Tengo bocha de notas dando vueltas en mi cabeza (o
bien semi-cocinadas entre mis borradores). Por ejemplo, tenía ganas de hablar
del hermoso final de Dragon Ball Super
o de los videojuegos que estoy terminando ahora: Bastion, Trine 2, MiniDoom 2.
O escribir sobre el cierre de Dark
Knights Metal, el gran crossover de DC que terminó hace unos días, de lo
mucho que vengo disfrutando La Torre
Oscura III de Stephen King, de
más cine, de más animé, de más de mis vicios personales.
Voy a ir haciéndolo a mi ritmo, porque
lamentablemente no puedo actualizar el blog tanto como me gustaría. (#SerPadre.
#TenerQueTrabajar #Etcétera). Sí voy a aprovechar para mencionar un juego al
que le venía teniendo todas las ganas y que, cuando finalmente pude jugarlo, me
voló la cabeza.
Batman:
Arkham Asylum tiene todo lo que amo en los videojuegos y también todo lo
que amo en Batman (por lejos mi
superhéroe favorito y a quien sigo a todas
partes). En esta nota voy a tratar de explicar los
motivos por los que lo disfruté tanto y agregar unas perlitas también.
***
Las influencias de Arkham Asylum
Batman:
Arkham Asylum es un juego creado por Rocksteady Studios y distribuido por Eidos
Interactive. Es el primero de la serie Arkham (hoy ya hay cuatro) y fue
considerado Game of the Year (GOTY) en el año de su creación, 2009.
Si bien tiene poco que ver con la trilogía de Nolan sobre el Caballero Oscuro, es
inevitable su comparación. El juego es bastante oscuro y maduro, con un tono
más picante que la serie animada de Batman e influencias de algunas de las
novelas gráficas esenciales sobre el asilo psiquiátrico de Arkham.
Me refiero, claro, a la clásica –y súper
recomendada– historia de Grant Morrison
(A Serious House on Serious Earth,
que tuvo
su reseña en el blog) y también a la mini serie Arkham Asylum: Living Hell. De hecho, uno de los grandes aciertos
del juego es que te hace sentir que, literalmente, estás dentro de un comic,
viviendo una de las aventuras más épicas de Batman.
¡Ya era hora!
Batman históricamente tuvo mala fama dentro de la
historia de los videojuegos. Tiene juegos en prácticamente todas las
plataformas, superando las dos docenas de títulos. La mayoría –hay que decirlo–
son bastante apestosos. Batman: Arkham
Asylum llegó para romper con todo, y lo mejor es que su continuación (Arkham City, que aún no jugué) está
todavía mejor rankeada.
Hay mucho para amar en este videojuego que tiene
una buena historia escrita por el mismísimo Paul Dini (quien llevó adelante la serie animada en los años ´90).
Además, como si fuera poco, tenemos a Kevin
Conroy y Mark Hamill en las
voces de Batman y el Joker, respectivamente.
A pesar de que el juego tiene lugar en un área
contenida, hay muchísimo por explorar y una buena cantidad de sorpresas en el
camino. El equipo de Rocksteady tomó las
bases del superhéroe y una gran galería de villanos para combinarlos con
suficientes Easter Eggs, secuencias de acción tremendas, misiones atrapantes y grandes
peleas con jefes.
¿De qué va
la historia?
Gotham viene teniendo un mes caótico. Primero, la
penitenciaria Blackgate es destruida en un sospechoso incendio, forzando a que
la policía tenga que mover a todos los presos al asilo. Luego, el Joker
comienza una matanza desmedida que culmina en el intento de asesinato del
alcalde de la ciudad.
La historia inicia con la detención de Joker en las calles de Gotham, quien es
ingresado por Batman al asilo. Es una cinemática inicial sublime que te sumerge
profundamente en el críptico lugar. El espíritu opresor de la gigantesca (y
fantasmal) construcción es uno de los principales aspectos que los desarrolladores
supieron capturar a la perfección desde el minuto cero. El sentimiento de
perturbación es alto porque todo parece indicar que el criminal se dejó
capturar por algún motivo oculto.
Como es de esperar, el Joker escapa gracias a la
ayuda de Harley Quinn. Juntos, toman
control del lugar y sueltan a todos los presos. Batman deberá pelear contra toda
una oleada de convictos para intentar descubrir qué planea realmente su
archienemigo.
Tres modos
de juego interconectados
La jugabilidad presenta tres mecanismos específicos
que van combinándose a lo largo del juego: freeflow
mode (combate), predator mode
(sigilo) y detective mode
(investigación). Ninguna de ellas es especialmente compleja, pero el logro está
en cómo se balancean unas con otras, y el ritmo que le impone al avance.
En el medio hay algunos elementos de plataformas,
como los sueños del Espantapájaros que son impecables. Cada modo está
perfectamente diseñado y adecuadamente te introduce a las habilidades del
Caballero Oscuro.
Por ejemplo, el modo sigilo nos permite evitar el
combate físico. Batman es bastante débil y los errores se pagan caro. En
situaciones con enemigos armados, es buena idea tomarlos a todos desprevenidos.
En estos casos el juego exige atención. El modo sigilo es un ejercicio de
precisión y espera para el momento adecuado.
Adicionalmente, nuestro personaje tiene posibilidad
de mejorarse. De nuevo, esto no llega al nivel de complejidad de cualquier
juego de RPG promedio, pero es agradable poder ir evolucionando a Batman para darle nuevas habilidades y
status.
Si uno siente que es muy débil, puede mejorar el blindaje
corporal para aumentar la resistencia. También es posible actualizar nuestro
gel explosivo para descubrir más secretos o avanzar por lugares donde
normalmente no podríamos, o incorporar nuevos artefactos a nuestro equipo de
pelea para poder manejar mejor a los enemigos que nos rodean.
En mi opinión, el modo sigilo y la posibilidad de personalización
a Batman son los aspectos más brillantes de Arkham
Asylum. Batman siempre fue eficiente con los puños, pero se siente mucho
más a gusto entre las sombras, acabando en silencio con sus rivales. Tanto las
mejoras del personaje como sus movimientos rápidos son homenajes muy logrados
al espíritu del hombre murciélago.
Una larga
noche en el asilo
Todo el argumento se desarrolla a lo largo de una
noche de locura dentro de la isla. En lo visual Batman: Arkham Asylum es sobresaliente, incluso hoy, ya varios años
después. Hay especial atención al detalle en cada rincón del lugar. Todos los atuendos
de personajes son muy comiqueros. Los escenarios, por su parte, tienen un
diseño extraordinario que respeta el arte visual de los cómics.
Hacía mucho tiempo –puntualmente, desde
que jugué Portal y Portal 2– que no me enganchaba tanto con un juego.
Aprovechaba cada uno de los pocos minutos que tenía para avanzarlo. No es un
perfecto, pero ciertamente se le acerca.
Si tengo que ponerme exquisito, desde lo técnico
algunas texturas son pobres (especialmente en planos cortos) y los movimientos
de labios no convencen del todo. Pero para mí esa fue una cuestión menor. Creo
que un problema real es que los jefes tienden a ser un poco repetitivos. Muchos
terminan venciéndose con estrategias similares y no hay demasiada diversidad.
Por ejemplo, la batalla con Bane se repite dos o tres veces más adelante, con diferentes
enemigos que tienen la misma mecánica. Involucra aprender un patrón de ataque y
saber cómo esquivarlo para luego atacar. La pelea contra Killer Croc es tediosa y aburrida. El final con el Joker es un
tanto anticlimático.
Otras batallas, por suerte, son muy originales.
Cada momento en el que aparece el Scarecrow es para festejar. Claramente
inspiradas en la pelea contra Psycho
Mantis de Metal Gear Solid (lo
reseñé acá), estas escenas son gloriosas por la ruptura de la cuarta pared,
el comentario meta-textual y el factor de terror que inyecta en los jugadores.
Por último, si bien la historia engancha, es
bastante lineal y sencilla. Le faltan algunos buenos y shockeantes giros
argumentales para ser realmente memorable.
***
Palabras
finales
La gran virtud de Batman: Arkham Asylum es que nos hace sentir verdaderamente como el
Caballero de la Noche. Este es su mayor triunfo.
El argumento es definitivamente
muy comiquero, los tres modos de juego simulan las grandes habilidades de
Batman y el ritmo es siempre vertiginoso.
Lo disfruté muchísimo y no puedo esperar a volver a
jugarlo o, mejor aún, encarar su continuación. Es el mejor videojuego con la
licencia de Bob Kane que vi hasta
ahora. Lo recomiendo para todos los amantes de los juegos de acción y,
especialmente, los fans del murciélago.
«Plans, plans, plans... they always
have their plans. But the problem with their plans is that when you take an insane
person to the asylum... you're just taking him home. The very place he
knows best.»
— The Joker
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=>> Otros notas sobre VIDEOJUEGOS en el blog: “Retro-review:
Metal Gear Solid”; “MiniDOOM,
genial homenaje 2D al Doom”; “Ready
Player One: nostalgia y videojuegos”; “Reseña:
Sonic Mania – hecho por fans y para fans”; “Limbo:
terrorífico universo de luces y sombras”.
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