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viernes, 26 de marzo de 2021

Elementos de ficción: matar al mensajero

 

¿Hay un trabajo peor que ser el mensajero de un villano importante? Las horas son largas, la paga es mala y a tu jefe le gusta abusar de sus hombres por diversión. Lo peor ocurre cuando vas a dar una simple noticia y terminás mordiendo el polvo. En la ficción, a veces matar al mensajero es lo que envía el verdadero mensaje.

 



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La génesis de la inmunidad diplomática

El origen de este elemento narrativo se remonta, al menos, a la antigua Grecia. Una posible teoría (además de que el rey se ve afectado por su orgullo) es que el mensajero siempre era el hijo de un general derrotado o perdedor, y que su muerte era un castigo por el fracaso.

Su deprimente regularidad en el mundo antiguo condujo a la primera regla del derecho internacional: la inmunidad diplomática.



Al final, todos (incluso Genghis Khan, que destruyó varios imperios) pensaron que era un poco injusto para los pobres mensajeros. De hecho, se comenta que el iracundo Khan acabó con uno de esos imperios porque mataron a algunos de sus boyscouts.


Entre el Kingpin y los espartanos

Matar al mensajero es, por ejemplo, un tema recurrente para los matones que trabajaban para The Kingpin, el mafioso antagonista de Spider-Man y Daredevil. Históricamente, estos matones tenían un miedo mortal de tener que dar malas noticias a su jefe, ya que Wilson Fisk era infame por matar a cualquiera a la menor provocación.

Por supuesto, el caso más memorable lo encontramos en la película 300 (2006), dirigida por el mismo Zack Snyder que hoy está en boca de todos debido a su nuevo corte de Justice League.

Al principio de la historia, el rey Leónidas y los espartanos ejecutan a un mensajero persa y a su escolta armada por insultar a su reino mientras llevan la demanda de Xerxes de “tierra y agua” como muestra de sumisión al imperio.


El personaje de Gerard Butler le dice que va a encontrar un montón de ambos (tierra y agua) en el fondo del pozo, donde luego procede a tirarlo con una brutal patada. Leónidas lo hace al grito de “¡Esto! ¡Es! ¡ESPAAAAAARTA!”.

Lo más loco es que los verdaderos espartanos realmente mataban a los mensajeros, bajo el lema de que “cada hombre es responsable de sus propias palabras”.


Matar al mensajero en el cine

El conflicto inicial de la excelente Road to Perdition (2002) se relaciona con todo esto. El personaje de Tom Hanks es enviado a dar un mensaje al capo de la mafia (interpretado por Paul Newman). 

El mensaje es, literalmente, “matá al mensajero”. Nuestro protagonista, Michael Sullivan, logra escapar, pero sólo para llegar a ver cómo masacran a su familia entera. A partir de ahí comienza un camino de venganza y perdición junto a su único hijo vivo. Gran película de Sam Mendes que les recomiendo.



Hay también una película de 2014 que tiene el mismo nombre de la nota, con Jeremy Renner y Ray Liotta. No la vi, pero es del productor de Homeland así que quizás la agende para el futuro.

Beerfest (2006) se divierte con esta idea. En lugar de dispararle al mensajero, eluden el tecnicismo asfixiándolo con mangueras de cerveza. Hay otros muchos ejemplos del cine en franquicias tan populares como Star Wars, Batman y Harry Potter (Voldemort es bastante bravucón).


Stephing King, WandaVision y un poco de música

Stephen King tiene un caso de “matar al mensajero” bastante curioso. Ocurre en Zarabanda nupcial, uno de los relatos más terrenales del autor que yo analicé en esta nota del 2015.

Un líder de una pandilla rival envía un mensajero para insultar al líder de otra pandilla burlándose de su hermana (que es obesa). El mensajero obviamente está cagado hasta las patas, al punto de las lágrimas, mientras dice chistes de gordas directamente en la cara del mafioso.


Lo divertido del cuento es que la hermana obesa es la que termina siendo la más brava de todas, matando al mensajero lentamente con un alambre de metal a través del ojo. Me encanta este cuento porque está narrado desde el punto de vista de alguien que no tiene nada que ver con el asunto en cuestión.

Me puse a pensar en esta nota (y en las veces que aparece el elemento de “matar al mensajero”) con WandaVision, donde el cartero hacía numerosas apariciones con su catchphrase: “don´t shoot me, i´m just the Messenger”.

En algún momento pensé que podía tratarse de Mephisto escondido y que tendría un rol más importante, pero al final lo dejaron ahí.


Cierro con un temazo de Jack's Mannequin, una bandita californiana que me encanta. La canción es Kill the Messenger de su álbum conceptual “Everything in transit” (2005):



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1 comentario:

  1. Tengo unas ganas d ever "Camino a la perdición", muchos actores fenomenales. Gran review :)

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