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miércoles, 12 de marzo de 2025

Dragon Ball Daima y el problema con las legacy sequels

 

En su esencia, el animé Dragon Ball Daima es una legacy sequel. Y me tienen un poco harto. Aunque a veces funcionan, generalmente terminan complicando el lore y sacrificando lo que hizo que la original sea tan memorable. En esta nota, la (anti)review de la última producción de Akira Toriyama.




***

 

El legado de las secuelas

Vayamos por parte: una “legacy sequel” es una secuela que se desarrolla X años después de la original y que trae de vuelta a personajes clásicos en un entorno moderno. Es verdad que estas secuelas heredadas se encuentran más comúnmente en el género de terror, pero últimamente también se han visto en otros géneros como la ciencia ficción y la acción.

En los últimos diez años han llegado (sin que nadie las pida) las legacy sequels de Halloween, Scream, Saw, Texas Chainsaw, Ghostbusters, Terminator, Jurassic Park, Jumanji, Matrix… incluso las últimas de Spider-Man (en algún punto). Las series de TV no se han quedado atrás (Dexter, 24, Justified y un largo etcétera).

Ojo, a veces me encontré con legacy sequels que sí están piolas. Top Gun Maverick, la franquicia de Scream, Blade Runner 2049 y Mad Max: Fury Road son todas espectaculares. Pero también tuvimos las inmirables Bad Boys For Life, Matrix Resurrections o Space Jam: A New Legacy.

El gran problema acá es que ninguna de estas producciones debió haber existido. No realmente. Y muchas de ellas arruinan retroactivamente las buenas. 

La peor elección creativa posible en una franquicia es complicar demasiado la historia, la mitología detrás. Lo que solemos conocer como el “lore”. La mayoría de las franquicias mencionadas anteriormente se basaban en historias simples y autocontenidas.



En el género de terror, en particular, el antagonista y lo que está en juego se benefician del misterio y la simplicidad. Al final, todo lo que necesitamos se nos explica y, si hay un desenlace en suspenso, no es como que uno necesite una explicación que valga la pena conocer en tres próximas películas.

El tema con estas legacy sequels es que insisten en reescribir la historia, y casi nunca por una buena razón. Añaden una dimensión nueva a la saga que no sólo nunca estuvo allí en primer lugar, sino que en realidad perjudica el impacto de la original. Es una maniobra muy transparente por parte de los guionistas para introducir la mayor cantidad posible de cebo nostálgico.

En otras palabras, es sacrificar una escritura respetuosa por el espectáculo, sin tener en cuenta la visión original. Y es acá donde entra mi rant por Dragon Ball Daima. Pero retrocedamos un poquito.

 

La (anti) review de Dragon Ball Daima

Dragon Ball DAIMA es un anime de 2024 de la histórica franquicia Dragon Ball. El creador de la serie, Akira Toriyama, en su último trabajo, al parecer estuvo muy involucrado en la producción de la serie, desde la historia hasta los escenarios y los diseños de los personajes. La serie se estrenó el 11 de octubre de 2024 y finalizó hace muy poquito, el 28 de febrero de 2025.

Esta serie, que celebra el 40.º aniversario de la franquicia, se desarrolla poco tiempo después del final de la saga Buu, con Goku y sus amigos celebrando el cumpleaños de Trunks y el regreso de la Tierra y los asesinados por Majin Buu.

Sin embargo, esta paz dura poco: temiendo el poder de quien derrotó a Buu, Gomah, el recién coronado rey del Reino de los Demonios tras la muerte de Dabura, ha vuelto a despertar las Esferas del Dragón de la Tierra antes de tiempo y ha deseado que Goku y todos sus amigos se conviertan en niños.



Goku ahora tiene que viajar al Reino de los Demonios y, junto a sus nuevos compañeros Glorio y Panzy, frustrar las ambiciones de aquellos que conspiran contra los guerreros de la Tierra.

La premisa es, por lo menos, atractiva. Con el problema del power scaling que siempre tuvo Dragon Ball, reintroducir la magia y los demonios es una buena forma de elevar la apuesta para brindar un desafío interesante.

Sin embargo, los creadores no lograron sacar nada original como resultado. Los 20 episodios son un poco aburridos, con muchas ideas recicladas, poquísimo contenido original y un ritmo repetitivo.

 

Un producto vacío y desapasionado

Si bien la animación me pareció, en su gran mayoría, hermosa, DAIMA tiene una trama terriblemente desapasionada. Eso sin contar con las múltiples inconsistencias con Dragon Ball Super y Dragon Ball GT. No me desgarro las vestiduras por temas de continuidad con la franquicia, pero sólo pido un poquito de coherencia.

Los problemas de continuidad de Daima van desde ser tan pequeños que resultan intrascendentes hasta ser problemas masivos para conciliar el canon. Y a ver: ya sé que si estás viendo la serie por las consistencias argumentales, no entendiste nada… pero lo que no termino de entender es por qué no continúan los arcos de Super (Granola y Moro) en lugar de seguir mandando fruta.

Acá estoy para rantear y sobreanalizar. Así que, acá van algunos de los problemas que establece Dragon Ball Daima. ¿Por qué Piccolo no pudo hablar namekiano? ¿Cuándo aprendió Vegeta a ser SSJ3? Kibito Kai es un tema que no se terminó de explicar. Por sobre todo, ¿qué onda con ese Goku SSJ4?

Si el Super Saiyan 4 siempre fue accesible para Goku, plantea preguntas serias sobre por qué no lo usó contra Beerus en Dragon Ball Super. Goku incluso afirma que el SSJ3 es el límite de su poder en ese momento, pero ahora sabemos que eso no es cierto.



Queda claro que la trama de Daima tiene inconsistencias con Dragon Ball Super (y también con GT, dicho sea de paso). Pero no creo que sea tan crítico. Me parece que lo peor es la serie sea tan… aburrida. La trama la sentí muy lenta e intrascendente, con varios episodios que no fueron a ninguna parte.

Si bien hay muchos combates, pocos me resultaron interesantes. Todo se desarrolla de una manera muy predecible y sin sorpresas. Los personajes tienen malos diálogos. Las animaciones son lo único decente de Daima.

No entendí para que lo trajeron a Piccolo al Reino Demoníaco si después iba a quedar tan desdibujado, incluso considerando que toda la trama se relaciona con el verdadero origen del pueblo namekiano. El tipo se toma toda muy chill y prácticamente no aporta a la historia.

Otras cosas que no aportan a la historia son los join bugs, que parecían anunciar una fusión triple y al final quedó en la nada. Son cositas que dan a entender que Dragon Ball DAIMA se fue armando sobre la marcha y sin demasiada planificación.

 

DAIMA: un regreso a las raíces

Sé que estoy en la minoría. El público en general amó la serie. Y sí, entiendo la búsqueda de un Dragon Ball más aventurero, infantil incluso. Un regreso a las raíces. DAIMA fue una experiencia visualmente impactante, esto no voy a dejar de admitirlo. La calidad de la animación es posiblemente la mejor en la historia de Dragon Ball. Por momentos puntuales, el humor también me funcionó.

Por desgracia, no pude evitar sentir que muchos elementos de la historia estaban subdesarrollados o no se aprovecharon por completo. Majin Kuu y Duu, por ejemplo, fueron presentados con gran expectativa sólo para ser alivios cómicos.

Gomah nunca resultó ser un villano interesante y/o amenazante. Los conflictos se iban resolviendo de forma tonta y abrupta, sin un progreso o desarrollo real. En lugar de una aventura atrapante, los primeros 15 episodios se alargan con relleno sin sentido. ¿El mayor obstáculo? Un avión que se averió no una, ni dos, sino tres veces...

Lo peor de Daima es cómo trata a sus personajes. Goku queda reducido a un tarado, incluso más que en DB Super. Los “villanos” (las comillas son importantes) carecen de inspiración. No hay personalidad, profundidad ni un nivel de amenaza real.



Por supuesto, aparecen transformaciones aleatorias sin razón, porque hay que vender juguetes y meter hype. DAIMA también contradice todo lo establecido en Dragon Ball. A nuestros héroes les cuesta, aleatoriamente, luchar contra enemigos débiles y temen a las armas básicas mientras que Goku, a los 10 años, derrotó solo a todo el ejército Red Ribbon. En fin…

 

Palabras finales

No disfruté este animé aunque miré cada capítulo semana a semana. “Frustrante”, sería la palabra que estoy buscando. Al final del día, Dragon Ball Daima cae en la trampa de muchas legacy sequels: en su afán por apelar a la nostalgia y reinventar lo ya conocido, termina traicionando la esencia de la obra original.

No es solo un problema de continuidad o de lógica interna (aunque tiene varias inconsistencias flamantes), sino de identidad. DAIMA intenta volver a las raíces aventureras de Dragon Ball, pero lo hace sin la chispa, la frescura o el carisma que hicieron que la historia de Goku atrapara a generaciones.

Como muchas secuelas tardías, Daima juega a ser un homenaje mientras en realidad es solo un producto sin alma, diseñado para estirar la franquicia sin una necesidad real. Hermosa animación, lo admito… aunque pésima ejecución. Así que sí, técnicamente es más Dragon Ball… pero de la misma manera en la que Matrix Resurrections es Matrix o Space Jam: A New Legacy es Space Jam. Es decir, en el peor de los sentidos.

Debería poder disfrutar las cosas por lo que son y quejarme menos. Fuck me, right?


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=>> Otros posts sobre ANIME y SERIES DE TV en el blog: “Dragon Ball Super ya no apesta”; “Redimiendo a Dragon Ball GT”; “Las 10 mejores películas de Dragon Ball Z”; “Mis producciones de animé favoritas de 2024”; “Mis series favoritas de 2024”.


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