunda.


La segunda parte tiene un entramado más denso, elementos sci-fi sólidos y es la más oscura (para los estándares de la trilogía). La última parte coloca a Marty y al Doc en una situación que recuerda a la primera película, solo que esta vez usando el Salvaje Oeste como telón de fondo.


Batman: en busca del equilibrio

En una nota de hace unos años (que pueden encontrar por acá) mencioné cómo, a lo largo de los años, las películas de Batman han ido pivoteando entre dos polos opuestos: lo oscuro y sombrío por un lado, lo infantil y luminoso por el otro.

Las películas de Tim Burton Batman fueron Film Noir en trajes apretados. Batman Forever fue una “transición suave” de la seriedad de Batman Returns. Batman & Robin parece un live-action de Looney Toones. Ah, y aparentemente Batman tiene boooooobs.

Christopher Nolan tomo sus fuentes de las vertientes más detectivescas del Caballero Oscuro (por ejemplo, con The Long Halloween) y convirtió a su franquicia en una de acción / crimen con múltiples maestros de ajedrez y algunos pocos elementos de terror.


Incluso hay un cambio de foco dentro del Nolanverse. Batman Begins es un drama criminal y película de aventuras, con elementos de misticismo pincelando la trama. Su secuela, The Dark Knight, fue un thriller criminal mucho más sencillo ambientado completamente en un entorno urbano.

Para el gran final, The Dark Knight Rises abandonó los elementos del drama criminal y se convirtió en una película épica de acción / desastre a gran escala, con una trama que no parecería fuera de lugar en una obra de James Bond.


Un último (y furioso) ejemplo

Para el final dejé a la que quizás sea la franquicia más desgenerada de todas: Rápido y Furioso. Las tres primeras películas tratan, exclusivamente, sobre carreras callejeras, enfatizando la cultura de autos tuneados.

Luego, Fast & Furious atenuó los autos importados y le dio más lugar a los músculos estadounidenses. También hay algunos sentimientos occidentales contemporáneos con su entorno desértico, tiroteos (usando autos) y un agente del gobierno que trabaja fuera de la ley para detener a un traficante de drogas ayudado por un amigo antihéroe moralmente ambiguo.

Fast Five, la quinta y mejor calificada entrega, es una historia de atracos con una sola escena de carreras callejeras. Fast & Furious 6 directamente es una película de acción al estilo de las películas de James Bond o Misión Imposible.


Furious 7 es más o menos como la sexta, pero tiene una sensación de suspenso de espías gracias a personajes como Mr. Nobody y Deckard Shaw. Esta película también tiene un ambiente más cómico en comparación con la anterior.

¿Qué otras secuelas, que hayan cambiado drásticamente su género, conocen? Admito comentarios. No muerdo.

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2 comentarios:

  1. Que tal Lupa!
    Pues es muy interesante esto que propones, a mi ahora mismo no me viene ningún ejemplo a la cabeza. En cuanto a Kill Bill 2, no me da la sensación de que la segunda entrega cambie de genero. Muy buena entrada.
    Saludos!

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