Hacía un buen tiempo que no compartía un cuentito,
y me dieron ganas de postear este que ya tiene su tiempo. Lo escribí hace un
año para algunos concursos literarios de relatos
breves. “Un sencillo diálogo” es
exactamente lo que dice el título, pero creo que tiene su cuota de picardía.
Nosotros (los lectores) somos cómplices del juego que hace el escritor con la historia.
Los desafío a ver si pueden encontrar los detalles
escondidos dentro del relato. ¡Ojalá que se diviertan leyéndolo tanto como me
divertí yo escribiéndolo!
►“Un sencillo diálogo” recibió Mención de honor en la Tercera Edición Concurso Narrativa: microrrelatos, “Homenaje a Silvina Ocampo”
►“Un sencillo diálogo” recibió Mención de honor en la Tercera Edición Concurso Narrativa: microrrelatos, “Homenaje a Silvina Ocampo”
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“Un
sencillo diálogo”
— A lo largo de su obra se ve con
frecuencia el cuento breve, ¿a qué se debe su fascinación?
— Bueno, me gusta hacer al lector
cómplice de lo que estoy redactando, que busque (y encuentre) pistas entre mis
escritos.
— ¿Cómo son sus lectores?
— Diría que son adictos a la
sorpresa, a la ironía, receptores activos.
— En definitiva, se trata de
amantes de los retos.
— Flexibles, en su medida. Pero
sí. A ningún lector le gusta ser engañado del todo, no desean que el autor coloque
trampas irresolubles.
— Grandes buscadores de desafíos.
— Hay también autores de
microficción que son practicantes del humor, maestros del sarcasmo.
— Informalmente hablando, ¿cuál
considera usted la mayor dificultad?
— ¡Joder! Las complicaciones
pueden venir desde muchos lados: la necesidad de escribir algo verdaderamente
original, la limitación de tener que colocar en el texto exactamente 200
palabras. Que un cuento quedé inconcluso es uno de los mayores miedos de un
autor de microficción. Otras veces el cuento toma vida por sí solo, y uno puede
relajarse un poco más.
— Kovak, ¿en que está trabajando
en estos días?
— Lo de siempre. Pincelaba un
sencillo diálogo. Pero estoy un poco preocupado, llegué al límite de extensión
y concluyó sin final.
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=>> Otros cuentos de mi autoría en el BLOG: “El
reloj de pared”, “La
historia repetida”, “Solo
hay un Dustin Hoffman”, “A
veces vuelven” y “Una
sonrisa torcida en la oscuridad”.
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Jejeje, y sobre el final apareció la cuota de picardía, cuota que también aparece en el título.
ResponderEliminar¿Leíste alguna vez este de Cortázar? el título también tiene algo de picardía
http://librosylectores.over-blog.es/categorie-12008680.html
¡Buenas! Lo conocía al cuento, y siempre me siento identificado porque soy asiduo usuario de lentes permanentes. ¡Las veces que se me han caído al piso! Gracias por darte una vueltita.
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