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martes, 13 de junio de 2017

“Psicosis” (1960): el legado de Alfred Hitchcock


Indiscutiblemente la película más popular de Alfred Hitchcock (lo que no necesariamente indica que sea la mejor), Psicosis allanó el camino para el cine de terror slasher, las películas con finales sorpresa (twist endings) y dejó en la mente de los espectadores algunas de las escenas más memorables de la historia del cine.

Hoy le toca el turno al gran clásico de Hitchcock. 

Una película que está lejos de ser su mejor producción (películas como Vertigo, La ventana indiscreta, Rope y Lifeboat son mucho más memorables) pero que se destacó por dejar un legado importante y definitivo en el séptimo arte.

La película de 1960 fue adaptada para la pantalla grande de la novela homónima de Robert Bloch, que había sido publicada un año antes.

Se caracterizó por presentar no uno, sino dos grandes giros argumentales que ocurrían en la mitad de película y en el impactante final. Hitchcock se tomó muy en serio el hecho de evitar que los secretos se divulgaran. 

En el trailer original hasta pedía: “No revelen el final –es el único que tenemos”.
  
De más está decir: hay spoilers

Pero seamos honestos, hablamos de una cinta de más de 50 años con un final que todo el mundo conoce gracias a la osmosis pop-cultural, incluso si pocos realmente vieron la película.

***

Psicosis en pocas palabras

Psicosis arranca como un thriller de cine negro: Marion Crane (Janet Leigh) es una secretaria que ve la oportunidad de escapar con una importante suma de dinero que le fue dada para depositar en el banco.


Luego de dos días a través de Estados Unidos, sospechando de todo el mundo, termina parando en un desolado alojamiento bien lejos de la ruta: el motel Bates. Allí conoce a Norman Bates (inolvidable interpretación de Anthony Perkins), un nervioso joven que vive con su dominante madre en la tétrica casa detrás del motel.

A mitad de película se viene el primer giro, y uno de los más memorables del cine. Mientras Marion está dándose una ducha en su habitación, alguien se acerca con un cuchillo y la asesina brutalmente en la bañera. Escena que, acompañado de su mitológica música, ha sido parodiada en miles de ocasiones después.

Ella era la protagonista, una actriz súper conocida que debía ser la gran estrella de la película. Sin embargo, todo el tiempo invertido fue en vano, porque está bien muerta. Mientras tanto, el dinero robado reposa, envuelto en papel de diario, sobre la mesa de luz.

Luego Psicosis tiene un cambio radical de género, convirtiéndose en algo más cercano al terror psicológico. El resto de la historia sigue a Norman Bates escondiendo el cuerpo (hasta entonces creemos que fue su madre quien mató a Marion). La sumerge en un pantano, junto con el auto, las pertenencias y el dinero robado.

La hermana de Marion contrata a un detective privado para investigar el asunto (quien también termina siendo víctima del asesino). Aparentemente, lo madre loca y posesiva mata a todas las mujeres en las que Norman se interesa, o a quien se cruce en su mano. Sin embargo, acá se viene el giro #2.

Creo que no es una sorpresa para nadie decir que la madre de Norman estaba muerta desde hace años (la mató él mismo). Norman tiene doble personalidad, y una de sus personalidades (la que está empezando a aflorar con cada vez más fuerza) es el costado más dominante de la madre. 

Fue Norman, bajo la influencia de su costado maligno, quien realizó todos los asesinatos.

Esta no es la primera ni la única película que ataca la cuestión de las múltiples personalidades, y ciertamente otras lo han hecho mejor. Pienso en Fragmentado (recientemente la analicé en detalle en el blog) o en Identidad, Primal Fear y Mr Brooks.

Algo que me molesta especialmente de esta película es la gran cantidad de exposición que se da al final, cuando el psicólogo explica literalmente lo mismo que todos entendimos al ver desarrollarse la historia. La escena final con la cara de Norman Bates es fantástica, pero esos quince minutos de exposición llana son insoportables y le bajan bastante el nivel.

La franquicia de Psicosis

Naturalmente, una película tan vanagloriada por todos iba a recibir secuelas y continuaciones. De hecho, existen y están todas protagonizadas por Anthony Perkins (si bien Hitchcock no participó de la franquicia).
  • Psicosis II (1983) –Norman Bates sale del psiquiátrico 22 años después. La personalidad de su madre lo sigue acosando.
  • Psicosis III (1986) –Una monja, un reportero y un viajero están de nuevo en el infame Motel Bates. Cuando Norman se enamora de la monja, su “madre” se pone especialmente celosa.
  • Psicosis IV (1990) –La obligada precuela que relata los inicios de Norman con su abusiva madre y el momento en el que heredó el desorden de doble personalidad.



En 1987 hubo también una película para TV que está “fuera del canon”: Bates Motel. Involucra a un hombre llamado Alex que supuestamente se hizo amigo de Norman mientras éste estuvo institucionalizado. Al salir, Alex se entera de que Norman (muerto en esta versión) le dio el hotel en herencia.

En 1998 Gus Van Sant dirigió una remake prácticamente hecha escena por escena, con Anne Heche y Vince Vaighn en los roles protagónicos. Como es tan igual a la original (si bien en color) la mayoría la consideró innecesaria y hasta inferior. Hay algunas diferencias. La muerte de la ducha es distinta en tono, aunque el resultado es el mismo, y también vemos al Norman de Vince Vaughn masturbándose, algo que en la original se manejó con más sutileza.

Hitchcock, del año 2012, está interpretada por el gran Anthony Hopkins y es una suerte de ficción bio-pic sobre la realización de Psicosis. Esta sí es interesante.

Por último, tenemos la serie de TV Bates Motel (que estrenó en el 2013) y una precuela que salió por A&E Network. Toda una franquicia que sigue viva –si bien respirando con dificultades– hasta el día de hoy.

La influencia en el slasher

Si bien Psicosis no es una cinta de terror slasher como lo serían, años después, las de Jason, Fredy Krueger y el resto de la banda, muchos consideran que el inicio del subgénero se encuentra acá.

Sin duda, la inmensa popularidad de Psicosis fue una clara influencia en el venidero cine de terror sobre asesinos seriales que caminan a velocidades abismales y matan a adolescentes sobrecargados de hormonas. La película codifica, en su segunda mitad, algunos de los elementos fundamentales que se volverían típicos en el género.

Además de introducir a personajes simpáticos que mueren de formas violentas e inesperadas (como es el caso de la rubia y hermosa Marion Crane), la historia empujó un poco más los límites de lo sexualmente permitido por la época.

Junto a las películas de misterio y crimen italianas de los ´60, Psicosis abrió el camino para la aparición de un género caracterizado por la sexualidad y la brutalidad sangrienta de un asesino serial.

Luego vendrían The Texas Chainsaw Massacre (1974) y Black Christmas (1974), ejemplos más tempranos del slasher americano.

Cine puro de Hitchcock

Psicosis no solo es la película más grande de Hitchcock por su popularidad, sino porque además tiene todos los clásicos elementos hitcockianos.

Veamos:

El cameo: el director regordete tiene su cameo, como en todas sus producciones. En este caso, aparece afuera del banco donde Marion trabaja, vestido con un sombrero de cowboy. Eligió aparecer al principio para no distraer al público cuando la película está más avanzada (y requiere mucho más atención a las pistas que va dejando). Por cierto, el director de la remake (Gus Van Sant) aparece haciendo un cameo en la misma parte de su propia película.

El MacGuffin: el dinero robado es nada más que un elemento motivacional que dispara el conflicto. Las expectativas de la audiencia son arrojadas por la ventana cuando la protagonista muere y el dinero no sólo no se devuelve, sino que además queda enterrado junto a ella. Es notable también que el dinero funcione como una pista falsa, porque sabíamos que Norman estaba prácticamente quebrado y éste le habría venido muy bien. 

(Por cierto: para entender mejor qué es un MagGuffin, tengo esta notita dando vueltas.)


Hay otros elementos típicos de Hitchcock sobre los que no vale la pena explayarse: la rubia protagonista, el estilo de policial negro, el giro argumental final, la simbología con animales (Norman Bates era taxidermista), etc.

Una interpretación del desenlace

Sin contar la insufrible disertación del psicólogo sobre la condición de Norman Bates, una exposición tan obvia como innecesaria, el desenlace de la película es fantástico.

Hitchcock deslizó una imagen del cuerpo de la madre fusionándose con el asesino en una escena que, si pestañeás, te la perdés. Hay un momento muy chiquito en el que la cara de Norman se ve así:


En efecto, la última vez que vemos al tipo que asegura que “no le haría daño ni a una mosca” es con una yuxtaposición con el cadáver de su madre, indicando que ahora las dobles personalidades finalmente son una sola, y el asesino está en su forma completa, sin ataduras ni restricciones.

De algún modo, a lo mejor fue la manera que encontró Hichtcock de decir que todas las secuelas donde el psicópata de Norman Bates se convierte en un (anti)héroe son una porquería.

Palabras finales

El tema central de Psicosis lo resume Norman durante uno de sus momentos más lúcidos. Hablando con Marion sobre los pájaros enjaulados (los animales son un gran simbolismo en la historia), dice:

«I think that we're all in our private traps, clamped in them, and none of us can ever get out. We scratch and we claw, but only at the air, only at each other, and for all of it, we never budge an inch.»

Es exactamente como él se siente, atrapado en un cuerpo que no puede controlar. Es un pequeño momento hermoso que nos acerca a la mente de un psicópata, a un tipo que, en definitiva, se siente atrapado por no poder actuar como le gustaría, por no poder soportar sus impulsos asesinos.

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3 comentarios:

  1. La película inició un subgénero de terror de asesinos psicopatas, sin elementos sobrenaturales, como Michael Meyers, Jason Vorthes antes de que muriera y reviviera.
    También fue inicio de un tipo de personaje, las scream queens, las reinas del grito. El asesinato en la ducha es una escena memorable. Del asesinato del detective casi nadie se acuerda.

    Interesante entrada.

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  2. Muy interesante la nota. La vi en el colegio hace muchos años, pero me acuerdo bastante, y estoy de acuerdo sobre la exposición del psicólogo. Pero quién sabe, tal vez para la época era necesario, no sé.

    No sé si lo habrás leído, pero hay un texto de José Pablo Feinmann sobre la escena de la ducha, más específicamente, la imagen de Marion muerta en el piso, donde la actriz tiene los ojos abiertos y no pestañea. Si lo encuentro te lo paso, tiene una conclusión interesante jajajaja

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    Respuestas
    1. Ah, mirá vos. En general me gusta como escribe J.P Feinmann. Leí algunas de sus obras de teatro. ¡Si lo encontrás, pasalo!

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