Gone Girl
(2014) comienza y termina con
la misma escena. Amy está
acostada sobre el lecho de Nick y
levanta la cabeza para mirar a la cámara. Pero una misma mirada tiene evocaciones
muy diferentes porque sabemos todo lo que pasó en la película.
Es un ejemplo perfecto de un “bookend ending”,
técnica narrativa en la cual se utiliza una misma escena tanto para el
principio como para el final de la historia. Funciona para mostrar cómo han
cambiado las cosas a lo largo del desarrollo… o cómo no han cambiado en lo
absoluto.
Hoy, en el capítulo 7 de “Técnicas narrativas”: las
ventajas de un final tipo “bookend”.
***
Un cambio de
perspectiva
Gone Girl es
una de esas películas que, a esta altura, tenés que haber visto. Porque es
realmente buena, porque es una adaptación de Gillian Flynn y porque la dirigió David Fincher, que nunca decepciona.
El día de su quinto aniversario de boda, Nick Dunne
(Ben Affleck) informa que su esposa Amy (Rosamund Pike) desapareció de forma
misteriosa. Antes de que se dé cuenta, se ve envuelto en un circo mediático y
policial donde la imagen de felicidad familiar que vendía comienza a ponerse en
tela de juicio. El interrogante en boca de todos es: ¿Nick mató a su esposa?
Con esta premisa se teje un thriller fascinante en
el que nada es lo que parece.
"Si hay un 1% de probabilidad de que yo haya matado a mi mujer,
tenemos que considerarlo como una certeza absoluta..."
#SpoilerAlert en 3…
2… 1…
Resulta que la esposa es una loca de mierda que
fingió todo para poder culpar a su marido de una infidelidad. Pero ella no es
sólo una loca, sino que además roza lo psicótico.
Goge Girl
es una historia sobre las perspectivas, y por eso ese final “bookending” calza
tan perfecto. La primera escena nos muestra a una Amy dulce e inocente. ¿Quién
querría matar a alguien así?
La última escena es prácticamente la misma que la
primera, aunque con mínimas variaciones en la mirada de Amy. Es suficiente para
que entendamos la sutileza. Para el final ya nos quedó claro que ella es una
predadora escalofriante y una manipuladora capaz de cualquier cosa. Ganó el
juego, dominó completamente a Nick y ahora tiene el control total.
Sip... esa sería la mirada de una loca de mierda...
Los
beneficios de un bookend ending
Aggressive
Retsuko es un buen animé de Netflix que
recomendé en esta
nota. Si sentís que tu oficina es una prisión de capitales, que tu jefe te
maltrata, que tu vida arranca después de las 5 p.m. y que, cada tanto,
necesitás una válvula de escape para dejar salir la ira, entonces éste es el
animé para vos.
La serie refleja con ironía (¡y mucho death metal!)
el atroz desencanto del trabajo empresarial. Comienza con la protagonista, Retsuko, entusiasmada por ser
contratada por una compañía. Triunfante, salta y cae mal, con lo que se doble
el tobillo. Al final de la primera temporada, y luego de todo lo que le
sucedió, ella todavía confía en poder tener un mejor futuro laboral, salta y,
esta vez, aterriza bien en el suelo.
La zombificación laboral de Retsuko
El bookend ending representa, con una misma escena
y una misma acción, todo lo que ella ha aprendido durante el transcurso de la
serie. Ahora puede afrontar mejor los desafíos que le entrega la vida y está
esperanzada por lo que va a venir.
Hablando de animé, Death Note utiliza esta técnica en un momento clave, pero comentarlo
sí sería arruinar una de las mejores series japonesas de la historia.
En materia de animación, seguramente recordarán El Rey León, que inicia con los animales viendo el
nacimiento de Simba con un número musical y finaliza de la misma forma, pero
con el nacimiento del hijo de Simba
y Nala (también con el mismo número
musical hasta que llega el título).
Seinfeld
–esa serie de la que no
me canso de hablar– tiene al primer episodio con Jerry comentando algo sobre que el segundo botón de la camisa de
George está ubicado en un lugar extraño. Al final de la serie, los cuatro
protagonistas están sentados en la cárcel debido a todo el mal que causaron.
Jerry, una vez más, destaca la rareza del botón en la camisa de George.
«George: Haven't we had this conversation before?
Jerry: You think?
George: I think we have.
Jerry: Yeah, maybe we have.»
El creador, Larry
David, explicó que quería que “la serie sobre nada” terminara justo adonde
comenzó, haciendo que, efectivamente, no haya llegado a ningún lugar. Los
personajes de Seinfeld nunca
aprendieron nada valioso y siguen siendo las mismas personas de mierda que
cuando todo comenzó.
Algo similar le sucede a Walter White en Breaking Bad,
cuando acomoda el tocino en su cumpleaños N°50 (al principio de la serie) y
N°52 (al final).
"You are baconberg"
"You goddamn right"
Bookend
Endings en el cine
Belleza
Americana comienza y finaliza con una toma aérea de la calle residencial
adonde la mayor parte de la historia transcurre.
Al gran Wes
Anderson le gusta mucho utilizar esta técnica. The Darjeeling Limited inicia y termina con personas corriendo a un
tren que están por perder. The Life
Aquatic with Steve Zissou arranca con la premier de la parte uno de un
documental y finaliza con la segundo parte. Moonrise
Kingdom (mi favorita del director) tiene a los chicos del campamento leyendo
y escuchando ópera.
Wes Anderson siendo Wes Anderson
El año pasado tuvimos Bohemian Rhapsody en los cines, una película que arranca con Freddie Mercury entrando a concierto
Live Aid y finaliza con ese mismo concierto, pero en versión completa.
Otras películas clásicas como Citizen Kane y Forrest Gump
también hacen uso de esta técnica. En el primer caso, para denotar que el
misterio que fue Charles Foster Kane
continuará como tal. La segunda para indicar que todo va a comenzar nuevamente,
esta vez con el hijo de Forrest.
Hay muchísimos más ejemplos. El caso de Hellboy (2004) es particularmente interesante. Inicia con un monólogo del Dr. Trevor
Bruttenholm:
«What is it that makes a man a man? Is it his origins, the way things
start?
Or is it something else, something
harder to describe?»
Y finaliza con un monólogo que imita y responde el
primero, en este caso del agente John Myers:
«What makes a man a man? A friend of mine once wondered. Is it his
origins?
The way he comes to life? I don't
think so. It's the choices he makes.
Not how he starts things, but how he
decides to end them.»
Mientras que en esa hermosa película que es Her (2013), el personaje de Joaquin Phoenix inicia y termina la historia
escribiendo y enviando una sentida carta, en el thriller Identidad (2003) tenemos
un mismo poema sobre un “hombre subiendo las escaleras” que tiene connotaciones
muy distintas.
Joaquin Fuckin Phoenix. And fuckin robots...
¿Qué más?
Pulp Fiction
(1994) comienza y termina con Ringo
y Honey Bunny en la cafetería (en el medio pasa de todo). Trainspotting (1996) tiene el mismo speech
de “elegir la vida” pero con entonaciones diferentes. El discurso del final es
más sincero y esperanzador, expresando la verdadera intención del personaje de
Ewan McGregor por elegir la vida. Love
Actually (2003) tiene algo
similar, pero con una escena que ocurre en un aeropuerto.
Bookending
en la vida real
Como puede verse, esta técnica narrativa es mucho
más común de lo que aparenta, sólo que quizás no solemos prestarle tanta
atención.
¿Y en la vida real? El planeta Tierra comenzó como
una masa infernal, caliente e inhóspita y –en sus momentos finales dentro de un
billón de años– terminará del mismo modo.
Curiosamente, cuando la humanidad se extinga,
muchas de las edificaciones más icónicas se van a deteriorar en orden inverso a
cómo y cuándo fueron construidas: los más modernos rascacielos van a ser los
primeros en colapsar. Quedarán las estructuras ancestrales (como las pirámides)
a las que les tomará milenios desaparecer.
Imagen real del futuro que nos depara
Un último bookend loco de la vida real: Mark Twain, el escritor de títulos como
Tom Saywer, nació muy cerca de la
aparición del cometa Halley en 1835. Usualmente bromeaba que el moriría cuando
el cometa volviera a pasar por el planeta. Murió un día después de su
reaparición en 1910.
***
► BONUS TRACK:
Cuando el silencio invade, hasta los grillos escapan. Escribí una historia
sobre las formas que toman los demonios internos de la depresión. Retratos
del silencio. Ahí aproveché la técnica de un final bookend. ¡A ver si puede
detectarlo! =)
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=>> Otras TÉCNICAS NARRATIVAS en el blog: “El
Macguffin en el cine y la literatura”; “El
efecto Rashomon”; “In
medias res: en el medio del quilombo”; “David
y Goliat”; “El
cadáver exquisito”; “Las
preguntas perforantes”.
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