La grabación de una película de clase Z sobre
muertos vivientes se ve interrumpida cuando llega un auténtico apocalipsis
zombi. Nada es lo que parece en One
Cut of the Dead, la película recomendada del día.
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No juzgues a un libro por su tapa
Hace ya unos años que se vienen destacando varias producciones orientales como El Juego del Calamar o la japonesa Drive My Car. Pero hoy toca recomendar esta tremenda obra de culto de 2017.
One Cut of the Dead es uno de los mejores ejemplos recientes de “no juzgues a un libro por su tapa”. Si te dejás llevar por la premisa, el tráiler o incluso los primeros quince minutos de filmación, parece ser un desechable ejercicio realizado por cineastas amateurs. Pero paciencia, porque se pone muy buena (y termina siendo realmente brillante).
La escuché recomendada en un podcast de cine y me llamó la atención. Quien la sugería explicaba que era una “carta de amor al cine” (frase de librito que detesto, ja), si bien esto solo se vuelve evidente al llegar al clímax del relato.
La vimos una tarde de domingo con uno de mis hermanos (quien, casualmente, tiene formación real de cine… no como este humilde servidor) y ambos quedamos gratamente sorprendidos.
Ahora: es difícil hablar de One Cut of the Dead sin spoilers su
trama, que es de lo más ingenioso que vi en los últimos años. Apenas voy a
decir que inicia con una fantástica toma ininterrumpida de 30 minutos que, de
por sí, llama bastante la atención.
Un insospechado éxito de taquilla
La película tiene tres actos muy marcados, una
duración de 90 minutos y un desenlace que es tan emotivo como magistral. El
final, de hecho, es de esos que te replantean todo lo que venías viendo hasta
el momento, como lo hizo aquella clásica Sexto Sentido o, más recientemente, Parasite.
One Cut of the Dead tuvo un
presupuesto de solo $25,000 y metió unos $31.2 millones en la taquilla mundial
cuando estrenó, rompiendo récords de la relación más alta de presupuesto a
rendimiento bruto. En la taquilla japonesa, por ejemplo, se convirtió en la
séptima película nacional más vista en 2018.
La historia inicia con la filmación de una película
de zombis muy berreta en una fábrica abandonada. Su director está completamente
desquiciado y recuerda fácilmente a Stanley
Kubrick en algunos obvios guiños a El Resplandor. Cuando las cosas se salen de control, el argumento
nos lleva a lugares insospechados.
Cine dentro de cine… dentro zombies
One Cut of the Dead está pensada para los amantes del cine dentro del cine, aunque también la va a disfrutar el público más casual porque es súper divertida. El homenaje que se presenta al trabajo detrás de cámara es más que interesante. Nunca el desafío de conseguir un plano correcto fue tan visual como acá.
¡En el cine siempre hay esperanza! Hace años que el subgénero zombie parece estar herido de muerte (pun intended) pero cada tanto aparecen obras que lo resignifican. La coreana Train to Busan (2016) o la australiana Little Monsters (2019) son dos claros referentes. Y ahora puedo agregar One Cut of the Dead a esa lista.
One Cut of the Dead es una fascinante obra de metacine que, además, se las ingenia para tener mucho corazón y humor. Una producción tremendamente imaginativa que no puedo dejar de recomendar.
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Nota originalmente publicada en Alta
Peli.
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