Como hace ya un tiempo, estoy leyendo un libro de
la épica saga de La Torre Oscura por
año. Esta vez me tocó el tercero, Las
Tierras Baldías, que me pareció fascinante y el más completo hasta ahora.
En esta nota voy intentar desarmar un poquito el texto para reseñarlo desde sus
puntos más fundamentales.
***
El ka-tet
reunido
Este tercer volumen junta a todos los personajes
principales, forjando el ka-tet (grupo de personas unidas por el Ka, la
fuerza que rige a todos los seres): Eddie
y Susannah venían del libro
anterior, junto al pistolero Roland.
Ahora se suma Jake
Chambers, quien había muerto al final del primer libro y acá regresa de una
forma tan ingeniosa como maravillosa.
De los tres volúmenes, creo que este fue el libro
que más me gustó hasta ahora porque me pareció muy sólido y sorprendente. Si
bien es muy extenso (a veces de forma innecesaria - la versión que yo leí tenía
unas 700 páginas) tiene grandes momentos y se lee con fluidez.
Al clásico género de fantasía y western que
caracterizaba a la saga, en este caso Stephen King incorporó muchos más
elementos de ciencia ficción (mi género favorito).
***
A partir de
acá se van a revelar partes fundamentales de la trama. Este es el obligado #SpoilerAlert. ¡Están avisados!
***
Para empezar, hay una gran paradoja temporal
(creada en La llegada de los tres, en relación
a la muerte de Jake) que se resuelve de una manera interesante. Pero además
aparecen ciudades pos-apocalípticas (Lud),
un oso cibernético y gigante que ataca a los protagonistas al inicio (Shardik) y una inteligencia artificial
/ tren monorriel demente / entidad amante de las adivinanzas (Blaine, el Mono).
La llegada a Lud
El libro se divide –muy claramente–
en dos mitades, cada una con tres partes. La primera mitad del libro
juega magistralmente con el hecho de que tanto Roland como Jake están pudiendo
sentir ambas líneas temporales, lo que los está volviendo locos.
Debido a que Roland (en La llegada de los tres) evitó que Mort empujara a Jake al tráfico,
él nunca murió, por lo que nunca apareció en Medio -Mundo y, por ende, nunca
fue abandonado por el pistolero (en
el primer libro) para morir debajo de las montañas.
La segunda parte trabaja la reunión del ka-tet
conformado por los cuatro protagonistas (más un simpático animal, Acho) a medida que ingresan a la
misteriosa ciudad de Lud. Curiosamente, las Tierras Baldías aparecen recién
sobre el clímax de la historia. Un final que, dicho sea de paso, es bastante
abierto. Me imagino que esto debe haber molestado mucho a los seguidores, ya
que la continuación (La Torra Oscura #4:
Mago y cristal) llegaría seis años
después.
La historia
hasta ahora…
Cada volumen de La Torre Oscura incluye una página que muestra una simple palabra
que funciona como subtítulo.
Para Las
Tierras Baldías esa palabra es “redención”, que hace referencia a Roland
rescatando a Jake y retornándolo al ka-tet (y, de esa manera, recuperando ambos
la cordura). Eddie y Susannah también encuentran redención a través de su amor
por el otro y la devoción de convertirse en verdaderos pistoleros.
Todas estas relaciones entre los cuatro son profundizadas
mucho en este libro; además, cada uno de los personajes tiene momentos geniales.
El inicio de la novela es tremendo.
Cinco meses después de que Roland sacó a Eddie y a
Susannah de Nueva York hasta
Medio-Mundo, está entrenándolos para ser pistoleros. Roland ya está recuperado
de su encuentro con las langostas monstruosas de La llegada de los tres pero ahora tiene un nuevo problema: la
paradoja temporal que creó al salvar a Jake de Jack Mort lo está volviendo
loco. Recuerda simultáneamente haber conocido a Jake en la estación de tren y
también que no hubo nadie allí.
Ya en las primeras hojas se encuentran con un oso
cibernético y enorme llamado Shardik, uno de los guardianes de los doce haces
que se intersectan con la Torre. En Nueva York, Jake tampoco la está pasando
bien porque está teniendo visiones del misterioso pistolero.
Activar el portal a 1977 cuesta muchísimo y es una
de las cosas que más me molestó de la pobre
adaptación de La Torre Oscura que salió en el 2017. Abrir una puerta en
Medio-Mundo es toda una experiencia mística y peligrosa, mientras que en la
película abrían puertas como cuando uno se cambia de camisa.
El cruce del portal
Acá, para traer a Jake, Roland, Eddie y Susannah
utilizan rituales y visiones, tallan una llave especial, llegan hasta un
círculo de poder y se enfrentan a un demonio. Un bicho invisible que, dicho sea
de paso, para poder distraerlo mientras traen a Jake, dejan que viole a
Susannah (en ese momento, Detta Walker,
su alter-ego).
Este es una de las escenas perturbadoras y gráficas
que Stephen King nunca puede evitar colocar en sus obras. Al principio parece
bastante fuera de lugar e innecesaria, pero agrega un punto argumental
importante para el futuro porque ahora Susannah está embarazada de vaya uno a
saber qué.
Tecnología y
el mal
Uno de los leitmotivs
de este volumen es que cómo los avances tecnológicos pueden volverse
destructivos cuando no se controlan. Sucede con Shardik, uno de los doce
guardianes, y sucede con el monorriel Blaine,
quien no puede considerarse ni bueno ni malo: sólo es una máquina funcionando
mal.
Al parecer, los Antiguos quisieron mejorar al mundo
con sus creaciones, pero dejaron atrás una infraestructura que amenaza la
existencia misma. “El mundo se ha movido”
tiene que ver un poco con eso.
La Torre tiene un significado simbólico para
Roland, pero su travesía no es únicamente mística, sino también práctica.
Aunque él no entiende lo específico de la Torre y el Haz, sabe lo suficiente
para captar que ambos requieren del otro para la estabilidad. Así, la
existencia del mundo depende literalmente de que la Torre no caiga.
La Torre Oscura y sus doce haces
La Torre
Oscura #3 hace mucho por avanzar en la mitología de la saga. Ahora sabemos
que existen doce Animales Guardianes que cuidan cada uno de los doce Pórticos.
Los Guardianes (un robot por cada animal) están conectados de a pares por medio
de un Haz y en el punto donde se encuentran todos los Haces se halla la Torre
Oscura.
Como el ka-tet ya encontró el Camino del Oso
(enfrentando a Shardik) ahora tienen una especie de GPS cósmico para poder
avanzar hacia la Torre. Sólo hay que seguir al Haz.
Habiendo recuperado al cuarto miembro del grupo,
los héroes siguen su viaje hasta Lud, una ciudad antigua que supo tener tecnología
de punta y que ha sido arrasada por décadas de guerra. Allí, un sobreviviente,
el Chirlas, secuestra a Jake
aprovechando los inconvenientes que enfrenta el grupo al atravesar un puente
casi destruido. Roland sale a su rescate (una vez más) mientras que Eddie y
Susannah conocen a Blaine.
La verdad es que la historia tiene bastantes
enredos y es imposible seguirla, a esta altura, si uno no leyó los libros
anteriores.
Sobre el final aparece un nuevo enemigo: el Extraño Sin Edad (un villano que Roland
va a tener que matar, según le advirtió el Hombre de Negro en el primer libro
de la saga). Este extraño recluta a Tic-Tac (el líder del Chirlas) quien había
sido disparado por Jake y dejado por muerto.
El extraño sin edad
Todavía no…
Algo que me molestó por momentos de la novela es
que hay grandes tramos donde parece que no pasa nada. O donde todo apunta a que
vamos a tener una gran revelación (o que, por lo menos, Roland se va a sentar a
contarnos todo sobre su pasado y la relación con la Torre) y eso no sucede.
Lo que vengo pensando desde el primer volumen lo
mantengo: la saga es un triunfo de estilo sobre sustancia. Es una historia muy
atrapante y llamativa que apunta a crear una atmósfera, aunque quizás la
aventura no llega a ser tan épica todavía.
Ojo: el sentido de aventura y la construcción del
mundo están presentes, pero en el medio hay páginas y páginas de caminar,
peregrinar, hacer fogatas y preguntarse qué catzo está pasando.
En el libro, los grandes momentos de acción (donde
se incrementa el ritmo) son cuatro: la pelea con Shardik, la dramática apertura
del portal, el paso por el puente en suspensión y el duelo subterráneo en Lud.
Todas son escenas tremendas, ¿pero justifican realmente una novela tan larga?
Algunos creerán que sí… otros (como yo) agradeceríamos unas cien páginas menos.
Todavía muy lejos de la Torre Oscura
De todas maneras, este fue el volumen que más me
enganchó y creo que es el más completo por la narrativa cerrada que trabaja y
cómo desarrolla a los personajes principales. Se siente como el final de una
primera gran etapa.
Me dio la sensación de que El Pistolero y La llegada de
los tres fueron más fragmentados, como historias reunidas dentro de una
novela, pero sin tener conexión del todo. Esto es especialmente cierto para el
primer volumen, que literalmente inició como una serie de cuentos
interconectados sobre el pistolero.
En su lugar, Las
Tierras Baldías se siente como una novela de verdad, pensada como tal, con
todos los elementos de la máquina funcionando de forma coordinada. La verdad es
que la saga se va poniendo cada vez mejor y tengo muchas ganas de leer Mago y Cristal el próximo año.
Palabras
finales
Aunque el libro termina con una suerte de cliffhanger (Blaine anuncia su intención
de descarrilar con el ka-tet arriba a menos que puedan derrotarlo en una
competencia de adivinanzas) yo lo sentí como un desenlace adecuado.
¡Probablemente porque sé que puedo agarrar el próximo libro cuando quiera!
La novela cierra con Blaine, Roland y los demás atravesando
a toda velocidad (más de 1000 km/h) las Tierras Baldías (un territorio
radiactivo plagado de animales mutados y ruinas que –se afirma– fue creado por algo
mucho peor que una guerra nuclear) rumbo a Topeka,
el final del recorrido del monorriel.
Me gusta la idea de Roland y su ka-tet sobre una
especie de tren lúdico que los está llevando directo al infierno. ¿Van a
descarrilar? ¿Llegarán sanos a su destino (acercándose más a la Torre)? ¿Podrán
vencer al tren inteligente en el concurso de adivinanzas? Quedan muchísimas
preguntas por responder.
Charlie el Chu-Chu, o Blaine el mono...
Me intrigaron muchos los giros de tuerca de la
historia, disfruté el uso adecuado de los elementos de sci-fi (pocos autores
trabajan psicológicamente los efectos de una paradoja temporal) y cómo los
personajes comienzan a confiar unos en otros en este libro. Todos tienen un rol
vital para cumplir y se apoyan para continuar el viaje. Roland no sólo se
redime de sus acciones anteriores, sino que además aprende que todos juntos son
más que la suma de las partes.
El Pistolero
fue una colección de historias de relativa autonomía. La Llegada de los Tres introdujo a los personajes principales.
Las Tierras
Baldías finalmente mueve la aventura hacia adelante, brindando apenas un
poco más sobre el panorama actual y algo de dirección real. Me encantó el libro
y ya es una de mis lecturas favoritas del 2018.
«Hay una profunda enfermedad en la Torre Oscura, que es el corazón de todo. Y se extiende. Las tierras que tenemos debajo solo son un signo más de esa enfermedad»
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=>> Otros notas sobre LA TORRE OSCURA en el blog: “Los
comics de la Torre Oscura de Marvel”; “Análisis
del trailer de la Torre Oscura”; “Libros
favoritos leídos en el 2017”; “La
Torre Oscura (I): El Pistolero”; “La
Torre Oscura (II): La llegada de los tres”.
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