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lunes, 18 de septiembre de 2017

Reseña: Sonic Mania (2017) – hecho por fans (y para fans)


Me encantó Sonic Mania, el nuevo juego oficial de Sonic que representó la vuelta a sus orígenes que muchos esperaban.

Crecí jugando a los juegos 2D de Sonic en la Sega Genesis, por lo que éste era sin duda el videojuego que esperaba con más ansias este año. Afortunadamente, no me decepcionó en lo absoluto. Todo lo contrario: es grandioso.


Sonic Mania se lanzó el 15 de agosto para PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch. Estuvo disponible para PC (vía Steam) el 29 del mismo mes. Se trata de un juego de plataformas muy sólido que reimagina varios de los niveles de Sonic 1, 2, 3, Sonic and Knuckles y Sonic CD, además de incorporar nuevos escenarios, jefes, obstáculos, niveles de bonus, mecánicas y muchos secretos desbloqueables.

Lo estuve jugando bastante estos días (el primer fin de semana lo terminé con Sonic en cuatro o cinco horitas. Ahora lo estoy por dar vuelta nuevamente, esta vez con Knuckles). 

En esta nota quiero compartir mis impresiones en detalle.

***

Modos de juego y mécanicas

Sonic Mania tiene tres modos de juego principales: “Mania” es la aventura principal, donde, al igual que en Sonic 3 and Knuckles (el mejor juego de Sonic de la historia) es posible elegir a Sonic, Tails o Knuckles, cada uno con habilidades diferentes que le brindan variabilidad al juego.

También existe un modo “Competición”, para dos jugadores (similar a los que existían en Sonic 2 y Sonic 3) y un “Time Attack” para los amantes del speedrun.

El modo principal se compone de 12 zonas, cuatro de ellas nuevas (si bien todas recuerdan a zonas conocidas de S3&K): Studiopolis, Press Garden, Mirage Saloon y Titanic Monarch (más una adicional que se desbloquea sólo al tener todas las Esmeraldas del Caos).



Las zonas clásicas agregan nuevos elementos y enemigos. A su vez, varían dependiendo de qué jugador se elija.

Las mecánicas del juego se sienten idénticas (o hasta mejores) que las de los juegos de Sega Genesis. La excepción es el nivel especial para obtener las Esmeraldas, que es completamente nuevo. Se trata de una carrera en la que hay que obtener esferas azules para ganar velocidad y anillos para tener más tiempo. El objetivo es atrapar a un OVNI. La idea es atractiva, aunque no me terminé de copar con este nivel especial.



En cuanto a habilidades nuevas, se sumó el Drop Dash (presionar y mantener el botón de salto durante un salto), que permite obtener el spin dash tras caer de un salto. Esta técnica resulta muy útil en peleas contra jefes (permite atacarlos en el aire como un misil teledirigido) y es clave para speedruns.

Hecho por fans y para fans

Un aspecto llamativo de Sonic Mania es que fue concebido por fans y para fans. Si bien fue anunciado como parte de las celebraciones del 25° aniversario del erizo azul, el equipo de desarrolladores estuvo formado por fanáticos que previamente habían demostrado poder hacer buenos juegos de Sonic.

Los desarrolladores involucrados (Christian Whitehead, creador de “Retro Sonic”, y Simon Thomley de Headcannon, creador de “SonEd”, un editor de niveles para los juegos de Sonic, y de “Project Mettrixx”) formaron parte de la comunidad de Sonic por años, creando sus “fangames”.


El gran salto –y que fue lo que llamó la atención de SEGA– llegó cuando ambos demostraron que podían llevar Sonic CD a otras plataformas (como un Iphone) y hacerlo correr en especificaciones modernas de hardware con rendimiento sobresaliente, algo que la misma compañía japonesa no había podido hacer.

Al ver esto, SEGA llegó un acuerdo con el equipo. Trabajando juntos, mejoraron su motor (la “Retro Engine”) y así lograron llevar Sonic 1 y 2 a celulares, incorporando muchas mejoras. Así fue tomando forma el proyecto de Sonic Mania, aunque a una escala mucho más ambiciosa que requirió de más manos. Por eso se les unió el equipo de Pagoda West Games.

Gracias a esto, Sonic Mania es toda una fiesta de homenaje hacia el Sonic clásico, hecho por amantes de los juegos originales y pensados para los fans. Toma lo mejor de sus mecánicas, las pule y suma varias cuestiones nuevas que hacen que el juego brille.

El excelente diseño de niveles

Lo primero a destacar en Sonic Mania es su impecable diseño de niveles.

Si bien los primeros actos de algunos escenarios toman los primeros segmentos de los originales –una excelente decisión para recordar o presentar las premisas básicas del nivel– pronto aparecen demasiadas innovaciones que los hacen sentir totalmente frescos y distintos.

La manera en la que estos nuevos elementos son usados es muy astuta y visualmente hermosa, un deleite absoluto de destreza. Cada nivel logra diferenciarse no sólo en escenografía y ambientación, sino también en forma de juego.


Hay muchísima originalidad en los niveles, dónde es preciso utilizar las habilidades básicas (saltar, correr, usar el spin dash, etc) de forma creativa para poder avanzar. Por ejemplo, en Hydrocity ahora hay góndolas, Green Hill incorpora las cuerdas de rapel, Flying Battery tiene deshechos de robots y Chemical Zone cuenta con químicos que cambian las propiedades del agua.

Me gustó mucho que ahora las zonas tienen muchas más rutas para explorar que en versiones anteriores. Los mapas son inmensos, similares o incluso más extensos que los de S3&K, aunque con múltiples caminos para tomar (que también brindan rejugabilidad). A su vez, cada nivel tiene dos actos, con sus respectivos jefes.

Podés jugar dos, tres o hasta cuatro veces la misma zona y nunca pasar por los mismos lugares. A su vez, todas tienen algunos conceptos interesantes que aportan variaciones. 


En Flying Battery es posible entrar y salir de la nave, en Mirage Saloon alternás entre un avión y un tren, en Metallic Madness  te hacés chiquito con un rayo y en Titanic Monarch podés acceder a la parte de atrás del nivel, por mencionar algunos ejemplos.

Los jefes: lo mejor de Sonic Mania

Me sorprendí muchísimo con el final de cada acto. Los jefes se apartan bastante de juegos anteriores y cuentan con un trabajo conceptual fascinante.

Hay que aprender a vencerlos, son batallas más largas, y presentan un desafío muy simpático. Me encontré a mí mismo perdiendo varias veces hasta que entendí cómo había que vencer a cada uno.


Los desarrolladores además sumaron numerosas referencias a otros juegos de Sega como el Shinobi y el Mean Bean Machine. Hasta nos podemos dar el lujo de volver a enfrentar a Metal Sonic en el escenario Startdust Speedway (que es fantástico y la pelea final es realmente épica).

Otro aspecto divertido es que muchos jefes comienzan a hacer apariciones en el nivel mucho antes de la batalla, generando expectativas, tensión y sensación de peligro.

Un hermoso apartado visual

Me cuesta encontrarle aspectos negativos a este juego porque creo, sinceramente, que no los tiene. A una excelente jugabilidad, gran diseño de niveles y atractivos jefes finales, hay que sumarle un hermoso apartado visual.

Los sprites están muy bien logrados, recreando el aspecto retro del juego. Por supuesto, hay muchísimos easter eggs para los más avispados. Las animaciones corren de una manera preciosa. Todo luce muy fluido, el fondo es siempre cambiante, las zonas son afectadas por el clima y hay una intro muy divertida al inicio del juego (como en Sonic CD).


La historia, de hecho, está contada a través de animaciones simples. No necesita más (su narrativa no exige mucho más tampoco).

Palabras finales

El tiempo dirá si Sonic Mania supera a mi gran favorito de la saga (Sonic 3 and Knuckles), aunque lo más probable es que sí. Es automáticamente un clásico y uno de mis favoritos hasta la fecha. Claro, no había tanta competencia tampoco. Los tres juegos de Sonic Advance apestan, Sonic 3D Blast fue un chiste y ni hablar de las transiciones de Sonic a la tercera dimensión.

La excelente decisión de incorporar a dos desarrolladores independientes –que amaban tanto el juego que crearon sus propias versiones– hizo que Mania se convirtiera en una carta de amor para todos los fans.


Sonic Mania es tan bueno como la crítica lo dijo de forma universal, y estoy muy contento por el resultado. Un deleite visual en animación, buena música, excelente diseño de niveles, una dificultad agradable y gran valor rejugabilístico gracias a los secretos desbloqueables, sus varios modos de juego, múltiples rutas a explorar en cada zona y diferentes habilidades de los tres personajes. 

Absolutamente recomendado.

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