Cuando comenzó a publicar sus escritos, el
californiano
Andy Weir los
colgaba en un blog personal que leían sus amigos y familiares (
http://www.galactanet.com/).
Toda su vida cambió cuando un pequeño relato titulado “
The Egg” se hizo virál en el
2012.
Avancemos rápido a tres años más tarde: la primera
novela de Andy Weir fue adaptada al cine por Ridley Scott, protagonizada por Matt Damon y nominada a 7 premios de la academia entre los que se
incluyen “Mejor película” y “Mejor guión adaptado”.
“The Egg”
(“El huevo”) es un relato absolutamente fascinante que describe la historia del
universo a través de una entrevista que tiene lugar entre la vida y el
renacimiento de un hombre recién fallecido.
Andy Weir
fue publicando su primera novela (“The Martian”) por capítulos, al mejor estilo
siglo XIX. Lo hizo en forma gratuita desde su blog. Cuando publicó “El huevo” (un relato indudablemente
filosófico), sus seguidores comenzaron a reproducirlo de forma masiva. Fue
portada de Reddit.com varias veces y, al poco tiempo, su blog superó los 3000
suscriptores.

Entusiasmado por la viralización de su cuentito, en
el
2012 Weir accedió a autopublicar
The Martian en Amazon y al menor precio
posible (99 centavos de dólar). No sólo las ventas se catapultaron, sino que
además la versión paga superó a las descargas gratuitas (algo muy poco común).
Y fue ahí donde el golpe de suerte finalmente llegó.
Los gigantes de la industria del entretenimiento lo
contactaron: la editorial Random House,
por un lado, y la titánica productora cinematográfica “20th Century Fox”, por otro. Ambas se hicieron con los derechos del
texto.
Gracias al éxito imparable de “The Martian” (la
película está muy buena, y dicen que el libro es todavía mejor) ya existe una
secuela garantizada. Además, el propio Weir anunció que su nuevo proyecto (una
novela titulada "Zhek") se va
a publicar este año.
Nada mal para el pibe que escribía por placer en su
pequeño sitio web. Pero hablemos del relato, porque “El huevo” puede
tener menos de 1000 palabras, pero cuenta con un argumento fascinante, complejo
y hasta polémico.
► Eso sí: #SpoilerAlert. Les recomiendo que primero lo lean.
***
Narrado en segunda persona, describe un
encuentro en el más allá de un hombre que acaba de morir con su creador. Allí, Dios
(o quien quiera que sea ese ente) explica –con muchísima tranquilidad– la
sorprendente verdad del mundo: todos somos uno, y uno somos todos, literalmente.
No sólo el protagonista va a reencarnar, sino que además renacerá en alguien
que es también él mismo.
«“No hay nadie más”. Dije. “En este universo solo estamos tú y yo”.
Me miraste fija, e inexpresivamente. “Pero toda la gente en la Tierra…”
“Todos son tú. Diferentes encarnaciones de ti mismo”.
“O sea que, ¿Yo soy todos?”
“Ahora lo estás entendiendo”, te dije palmeándote la espalda a manera
de congratulación.
“¿Yo soy cada humano que ha vivido?”
“Y cada humano que vivirá. Exactamente”.»
Él es Hitler
y todos los judíos que asesinó. Él es Jesús
y todos sus seguidores. Él es Lincoln
y su propio asesino. La moral, la enseñanza, es evidente:
“Cada vez que trataste injustamente a alguien (...) te lo
estabas haciendo a ti mismo. Cada acto de amabilidad que has hecho, te lo has
hecho a ti mismo. Cada momento feliz y cada momento triste experimentado por un
ser humano fue, o será, experimentado por ti”.
El .gif perfecto para expresar los pensamientos que
derivan de esta historia:
En sí, el argumento toma muchísimo de la filosofía
hindú. El concepto de la reencarnación, el de brahmán. La idea de que todos
somos parte de una realidad única y de que Dios vive dentro de nosotros.
El cuento fue adaptado muchas veces en cortos en Youtube.
Algunos son realmente buenos, otros no tanto. Lo que estaría faltando es uno en
el que Morgan Freeman haga el papel
de Dios.

Hace un tiempito,
Andy
Weir participó de un AMA (
Ask me
Anything) de
Reddit. Ahí revela
bastante información personal, curiosidades y datos respecto a la concepción de
“
El huevo”. Comenta, por ejemplo, que
la idea se le ocurrió mientras discutía con una tía. En aquel momento se puso a
pensar qué haría él si estuviera en la situación de ella, cómo se comportaría.
Se dio cuenta de que no eran tan diferentes, sólo cambiaban sus circunstancias,
su entorno. Se volvió empático. Se
conectó
con ella.
En el AMA Andy
Weir cuenta que se considera un agnóstico y que es un programador
informático que, de hecho, trabajó para Blizzard
en la creación de Warcraft II (sí,
es así de viejo).
También, aunque confiesa que nunca lo va a poder probar, fue
el creador del meme “Socially Awesome
Penguin”.
Por si no lo recuerdan, es éste:
Ahora: como comentó un usuario de Reddit en su
momento, hay una consecuencia oculta y
fatal detrás de la historia.

Aunque el concepto es hermoso, ¿cuáles son los
resultados lógicos de la premisa de la historia?
Si todos somos la misma
persona, a lo mejor nada realmente importa. Al fin y al cabo, todos somos parte
de un único individuo que está en proceso de aprendizaje para “madurar” (=convertirse
en un Dios). Entonces no existiría realmente lo “bueno” y lo “malo” porque
cosas como el asesinato no son más que matarse a sí mismo.
Se vuelve peor: cuánto más rápido esa única persona
pase por todas las vidas posibles, más rápido va a alcanzar su máxima maduración.
Eso implica que cuantas más personas mueran, mejor. El genocidio, en ese
sentido, sería algo bueno para todos (incluso para las víctimas).
Mind=fuck.
Pero “El
huevo” no intenta ir tan lejos. Es únicamente una lectura simple, con un
lindo mensaje que es –en definitiva– el que esconden la mayoría de las
religiosas: “amá al prójimo”. Es una
pequeña historia que se viralizó en el mundo y ayudó a un escritor fanático de
la ciencia ficción a llegar hasta la cima. Así que ya saben... sigan
escribiendo, que cuando menos lo esperen los va a contactar Riddley Scott.
¡Hasta la próxima!
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