Si vivís en un táper
es posible que no te hayas enterado de la
muerte de Gabriel García Márquez el pasado 17 de abril. Sin embargo, ni siendo
un náufrago en una isla podés no
haber escuchado sobre este autor.
Nacido en Colombia, no cabe duda que es uno
de los autores más importantes e influyentes de Latinoamérica, ya sea por ser el
precursor del Realismo Mágico, por su novela “Cien años de soledad”, su
premio Nobel a la Literatura (1982) o sus pequeñas obras de lectura obligatoria
en la secundaria.
Sus obras tratan, fundamentalmente, las temáticas
de la soledad y los ciclos eternos.
Se ambientan en repúblicas bananeras
(básicamente, cualquier país tropical ya sea ficcional o no) y tienen un
contexto socio-político de guerras
civiles y disputas políticas. Aunque “Cien
años de soledad” (1967) es su
obra más aclamada y estudiada (quizás por ser tan poderosamente profunda e
incomprensible), siempre me pareció que “Crónica
de una muerte anunciada” (1981) es su novela más fascinante.
Ya comenté una vez (en un
post que generó controversia) que no terminé de leer “Cien años…”, llegué a la mitad y dije “BASTA”. Odio aburrirme leyendo, y no creo que uno deba leer algo que no lo
atrapa si es por ocio. Quizás algún día la retome… pero hay tantas cosas
fabulosas para leer (incluso dentro de este mismo autor) que me parece casi un
sacrilegio dedicarle tiempo a algo tan sodomífero.
► “Crónica de una muerte anunciada” es, por otro parte, maravillosa. La
primera línea revela el final (un hombre, Santiago
Nasar, será asesinado) y las siguientes despliegan una narrativa impecable.
Esta crónica policial (tan compacta como
violenta) nos va llevando por todas las series de eventos desafortunados
que desencadenaron en la muerte del protagonista. “El amor en tiempos de cólera”, “Relato
de un náufrago”, “El coronel no tiene
quién le escriba” y “Del amor y otros
demonios” son también lecturas muy recomendables.
La obra completa de Márquez entra en un género de difícil definición. El Realismo
Mágico definitivamente no
es Ciencia Ficción, pero tampoco
Fantasía, y sin embargo… cosas
extrañas suceden. Se trata de un género con raíces
en el surrealismo (piensen en Kafka
y su metamorfosis), donde los
límites entre la ficción y la realidad suelen ser difusos.
Para ponerlo en claro: se trata de una historia que
ocurre en un lugar ordinario, quizás
hasta contemporáneo, pero que incorpora elementos extraordinarios,
espirituales o imposibles que son, muchas veces, concebidos como “normales” (o
naturales).
El narrador (o el escritor) nunca se preocupa por explicar porque esas cosas suceden en particular. Por
eso también, este
tipo de literatura tiende a ser alegórica, a tener narraciones cargadas de simbolismo.
Este movimiento (o tendencia) no se basa en un
rompimiento radical con la realidad (como sí el surrealismo) sino en un enriquecimiento de los posibles enfoques de
esta, sin llegar a la fantasía completa. El concepto se refiere a la literatura
narrativa en especial y no a la poesía. Se trata, como muchas veces suele
suceder, de una reacción.
El
Realismo Mágico apareció en Latinoamérica como una reformulación del exotismo
que los latinoamericanos cultivaron tanto para los europeos como para los
habitantes de las ciudades.
Aunque su verdadero origen es europeo, fue el cubano Alejo Carpentier en la década del 60
quien lo adoptó para crear lo real maravilloso americano. Ya hablaremos de este
fascinante autor en otro post.
Lo peculiar (y lo genial) de Carpentier fue insertar lo “maravilloso” de Andre Bretón (el fundador del surrealismo) dentro del estilo barroco
–despreciado por los neoclásicos, los románticos y los realistas– no solo como
escuela sino como constante cultural. Para Carpentier, de hecho, las culturas
precolombinas fueron todas barrocas: el
mestizaje criollo engendra barroquismo y así desembocamos en lo real
maravilloso.
Cada país ha tenido su máximo exponente literario: el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el colombiano Gabriel García Márquez, Juan
Rulfo y Laura Esquivel en México
o Pablo Neruda en Chile.
Curiosamente, Argentina no se caracteriza por una fuerte tendencia de este
movimiento. Jorge
Luis Borges fue vinculado con éste movimiento, pero él lo negó completamente.
Prácticamente toda la literatura de Haruki
Murakami cae dentro de esta categoría (a
excepción, sin dudas, de “Tokio Blues”).
Con el tiempo, el
género terminó influenciando al cine y hoy hay autores que se los considera
prototipos: David Lynch, a mi
parecer, estaría a la cabeza. Su serie “Twin
Peaks” es un clarísimo ejemplo de Realismo Mágico, y también lo son Inland Empire y Mulholland Drive. Otras cintas (Lost Highway, por ejemplo) ya son más
complicadas de definir. Guillermo del
Toro y su “Laberinto del Fauno”, Tim Burton y “Big Fish” o Woody Allen
con “Midnight in Paris” son también
referencias a tomar, aunque tienen una fuerte dosis de fantasía también. Lo que
sí es seguro es que historias como “Life of Pi”
y “El curioso caso de Benjamin Button”
(cuento y película de la cual hablaré en
otro post) son buenos ejemplos para considerar.
En el Realismo Mágico que cultivó Márquez vemos la literatura histórica implícita, con representaciones
de mitos y leyendas que por lo general son latinoamericanas. Esta es una de sus
características principales. La temática
de la eterna recurrencia es otra: el tiempo es percibido como cíclico, no
como lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna. Siempre me pareció un híbrido interesante
porque los hechos son realistas pero tienen una connotación fantástica, ya que algunos no tienen explicación, o
son muy improbables que ocurran. En “Life
of Pi”, por ejemplo, tenemos elementos mágicos (como la isla carnívora)
pero también otros elementos ordinarios que aparecen como fantásticos (las algas
bioluminiscentes). El tiempo también aparece
distorsionado para que el presente se repita o se parezca al pasado. En
términos de espacio, la mayoría se ubica en los niveles más duros y crudos de
la pobreza y marginalidad social, espacios
donde la concepción mágica puede hacerse presente.
► Me pareció interesante la idea
de caracterizar el Realismo Mágico y aprovechar
a homenajear a Gabriel García Márquez en un mismo post. No hay demasiada
discusión: el colombiano tiene un puesto asegurado entre los mejores autores de
la literatura latinoamericana. Su extensa obra (más de 40 publicaciones) incluye novelas, crónicas y relatos cortos. Aunque
se había retirado de la escritura, su muerte lo convirtió en un nuevo best-seller, y seguramente
sigamos leyendo su obra por muchos (muchos años). ¡Hasta la próxima!
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=>> Otras notas relacionadas
con el realismo mágico en
el BLOG: “El
lápiz del carpintero” (de Manuel Rivas); “Un
cuento de Navidad” (de Charles Dickens) y “La
borra del café” (de Mario Benedetti).
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Me parece extraño que no te haya gustado "Cien años de soledad", pero no podría juzgarte porque a mi no me gustó El Quijote, por ejemplo. El mérito de García Márquez es indiscutible, yo crecí con su prosa y estoy de acuerdo con tu visión sobre Crónica de una muerte anunciada ". Fue un creador genial, asombroso....
ResponderEliminarA mí tmb me parece extraño. Pero lo leí en una época de mi vida donde estaba interesado mucho en lo policial, ponele (15/16 años) y recuerdo que me pareció un bodrio. Tendría que volver a darle una oportunidad ahora que soy un poco menos ingenuo, no? Pero es como que la primera impresión a uno lo marca...
EliminarEstupenda crónica Luciano. Yo le daría una segunda oportunidad a cien años y releería algún otro de ese tiempo, es revelador cómo nuestra concepción del mismo libro cambia tanto que definitivamente estamos leyendo uno diferente. Saludos.
ResponderEliminarPTB
Ja. Cada vez que comento este tema genero controversia!
EliminarGracias por el aporte y el comentario!
PTB es un gran espacio de difusión, y les agradezco siempre la buena disposición.
Magnifica e interesante publicación. Gracias por ello. Un saludo.
ResponderEliminar"...Me pareció interesante la idea de caracterizar el Realismo Mágico y aprovechar a homenajear a Gabriel García Márquez en un mismo post. No hay demasiada discusión: el colombiano tiene un puesto asegurado entre los mejores autores de la literatura latinoamericana..."
Gracias a vos por el comentario. Se agradece.
Eliminarmuy buena crónica Luciano.
ResponderEliminarsaludos
carlos
¡Gracias, Carlos!
EliminarMuchas gracias por compartir tu punto de vista e ilustrar el tema del Realismo Mágico. Estoy de acuerdo con todo, hasta con tu percepción acerca de la obra Cien Años de Soledad. Tampoco lo terminé. Sin embargo la parte que leí me encantó y marcó un momento en mi vida como lectora.
ResponderEliminarCada vez que saco el tema de "me aburrí con Cien Años" genero amores y odios, jaja. Gracias por tu aporte al blog, espero verte por acá seguido! =)
EliminarLuciano. Algo similar me pareció la primera vez que leí Cien años de soledad del gran Gabo, pero fue porque era un joven y me ganaba el ansia, la novela tiene esos pasajes de pesadez, pero muy justificables, ahora lo entiendo; para cualquier lector latino, la historia nos atrapa porque es así como hemos vivido la mayoría. Los hechos violentos por causa de gobernantes corruptos, y dominio extranjero, son parte recurrente de nuestro magro desarrollo. En México ahora vuelve el PRI, y con ellos retrocedemos a la barbarie de gobernantes déspotas y muy cerrados. De esto nos habla García Márquez en sus novelas, en todas ellas describe algo de esa situación, nunca, como buen periodista que fue, pudo alejarse de esa ideas primarias; por eso era asediado por los gobernantes, en especial por Fidel Castro con quien mantuvo amistad, sospecho que más para influir y sacar prisioneros de la isla. Mera especulación. Mi felicitación porque es un buen aporte tu comentario. Saludos desde San José del Cabo.
ResponderEliminarLeónidas, lo que decís es muy cierto y por eso siempre me planteé la posibilidad de releerlo (aunque me he encontrado con cosas más fascinantes y lo sigo posponiendo). Importantísimo tu aporte, y te lo agradezco. Espero que puedas seguir recorriendo estas páginas.
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