Bajo el título “Rotos
de amor”, el autor argentino Rafael
Bruza congregó una serie de situaciones desopilantes con cuatro personajes,
todos ellos visitadores médicos, con serios problemas en el ámbito del amor; un
grupo de perdedores sin remedio.
Lo curioso es que la obra actualmente se está
presentando simultáneamente en cuatro puntos diferentes de Argentina: Buenos
aires, Mendoza, Bahía Blanca y Neuquén.
Tenía ganas de verla en Bahía Blanca porque la
dirige Jorge Habib (a quien mencioné
en
esta nota sobre la Escuela de Espectadores de Bahía Blanca) pero terminé encontrándola,
de casualidad, durante el fin de semana largo de junio en Neuquén (de donde
soy).
Rotos de amor es una obra para reír
bastante (hacía mucho que no reía con tanta fuerza) pero también para
identificarse y reflexionar.
Habla del Amor con mayúscula, como tema filosófico,
como algo de lo que uno no se puede curar del todo. El humor aparece desde
lugares muy oscuros para los protagonistas.
Uno está enamorado de una mujer
casada y con familia, a otro la esposa lo abandonó por un profesor de tango y
los constantes ronquidos echaron al tercero de su hogar. El cuarto, un mudo
(brillante personaje) no puede vencer el luto de la muerte de su mujer.
La dificultad de rearmar sus vidas a partir del
vacío amoroso, y la relación de amistad entre cada uno de ellos, es el eje
temático de la narración. Es una manera ingeniosa de hacer comedia,
apelando a lo cotidiano y a lo cercano. Aparecen el tango y el mate, las costumbres,
la charla, el baile. También hay planteos existenciales respecto al Amor, y
creo que ese es un punto fuerte del guión.
El santafecino Rafael Bruza es uno de los grandes del
teatro actual, y sus obras tienen impacto a nivel nacional e internacional.
Algunos
de sus textos más destacados se reunieron en el libro “Rotos de amor y otros fracasos”, que presenta la edición Colihue Teatro (acá pueden verla y
chequear una vista previa). Se trata de un libro editado en el 2008 que reúne
cinco piezas dramáticas del autor.
Rotos de
amor en Neuquén
Por lo menos a nivel actoral, la versión que vi en Neuquén me pareció impecable. Si bien
la obra está prácticamente despojada de escenografía, rápidamente se crea una
atmósfera particular: emotiva, melancólica, ominosa. Las luces y los arreglos
musicales tienen especial importancia en este sentido. Algo que destaqué fue
que cada entreacto era musicalizado por los mismos actores (todos cantaban, y
muy bien) y cada escena tenía equipos móviles que permitía transiciones ágiles.
La obra va a seguir en cartelera, al menos, hasta
que termine noviembre. Se presenta todos los sábados a las 21.30 hs en Ámbito Histrión (Chubut 240,
Neuquén). Para informes y reservas hay que comunicarse al 0299-4478276 o través
del facebook del teatro.
Los cuatro actores están asombrosos, si bien Carlos
Barro destaca especialmente como “El
mudo”.
Berlanguita es Ezequiel Boronat, Rodriguez es Alejandro
Cabrera y Pablo Di Lorenzo hace el papel de Artemio. Al finalizar la
función, los actores están esperando para saludar y charlar con el público.
Creo que “Rotos de amor” es humor del bueno:
reflexivo, inteligente, sagaz. La obra está muy bien y recomiendo que se animen
a verla si la ven en cartelera en sus ciudades. Yo, por lo menos, la disfruté
muchísimo.
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criterios de valoración para ser un espectador crítico”; “The
Sunset Limited y el mito de Sísifo”; “Del
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la controversia y el teatro de Alfred Hitchcock”.
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Interesante, voy a estar atento por acá por Buenos Aires.
ResponderEliminarAbrazo!