Recientemente armé un
post sobre el narrador testigo, sus usos y ejemplos más conocidos.
Acompañando a esa nota, hoy les quiero compartir un pequeño nuevo relato que
escribí. "Él último beso" es una pequeña historia policial, en esencia sería un misterio de
tipo cuarto cerrado. Tiene la particularidad de contar con un narrador testigo
como protagonista.
Como siempre, espero que les guste y estoy abierto
a todos sus comentarios y críticas.
Recuerden que a partir de ahora pueden ver todos mis cuentos en un nuevo y pituco "índice de cuentos".
***
“El
último beso”
La conversación giraba en torno
a los misterios que quedan sin resolver.
—Crear un misterio es sencillo
—afirmaba Julián Hoven, quien acababa de publicar su nueva novela, “Secuestro
de Sangre”—. El gran problema es darle una solución inventiva, diferente.
—Especialmente cuando ya todo se
ha contado antes —agregó Sol Fredes, directora del Círculo Policial Literario
de Bahía Blanca—. Me canso de leer una y otra vez las mismas historias.
Desde 1992, los primeros jueves
de cada mes, Sol reunía a quienes consideraba “maestros del crimen” en el mismo
restaurante de calle O´ Higgins. Éramos casi siempre las mismas ocho personas.
Charlábamos acerca del negocio editorial, de qué libro estábamos leyendo, e
intercambiábamos ideas. Algunos aprovechaban para comentar sus avances o
admitir un bloqueo mayúsculo.
—Yo estoy con un cuento de tipo
“cuarto cerrado”. El asesino utiliza un cuchillo de hielo que esconde del resto
en una jarra con agua —dijo Valeria Marple e inmediatamente alguien manifestó
haberlo leído en algún lado.
Es extraño el proceso mental que
lleva a recordar algunas cosas. Yo permanecía silencioso, sin aportar nada a la
conversación, con una media sonrisa en los labios. Julián lo notó y dijo:
—¿Y a vos qué te pasa?
—Me acordé de un viejo misterio,
nada más.
Todos se mostraron interesados,
lo cual me obligó a continuar.
—Sucedió hace añazos, tendría
unos doce o trece años. ¿Recuerdan “Siete minutos en el paraíso”?
—Claro —dijo Sol— un chico y una
chica son encerrados en un placard para “ver qué pasa”.
—Podía llegar a ser una
verdadera tortura, especialmente si entrabas con la chica más fea del grupo: la
gorda Mary. Aquel fue el primer nombre que salió del sombrero. El segundo:
Genaro Menichelli.
Martín Jasper se mostró
divertido.
—Dejame ver si adivino: anteojos
grandes, pecoso, ligeramente antisocial, tímido y gangoso.
—Correcto en todo, menos en lo
del habla. Y lo peor: ambos se detestaban uno a otro. Se negaron a entrar juntos;
cuando no les quedó otra, lo hicieron de mala gana. Yo mismo preparé el
cronómetro. Esperábamos pacientemente cuando, a los cinco minutos, se escuchó
un alarido espantoso. Genaro se apresuró hacia afuera exponiendo un labio
inferior ensangrentado. Afirmó que la gorda Mary además de haberlo besado sin
permiso le había arrancado la carne. Ella, encolerizada, juró que no era
cierto.
Noté un brillo en los ojos de
Julián.
—¿Qué pasó después?
—Lo esperable. Genaro juraba
haber sido besado, y la sangre era real. Pero la gorda Mary también aseguraba
no haberlo tocado. Así que el resto entramos a investigar. Se trataba de uno de
esos roperos inmensos; un walk-in closet. No encontramos nada que pudiera
considerarse anormal adentro.
Sol Fredes se encogió de hombros:
—Uno de los dos mintió, sin
duda.
—Fue la gorda Mary —se apresuró
a teorizar Martín—. Mordió inconscientemente debido a la excitación. Es
demasiado embarazoso para confesarlo frente a un grupo de pre-adolescentes.
—Y sin embargo, Genaro también
reconoció haber sentido un frío descomunal en aquellos labios. Eso nos
descolocó todavía más, y volvimos a investigar el ropero.
—Otro “misterio de cuarto
cerrado” —opinó Sol.
—Puede ser… —dijo Julián— pero
no uno sin solución. De hecho, es elemental. La verdad se encuentra en un punto
intermedio. Ninguno mintió del todo. Se gustaban. Ella sí lo besó, y él se
autoflageló, probablemente con un elemento punzante que llevaba en el bolsillo.
Me reí a carcajadas.
—¿Qué?
—Pensalo un poquito. ¿Qué es lo
más vergonzoso para un pibe de doce años? Estar enamorado. Y más indecoroso
todavía es un amor entre dos personas consideradas “horribles” para el resto.
Afortunadamente, no hay nada mejor que una buena historia de terror
sobrenatural para distraer a un grupo de chicos. Vos mismo dijiste que todos
(menos ellos) ingresaron a inspeccionar el ropero en detalle. Lo planearon para
besarse en paz, sin la mirada crítica de sus amigos. Su verdadero paraíso no
estuvo adentro del placard, sino afuera, mientras todos buscaban un misterio
inexistente.
La idea quedó dando vueltas en
mi cabeza durante los siguientes días. No había vuelto a ver a Genaro, pero
logré ubicarlo en las redes sociales y lo contacté. Cuando me contó sus
novedades, mi corazón dio un vuelco. Genaro y María habían sido novios durante
la secundaria y contrajeron matrimonio al finalizar la universidad. Hace unos
meses ella había sido diagnosticada con cáncer de páncreas tipo IV, aquel del
que no se vuelve.
Genaro recién volvía de darle el
último beso a su amada en el funeral.
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a un crimen, un cuento de Josh Pachter”; “Gritos
en el silencio, un cuento de Fredric Brown”; “El
narrador testigo en la narrativa”; “Personas
o cosas desconocidas”; “Seis
problemas para Isidro Parodi, una antología de Bustos Bomecq”; “¿Quién
fue (verdaderamente) el primer detective de la Literatura?”.
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Lo que fueron capaces de planear para huir de la presión de los demás, esa opiniones lapidarias. ¿Habrán sido tan poco agraciados como decía el narrador personaje?
ResponderEliminarDe hecho, creyó que se odiaban. Lo que no era cierto.
Al final, era su amada. La que duele perder.
Lograda historia.
¡Gracias, che!
EliminarEs una historia pequeña en escala, pero me gustó la idea de que fuera una suerte de misterio de tipo cuarto cerrado. Me parece que la resolución es más o menos ingeniosa.
Buena historia. Me recuerda a ciertos personajes reales, aunque no los voy a nombrar por las dudas.
ResponderEliminarViendo el pituco listado de cuentos me sorprende la cantidad. Muy bien che!
"Los perros de Seligman" sigue siendo mi preferido
Abrazo!
Ja, ¿personajes reales? Mirá vos.
EliminarCreo que el índice de cuentos me va a ayudar a manejar mejor el blog, y hacerlo más ameno para los nuevos lectores. Igual tengo muchísimos más que ire publicando de a poco. ¡Saludos!
Lindo cuento Lupa ! Me hizo acordar a mi adolecencia... todos mis "amores" eran "jorribles !"
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