Grandes horrores (II): La invasión del hogar

La trama viene por este lado: el hogar del personaje principal se ve invadido o asediado por alguna especie de fuerza maligna, ya sea criminal, sobrenatural o extranjera. Él (o ella) debe salvaguardar la seguridad y salud de su familia, posesiones o posibles invitados. Tiene dos opciones: o bien logra repeler a los invasores de alguna forma, o bien defiende su puesto hasta que la caballería llegue.

Esta temática de un hogar invadido es bastante más común de lo que se cree. En las películas del lejano oeste (los “westerns”) fue utilizada bastante. 

Pensemos, por ejemplo, en la trama de “Los siete magníficos” (1960) de John Sturgess (inspirado, indudablemente, en “Los siete samurais” de Akira Kurosowa, film de 1954 que a su vez inspira también a Tarantino y su nueva “The Hateful Eight”).

También esta premisa funciona bien para la comedia, como en la saga de “Home Alone” (Mi pobre angelito) o en el patético final de esa película que todos aman y yo detesto (“Skyfall” o “Mi pobre angelito para grandulones”). 

En el caso de la primera, combatir a un par de ladrones de medio pelo fue una aventura divertidísima. Para James Bond, detener a Javier Bardem y su banda con locas trampas fue… también una aventura divertidísima (creo que es la única vez que lo vi reír).

Por supuesto, es un tópico (mucho) más frecuente para el género del terror.

En “The Mist” (2007) –basada en la aclamada novela de Stephen King– un grupo de pueblerinos quedan atrapados dentro de una tienda cuando una violenta tormenta se desata trayendo una extraña niebla y muchos seres tan desconocidos como amenazantes.

En lo personal, la idea de que mi hogar pueda ser invadido es algo que me aterra en serio. Si escucho un ruido en mi departamento, tengo que levantarme para estar seguro de que ningún alienígena perverso está tomándose mi Actimel o de que ningún ladrón entró a borrarme capítulos de Desperate Housewives.

Por ese motivo, “The Strangers” (2008) me hizo cagarme hasta las patas (hablando mal y pronto). Más cuando te enterás de que el director (Bryan Bertino) aprovechó una historia que le sucedió durante su infancia. Resulta que una noche un extraño llegó a su casa preguntando por una mujer que no estaba ahí (y que nadie conocía). A la mañana resultó que todas las casas que no contestaron la puerta habían sido forzadas y accedidas.

Me parece que The Strangers, como película de suspenso, está muy bien lograda, y hay escenas tremendas de genuino terror… pero no la volvería a ver nunca. Liv Tyler y su esposo son emboscados por un trío de forasteros tétricos que comienza a aterrorizarlos. 

Algo similar sucede en “You are next” (2011), aunque esta tiene un tono más de comedia negra.

En la saga “Actividad Paranormal” generalmente es una joven pareja la que es acosada e invadida por un demonio en su propia casa… o por lo menos eso pasa en la primera. No sé, no vi el resto. (Y por las críticas, tampoco debería hacerlo). En algunos casos resulta que el extraño ya se ha introducido y, de hecho, la llamada telefónica que hace a la sexy niñera es desde adentro de la casa (“When a stranger calls”, año 2006 u originalmente año 1976).

En el 2013 salió “The Purge”, una película de este sub-género que contaba con un concepto atractivo, aunque estúpido. Resulta que en el año 2022, EEUU logró reducir increíblemente los índices de criminalidad mediante un periodo de 12 horas (“La purga”) donde todos los delitos (violaciones, robos, asesinatos, etc) están permitidos. Bajo este delirio total se recrea un thriller que, por momentos, funciona.

La crítica la calificó como una película que es simultáneamente un thriller de invasión del hogar y una alegoría social. La verdad es que no puede tomarse muy en serio, pero brinda algunos momentos divertidos.

Otra cinta del estilo es “Panic Room” (2002), con Jodie Foster y una muy muy joven Kristen Stewart. La película trata de un par de intrusos que irrumpen brutalmente el hogar de Jodie y su hija. Ambas se encierran en una habitación especialmente preparada para este tipo de situación, que es justamente la sala que contiene aquello que los ladrones buscan. La película es muy llevadera, pero siendo que es del genial David Fincher, se convierte en la narrativa más lineal y predecible de toda su carrera.

Muchas veces, la invasión al hogar es culpa de alienígenas o seres de otro planeta. Una cinta de este estilo que disfruté muchísimo por su suspenso bien logrado fue “Dark Skies” (2013).

Hoy en día los autores de horror siguen inovando y aprovechan las nuevas tecnologías para instaurar el horror desde otro lado. En la actualidad no es necesaria una presencia física para generar la invasión y aterrorizar. Como hizo el director español Nacho Vigalondo en “Open Windows” (2013), donde un acosador se introduce virtualmente en la habitación de hotel de Sasha Grey.

En cuanto a la literatura, el relato que me viene inevitablemente a la mente es “Casa tomada” (Julio Cortázar). Ya me he referido a esta historia en diferentes momentos del blog. En este momento no me vienen a la cabeza otras historias de invasión de hogares, pero estoy seguro de que mis ávidos lectores sabrán iluminarme.

► DE YAPA: No se olviden también de darse una vuelta por el cápitulo anterior: “Grandes horrores (I): El entierro prematuro”.

Tres de mis cuentos publicados en el blog pueden llegar a formar parte de la temática “Invasión de hogar”: “Castillos en el aire” (mención especial en concurso digital “Elegidos 2014”), “Una sonrisa torcida en la oscuridad” y “A veces vuelven” (2da mención de honor en certamen “Horacio Quiroja 2013”).

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=>> Otras TEMAS RELACIONADOS en el blog: “Grandes horrores (I): El entierro prematuro”, “Castillos en el aire”; “Una sonrisa torcida en la oscuridad”; “No tengo boca y debo gritar”; “Una interpretación informal de La Pata de Mono”; “La complejidad narrativa en el cine de terror”.

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