Es miércoles por la noche y te juntaste con un par de amigos. Pidieron
cervezas y un par de pizzas. Tienen una PC con varios emuladores retro o quizás
una Nintendo 64 original con una buena cantidad de joysticks. ¿Planazo?
¡Planazo!
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Las virtudes del couch-gaming
¡Plot-twist! A diferencia de lo que piensa tu tío Roberto (que cree que todo tiempo pasado fue mejor) ni los videojuegos generan violencia, ni se tratan únicamente de perder el tiempo. De hecho, esconden miles de ventajas disfrazadas detrás del “son sólo jueguitos”.
Pero hoy no venimos a hablar de las ventajas del gaming como propuesta lúdica e intelectual (cómo los juegos afinan las habilidades cognitivas o su comprobado poder antiestrés, por mencionar sólo dos beneficios). Sino que vamos a presentar, específicamente, las virtudes del couch-gaming.
El término “couch-gaming” hace referencia a dos cosas. Primero, al
simple hecho de jugar videojuegos desde la comodidad de un sillón. Por eso, el
concepto suele ser sinónimo de las consolas: uno y su joystick fundiéndose en
un acolchonado sillón frente a un televisor montado en una pared.
Una típica noche de coach-gaming en la Casa Sívori
Sin embargo, también podemos categorizar a ciertos juegos como “couch-games”, siendo aquellos que funcionan mucho mejor cuando se experimentan con uno o más jugadores que se encuentran, físicamente, en un mismo lugar.
Este tipo de juegos suelen promover más la risa y la competencia enérgica. A su vez, son propuestas únicas donde el foco está puesto en la interacción social, antes que en la virtual.
Lamentablemente, el couch-gaming (esto es: los buenos juegos
para viciar con amigos desde el sillón) son cada vez más raros hoy en día
debido a la popularidad cada vez mayor y la amplia accesibilidad del juego en
línea.
Una lan-party con mis hermanos viciando Doom 2, allá por principios
de los 2000´s
Afortunadamente: para sacarse la picazón del vicio, todavía existen los
videojuegos retro, sean emulados o en su consola original. ¿Cuáles son los
mejores juegos retro para couch-gaming? ¡Veamos!
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Snow Bros (1990)
Para aquellos que buscan un buen desafío competitivo, Snow Bros es un título ideal. Originalmente lanzado para arcades en Japón, allá por 1990, este juego rápidamente llegó a varias consolas. Encontramos su mejor versión en la Sega Genesis, donde existen 20 niveles adicionales.
Snowbros es increíblemente divertido en modo cooperativo.
Dos hermanos muñecos de nieve deben eliminar a todos los enemigos de cada nivel
para salvar a unas princesas. Esto se consigue arrojándoles nieve –que los
transforma en bolas de nieve– y luego haciéndolos rodar por el escenario. Una
falopa hermosa.
Mi hijo Benjamín jugando al Snow Bros en Espacio TEC
Es cierto que Snow Bros resulta poco original en comparación con otros títulos anteriores (recuerda al clásico Bubble Bobble y al Ice Climber) pero eso no lo hace menos adictivo. Arranca muy tranqui y pronto se vuelve durísimo… especialmente cuando nos enfrentamos a los jefes finales (que aparecen en cada piso múltiplo de diez).
Puede que hoy un favorito indie sea Cuphead, aquel run-and-gun que es tan tremendamente difícil como magnífico (con mi hermano Tomás le dedicamos 14 sufridas horas para poder darlo vuelta). Pero todavía más horas le metimos al Snow Bros durante nuestra infancia e, incluso, hace no tanto tiempo en algunos bares con fichines de la ciudad porteña.
Probablemente vas a morir mucho en el Snow Bros. Pero se
puede encontrar solidaridad al superar obstáculos tan imposibles al lado de un
amigo.
Super Bomberman 3 (1995)
Ahora: si lo que buscás es caos puro, también tenés varios opciones de couch-gaming. Ejemplos de títulos más modernos serían algo como Overcooked o la franquicia de Super Smash Bros. Aunque si queremos remontarnos al pasado, no hay con qué darle: es Super Bomberman.
En este caso yo me inclino por las versiones de Bomberman que
llegaron a la Super Nintendo. Super Bomberman 3 es el
mejor de los cinco disponibles para la SNES y el primero que permitía el juego
de a cuatro (de hecho, permite hasta cinco jugadores, pero uno tiene que ser
una PC necesariamente).
Super Bomberman 3 para la Super Nintendo
Era genial poder montar una mascota, cada una con una habilidad
especial que la volvía única. Su modo aventura es genial, aunque donde
realmente brilla es en la cantidad de horas de sillón que permite. De todas las
versiones de Bomberman que existen (y sus inevitables copias)
la tercera entrega es la más sólida.
Tetris de Tengen (1989)
Tetris es el videojuego más popular del mundo. Eso está claro y no se discute. Es, realmente, uno de esos pocos juegos cuasi universales que conocen hasta las Tías Martas del mundo. A finales de los ochenta y, sobre todo, durante los noventa, la creación de Alexei Pajitnov conquistó al mundo entero.
Se reconocen, oficialmente, más de 50 versiones de Tetris para
diferentes consolas… y eso sin mencionar la bestial cantidad de copias y
variantes del juego que se crearon (sí, te estoy hablando a vos… “9999 en 1”).
El torneo de Tetris de Tengen en Espacio TEC, 15 de julio 2023
El Tetris de Tengen es, básicamente, un
rip-off de la versión original de Nintendo. Aunque, a diferencia de lo que
suele ocurrir con las copias, tenía un par de puntos a su favor: gráficamente
era muy superior y además tenía un modo multijugador que permitía jugar con
otro amigo o enfrentarte a la computadora. Indudablemente: la versión de Tengen
es mejor que la de Nintendo.
Contra (1996)
¡Claro que el ingrato Contra, de la Family Game, tenía que estar entre los mejores juegos retro para couch-gaming! Dos jugadores simultáneos en pantalla, modo cooperativo, ametralladoras, jungla, terroríficos aliens… ¿Algo más se puede pedir?
Este es otro videojuego que no precisa introducción porque es un
emblema del gaming. No solo se lo recuerda por su excelente jugabilidad y modo
de dos jugadores, sino también por la dificultad que presentaba. El Contra no
perdonaba ningún error.
El Contra de Family Game / NES
Por otro lado, la introducción de lo que luego se conocería como el “Código Konami” es una estampa de los videojuegos. Aunque el Contra no fue el primero en utilizar las famosas combinaciones de teclas para sacar algún truco (el primero, en realidad, fue el “Gradius”), éste fue el que lo popularizó.
¡Tirabas arriba, arriba, abajo, abajo, izquierda, derecha, izquierda, derecha, B, A y tenías 30 vidas!
Este videojuego es muy frustrante, aunque también increíblemente
gratificante cuando comenzás a sentir que estás jugando mejor. Las balas de los
enemigos son blancas y difíciles de ver. Hay enemigos montados en metralletas
que te disparan apenas te ven, los power-ups se te van si morís, hay saltos que
requieren de mucha habilidad y hasta aparecen enemigos por detrás. Y, sin
embargo, yo no me cansaba de jugarlo con amigos.
Battletoads and Double-Dragon (1993)
Los beat ´em ups son ideales para el couch-gaming. Streets of Rage, Golden Axe o las Tortugas Ninja son todos excelentes candidatos. Yo, sin embargo, me quedo con el Battletoads and Double-Dragon de 1993.
Si bien es originalmente de la NES (o Family Game), su mejor
versión es la que encontramos en la morocha de Sega. Se trata de un tremendo
videojuego beat ‘em up que presentaba un crossover entre la saga de Battletoads (el
juego históricamente más jodido de la historia) y la de Double Dragon.
Battletoads and
Double-Dragon para Sega Genesis
Battletoads and Double-Dragon todavía se sostiene hoy en día. Su excelente jugabilidad –que respeta las características de ambas franquicias– lo convierten en uno de los mejores títulos para jugar con un amigo tirados en el sillón.
Me gustan mucho los diseños de los niveles, que eran todos diferentes.
Por ejemplo, el cuarto nivel es una batalla aérea. Algunos son de vista
lateral, mientras que otros son de vista isométrica. Infaltable el escenario de
las motos, que –por suerte– no es tan imposible como el de Battletoads original.
Mario Bros (1983)
Me dejé para el final el que, para mí, es una bandera del couch-gaming. Mario Bros es un videojuego de arcade desarrollado y publicado por Nintendo en 1983. Tuvo su versión casera para la NES que es la que más jugué de chico.
La premisa gira en torno a los fontaneros gemelos, Mario y Luigi,
que se encuentran en el sistema de alcantarillado de Nueva York. Las
alcantarillas son invadidas por oleadas de enemigos, a los que hay que derrotar
para conseguir monedas.
Fue la tercera aparición de Mario (antes era “Jumpman” en los
primeros Donkey Kong) y también se considera el primer juego en
hacer debutar al personaje de Luigi.
Benja jugando Mario Bros en Espacio TEC
Los elementos introducidos en este mítico Mario Bros., como las tuberías, monedas giratorias, tortugas que se pueden voltear sobre sus espaldas y su hermano Luigi, se trasladaron luego al Super Mario Bros. (de 1985) y se terminaron convirtiendo en elementos fundamentales de la franquicia.
En Mario Bros la jugabilidad es tan fluida como cabría esperar de un título de Nintendo, pero la acción puede volverse bastante agitada a medida que avanzás. Acá el modo cooperativo es la experiencia completa y una herramienta clave para ayudarse mutuamente a sobrevivir.
No es ningún secreto que el juego original de Mario está empezando a
parecer un poco anticuado. Sin embargo, es difícil ignorar su factor de
diversión. Si lográs sumar a un segundo jugador, es probable que estés ante la
mejor experiencia couch-gaming que existe.
Nota originalmente posteada en el blog
de Espacio TEC
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