En el mercado de la literatura, los lectores son
los consumidores, y el éxito comercial de una obra se mide más o menos de la
misma forma en todos los rincones del mundo: número de libros vendidos.
Justamente de esta necesidad de contar con libros
de éxitos de ventas nace el concepto del best-seller.
De la mano llegaron estrategias de marketing que anexan un “doceava
edición” o un “más de 500.000 ejemplares vendidos” en los libros.
Si realmente son leídos o no, pasa a un segundo
plano (se puede medir cuánto se vende, no cuánto se lee).
Ese engendro
llamado best-seller
El best-seller es aquella obra literaria que se
escribe sobre un tema que capta fácilmente la atención del lector. Lo importante es que sea lo suficientemente sencillo (en estilo y
vocabulario) para poder llegar y gustar tanto al académico más avispado como a
una ama de casa que lee mientras está en el colectivo.
Pero la verdad de la milanesa es que el best-seller
es impredecible. Es tan complicado encontrar (o escribir) uno, que ni siquiera el autor de un gran éxito de ventas tiene asegurado que su próximo
libro lo volverá a ser. (A menos, claro, que te llames Stephen King).
No hay forma mágica de fabricar best-sellers (si existiera,
Google ya habría comprado los derechos).
Hay quienes opinan que desde el mundo del Big Data (almacenamiento de grandes
cantidades de datos para encontrar patrones repetitivos) es posible llegar a
conocer tan bien a los consumidores que es posible predecir exactamente qué
vamos a querer leer y cuándo.
Estos algoritmos están formados con todo tipo de
información que generamos nosotros mismos –y de forma gratuita– a partir de
búsquedas en Internet, clicks, criterios de decisión, compras.
Que no quede ninguna duda: todo lo que hacemos en
Internet (a menos que se usen navegadores anónimos como TOR) queda en algún
lado registrado.
El tema es qué se hace con eso y cómo se usa esa información.
Sin embargo, sigue siendo extremadamente complejo
poder, deliberadamente, crear un libro best-seller. Y lo que es peor, genera
desesperación y desconcierto en el mundo editorial. Para entender mejor el
porqué, hay que pensar y entender mejor al lector de best-sellers.
¿Cómo es el lector de
“best-sellers”?
El comprador de best-sellers es un lector
ocasional. Compra el libro porque alguien se lo recomendó, porque se dejó
llevar por las campañas de Marketing, porque “todo el mundo me dijo que está
buenísimo”. Tengo conocidas que leyeron toda la trilogía de Cincuenta
Sombras de Grey de un saque, ¡y no leían un libro desde hacía años!
El lector de best-sellers es así, irrumpe
violentamente en un mercado generando picos y fenómenos de ventas
impresionantes. La chica del
tren, una obra de una autora prácticamente desconocida hace tres años,
vendió ya más de cinco millones de ejemplares y sigue en la lista de los libros
más vendidos del New York Times.
Es muy loco pensar que la industria literaria
depende fuertemente de estos lectores azarosos, consumidores momentáneos, efímeros;
no se sabe quiénes son, dónde están y si van a volver a leer otra cosa igual o
diferente en sus vidas.
Nadie considera que Paulo Coelho sea un gran escritor. Incluso algunos autores leyeron
toda su obra para explicar por
qué es tan mal escritor. Pero el tipo vendió más libros que todos los demás
escritores brasileños juntos.
No estoy queriendo decir que los libros
“best-sellers” (los llamados “de ficción comercial”) sean menos dignos que la
literatura de autor (o ficción literaria). Hay de todo en todos lados, del
mismo modo que Hollywood hace basura y también hace grandes producciones del
séptimo arte.
Pero la cosa parece ser que en la ficción comercial
abundan los personajes unidimensionales, estereotipados. Son adecuados para
contar un relato atrapante, pero no tienen nuestros matices ni complejidades.
Es una hermosa ironía: son relatos de estereotipos
y, sin embargo, no se pueden imitar. Parecería que hoy todo puede inventarse,
menos los escritores de ficción comercial. No hay gurús (aunque, ciertamente, se intentó). No
hay recetas ni escuelas.
► ¿Qué opinan de todo este dilema del lector de best-sellers? ¿Qué tipo de lector se consideran (si es que se ven como "lectores", claro)? ¡Let´s discuss!
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No tengo una opinión sobre los best-seller. Algunos pueden ser buenos, como los de Harry Potter, que fueron rechazados por editoriales. El éxito fue inesperado.
ResponderEliminarLa saga de Crepusculo, deja bastante que desear, basandome en las adaptaciones al cine.
Coelho empezó su éxito con El alquimista, que tenía el mismo esquema de Historia de dos que soñaron, de Borges, pero expandida hasta el cansancio y con demasiados episodios.
El problema es que algún éxito, como el de Cien años de soledad, puede provocar la aparición de libros no muy buenos, hasta malos, que intentan el mismo estilo.
Interesante entrada.
Gracias por el aporte, Demi. También me encantaron los libros de Harry en su momento. No tenía idea que Coelho le "choreó" a Borges. Voy a leer "Historia de dos que soñaron", que no lo tenía presente.
EliminarNo leí el de Coelho, pero eso del choreo lo escuché ya varias veces.
Eliminar¿Se puede considerar a la Biblia o al Corán como los primeros best- seller?
Abrazo!
Según el Guinnes, al menos, sí:
EliminarLa Biblia: «Best selling book of non-fiction». Guinness World Records 2015
Creo que el mayor punto de frustración es saber que muchos de esos escritores best seller nunca han hecho nada en su vida y en su primer intento ya venden millones. Es algo que le debe caer fatal a cualquier escritor serio, sea novel o ya con unos años encima, ver cómo alguien sin apenas recursos literarios y con una obra (o mejor dicho, producto) infinitamente menor trabaja recibe un mayor éxito (no quisiera hacer el símil de dinero y fama = éxito, pero sí el reconocimiento). Parte importante de un autor es aprender a fallar y corregir, cosa que muchos de esos escritores no realizan.
ResponderEliminarComo ejemplo, uno imagina el trabajo de redacción algo que involucre un tiempo de introspección y concentración que se logra en soledad, luego de varios días pensando una idea, etc. pero en una ocasión le hicieron una entrevista a la autora de "Crepúsculo" y dijo que escribía la novela en su Blackberry cuando iba en el metro... Es algo que realmente me molesta.
Mención aparte a los libros de los "Youtubers". Sólo hay que ver la primera página del de Dalas para querer lanzarse por la ventana.
Dos conclusiones, primero, en la actual época postmoderna las librerías se amolda a una gente que no quiere, ni le interesa, ni le gusta leer. Segundo, el esfuerzo no garantiza el éxito...
Discúlpame si soné muy brusco. :(
¡Fundamental aporte, Jesus M.! Lo de la autora de Crepúsculo es justamente el caso modelo: una mina que escribió un fan-fiction mediopelo que terminó volviéndose uno de los mayores éxitos del mundo, y disparó toda una locura por la novelita de amor y terror para adolescentes.
EliminarNo leí ningún libro de un youtuber, y francamente tampoco creo que lo haga. Ja.
No sonás brusco, al contrario. La idea de esta nota era justamente opinar.
¡Saludos!