“Balatro” está arruinando mi vida (o arreglándola)

Esta diabólica mezcla entre Póker y Solitario genera la dopamina que mi 2025 necesitaba. Reseña de Balatro, un roguelike de construcción de mazos absolutamente adictivo.

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Ese FOMO insoportable

Tengo un problema. Bueno, tengo varios problemas… pero casi todos se derivan de mi ansiedad constante, mi FOMO insoportable, la imperiosa necesidad que querer tenerlo todo, todo el tiempo y en todas partes.

Después de tener un 2024 emocionalmente intenso y dejar el gaming por prácticamente de lado (sólo jugué Return to Monkey Island y tuve algunas noches de vicio con Benjamín y mis hermanos) decidí que tenía que darme un gustito. Vamos, un capricho.

Ese gustito fue Balatro, un juego indie de 7 USD en Steam al que ya le metí +20 horas. Lo di vuelta más de una vez, desbloqueé nuevos mazos, challenges, jokers y toda la mar en coche. No hace falta decir que estoy enganchado.

Hay días en los que me siento como un tablero lleno de piezas dispersas, cada una exigiendo atención inmediata. Mi mente inquieta intenta ordenar ese caos, pero a menudo termina atrapada en un ciclo de ansiedad que crece con cada pequeña preocupación. Es como jugar una partida interminable con reglas que no entiendo del todo, y donde siempre parece que voy perdiendo.

En esos momentos, hay algo que me devuelve la calma en estos días: prender la PC y jugarme unas partiditas de Balatro. Es un shot de felicidad que me brindaron experiencias como Slay the Spire e Into the Breach en el pasado. Les cuento de qué se trata.

Balatro y la reinvención del póker

Balatro es un juego simple en su esencia: cartas, reglas del póker y un toque de caos con sus modificadores. Pero también es mucho más que eso. Es un refugio, un pequeño rincón donde las decisiones tienen un orden claro y donde los riesgos no pesan tanto.

Las cartas que se reparten, las estrategias que planeo, incluso las sorpresas que los modificadores lanzan, todo me obliga a enfocarme en el momento presente.

Más de una vez en estas últimas semanas me pasó estar en una situación social o laboral y pensar “¡qué ganas de estar jugando un Balatro, la puta madre!”. Pero vayamos un poquito más para atrás.

Este es un juego que nadie debió haber conocido. Lo creó un tal “LocalThunk” (nadie sabe quién es realmente) para sus tres o cuatro amigos que le vieron el potencial y le insistieron en que lo publicara. Pronto se volvió la sensación de 2024.

Se trata de un póker para un solo jugador en el que vamos superando umbrales de puntos cada vez más difíciles, lo que el juego llama “blinds” (o ciegas). A medida que avanzamos, vamos creando diferentes manos de póquer para ganar puntos, pero hay mucho más que la baraja estándar de 52.

A lo largo de la partida se pueden agregar cartas, mejorarlas mediante jokers, cartas de tarot y booster packs espaciales. Estos elementos proporcionan multiplicadores para el puntaje.

Esta versión reimaginada del póquer requiere apenas un conocimiento mínimo del original. Realmente, del póker sólo toma las jugadas posibles y el hecho de que uno va descartando lo que no le sirve. Cualquier jugador nuevo puede aprender rápidamente.

 

Experimentación y búsqueda de sinergia

Sin embargo, sí vamos a decir que Balatro es complejo. Hay 150 jokers con habilidades especiales, por ejemplo. Esto hace que cada partida sea muy distinta a la anterior. Como en todo roguelike, la experimentación y la búsqueda de sinergia son esenciales.

Cada nueva partida requiere que superes ocho rondas, y la cantidad de puntos necesarios aumenta continuamente. Ganar una partida es sólo el comienzo. Cada mazo tiene ocho niveles diferentes que representan diferentes escalas de dificultad. También hay 15 mazos para desbloquear y una buena cantidad de desafíos, jokers y cartas especiales para descubrir.

Según howlongtobeat.com, un completionist tiene +200 horas de juego aseguradas con Balatro. La clave de este juego reside en su rejugabilidad y creatividad. También hay que decir que se ve hermoso.

Las cartas son visualmente espectacular. El pixel art de los jokers, las cartas del tarot y las cartas celestiales especiales me hacen desear que el creador las lanzara como una baraja en la vida real, porque son muy únicas en comparación con otros juegos de construcción de mazos.

En segundo lugar, el juego ofrece una gran cantidad de configuraciones de accesibilidad para ayudar a los jugadores con discapacidades, algo que se aprecia en estas épocas. Por ejemplo, aquellos sensibles a las luces y al movimiento pueden desactivar los fondos en espiral.

Quienes experimenten problemas de visión también pueden hacer que sus cartas tengan un mayor contraste de color. Algunos grandes estudios de videojuegos pasan por alto la importancia de hacer que su producto sea accesible para la mayor cantidad de gente posible.

Aún y con todo ello, Balatro cumple con el principio de  que los mejores videojuegos son aquellos fáciles de aprender y difíciles de dominar. Terminar por primera vez una partida de principio a fin se siente como una experiencia trascendental y única.

Eventualmente las victorias se van volviendo más frecuentes… y entonces es hora de pasar a los desafíos para sumar una capa de complejidad al título (yo estoy en esa ahora). Porque si algo abunda en Balatro es contenido para quien quiera seguir jugando por mucho tiempo.

 

Palabras finales

No sé ustedes, pero yo termino esta nota y me abro una partidita. Mientras juego Balatro, el ruido de mi mente se silencia. La ansiedad, que normalmente corre desenfrenada, parece encontrar un equilibrio.

En el juego, los imprevistos son parte de la diversión, no algo que temer. Balatro me enseña, en sus pequeños detalles, que incluso cuando las cartas no son las mejores, siempre hay espacio para maniobrar y aceptar el azar con una sonrisa.

Es mi forma de recordar que, en esta partida más grande que es la vida, también hay espacio para respirar, adaptarse y jugar. ¿No?

 

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