Con la llegada de su tercera temporada (esta vez de
la mano de Netflix) Black Mirror ya se instaló en la cultura
popular como una de las producciones más interesantes sobre ciencia ficción y
los usos (y abusos) de la tecnología.
Creada por Charlie Brooker, cada
episodio cuenta con un universo propio (si bien se ha comprobado que hay
varias conexiones entre capítulos que darían la idea de un “universo
compartido”) y tiene argumentos auto-conclusivos donde se sigue la vida de
diferentes personajes.
El nombre (Black Mirror = Espejo Negro) hace alusión a
lo que vemos frente a un monitor de computadora apagado.
Indudablemente, existen fuertes influencias de La Dimensión Desconocida (que
ya reseñé en el blog). Particularmente en sus atrapantes tramas de suspenso
y finales sorpresa.
Recientemente terminé la última temporada y noté que, básicamente,
hay dos grandes variables con la que Black Mirror juega.
La primera (y más obvia) es la tecnología. En
algunos episodios (presuntamente situados en nuestros días) el nivel
tecnológico es indistinguible del que tenemos hoy; en otros, es tan avanzado
que parece magia.
Luego tenemos una variable que es ligeramente más
sutil: de qué manera la cultura (y la forma de vida) cambia alrededor de esa
nueva tecnología. Hay episodios donde los protagonistas reaccionan a la
tecnología de formas más o menos esperables (en relación a cómo reaccionaríamos
nosotros en una situación similar), pero también hay unos en los que la sociedad
ha cambiado de formas definitivas debido a la existencia de algo nuevo.
► Si Black Mirror es un intento de mostrar diferentes
futuros posibles para nuestra sociedad, hay quizás tres maneras en la que esto
podría suceder. Veamos.
***
1) ¿Qué pasaría si tuviéramos demasiado de [inserte algo acá]?
Algunos de mis capítulos favoritos de esta serie
trabajan esta clase de futuro: Fifteen
Million Merits y The Entire History of You (ambos de la
primera temporada), Nosedive (el de
la tercera temporada que protagoniza Bryce Dallas Howard) y el
perturbador White Bear (de la
temporada 2).
Acá tenemos tecnologías muy cercanas a las
actuales, pero algún elemento ha hecho que la cultura y las costumbres cambien
de forma drástica. Nosedive
(quizás uno de los más divertidos de la serie) presenta un mundo obsesionado
con ser popular en las redes sociales, donde cada interacción (desde recibir
una pizza hasta saludar a un amigo) tiene una calificación de 1 a 5 estrellas.
La vida de este loco mundo se basa en,
literalmente, qué tan popular sos. Hay lugares a los que sólo podés entrar con
cierta calificación, trabajos de los que te despiden si bajas de tal número,
etc. Hasta existen consultores especializados que se dedican a trabajar tu
imagen para subir tu “nivel de popularidad”.
Fifteen
Million Merits evidentemente ocurre en una sociedad distópica, pero la
tecnología es más o menos reconocible. Hay pantallas planas, juegos virtuales,
reality shows en televisión, etc. Acá el
giro está en que la tecnología tomó el rol central en la sociedad.
White Bear
habla de muchas cosas, pero especialmente se refiere a nuestra obsesión con la
tecnología y con grabarlo todo. También habla de la necesidad que tiene nuestra
sociedad por castigar al culpable (si bien este ya entra en terreno de
spoilers). Claro: yéndonos al extremo.
En cualquier caso, este tipo de episodios nos
muestran qué sucedería si una tecnología existente (o cerca de existir) tomara
un control absoluto de nuestro día a día. Los resultados son, casi
siempre, devastadores.
2) ¡Esto te puede pasar a vos!
Este tipo de escenarios muestran situaciones descomunales
con tecnología que tenemos hoy. Si bien el súper hackeo del primer episodio (National Anthem) es un poquito
exagerado, el de Shut up and Dance
bien podría suceder en la vida real. Ya existen drones como los que se muestran
en Hated in the Nation (temporada 3) y
situaciones parecidas a las de The Waldo
Moment (temporada 2).
Estos posibles futuros nos muestran qué podría sucederle
a cualquiera (a vos o a mí) si abusamos de tecnología que hoy existe. En ese
sentido, siempre tienen alguna especie de “mensaje” o moraleja. Algo del estilo
“don´t be a dick”. No seas pedófilo,
no seas idiota, no seas odiable. Acá el aspecto tecnológico es parte del
paisaje y funcional a la historia; esencialmente vemos la oscuridad que surge
de los protagonistas y las decisiones que toman.
3) La tecnología es magia (y, además, es maligna)
Para el final queda la categoría que muestra
futuros de verdadera ciencia ficción, donde la tecnología alcanzó niveles tan
altos que se confunde con magia.
Acá entran algunas de mis historias preferidas. Me
refiero a episodios como el excelente Playtest
(temporada 3), el interesante White
Christmas (el especial de Navidad que protagoniza Jon Hamm), Be Right Back (fascinante capítulo de la
segunda temporada, protagonizado por Domhnall Gleeson) o
Men Against Fire (temporada 3).
Estos argumentos trabajan los conceptos de
realidades alternativas o versiones simuladas de una personalidad individual.
Si bien en última instancia son metáforas y parábolas de cuestiones humanas y
psicológicas, aprovechan la tecnología para responder a interrogantes
trascendentales.
Como ejemplo, en Be Right Back tenemos: ¿qué sucedería si pudiéramos crear una
versión artificial (un robot) de nuestro esposo muerto?, pregunta que, en
realidad, se refiere a una más profunda: ¿cómo podemos vivir luego de una
tragedia?
Algo loco de esta clase de futuros es que terminan
siendo los más filosóficos, ya que se inclinan hacia temáticas sobre la
naturaleza del hombre y lo que significa ser humano.
San Junípero, el caso atípico
Ahora, no es que cada capítulo cae de forma rígida
en una de estas clases de futuros. Men
Against Fire es simultánemente una clase (3) (tecnología es mágica) y una
clase (1) (¿qué sucedería si los drones comienzan a ser parte básica de
nuestras vidas?).
Be Right Back
no sólo habla del dolor, sino de la forma en la que los medios y la tecnología
pueden interferir con el proceso del dolor. White
Christmas reflexiona sobre el control, la culpa y el remordimiento, pero
también hace eco sobre la manera en la que lidiamos con criminales.
En su esencia, Black
Mirror es una vía para, simbólicamente, atacar grandes problemáticas
filosóficas que tienen una correlación real con nuestro mundo.
Dentro de esta antología que suele ser bastante
deprimente, San Junípero es un caso particular
que no termina de cuadrar con el resto de la serie. Primero que nada, porque
tiene un final sorprendentemente feliz.
No me resultó el mejor capítulo de la serie (como
muchos están diciendo) quizás porque vi venir el giro de tuerca desde el
principio. Pero sí tiene cuestiones muy interesantes. La estructura del
episodio contiene elementos de la clase de futuro 3 (la tecnología es magia)
pero tiene, además, algo más.
El amor, la nostalgia, la muerte, las relaciones.
San Junípero se convirtió en un
favorito de los fans por sus ingeniosos comentarios sobre el acto de amar y el
posible destino de las almas.
***
Palabras
finales
No hay demasiadas dudas de por qué Black Mirror es tan popular.
Aprovechando temáticas llamativas como el abuso de la tecnología y el impacto
sobre la cultura alrededor de ésta, la antológica serie explora un gran rango
de historias y personajes.
► ¿Cuál es su episodio favorito? ¿A qué
“clase de futuro” creen que corresponde? ¡Dejen sus comentarios!
«El
espejo negro es lo que usted encontrará en cada pared, en cada escritorio, en
la palma de cada mano: la pantalla fría y brillante de un televisor, un
monitor, un teléfono inteligente.»
(Charlie
Brooker)
………………………………………………………………………………………………….
=>> Otras notas sobre CIENCIA FICCIÓN en el blog: “Los
tres tipos de ciencia ficción (según Asimov)”; “Todos
ustedes Zombies, un relato de Robert Heinlein”; “El
fin de la Eternidad, una novela de Isaac Asimov”; “Las
tres leyes de la robótica de Isaac Asimov”; “Técnicas
narrativas VI: preguntas perforantes”
………………………………………………………………………………………………….
► Podés seguir las nuevas notas y
novedades (además de humor y críticas de cine) en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano. Si te gustó, ¡compartilo o dejá un comentario!
Ya leí entradas sobre esta serie en otros blogs, lo que tiene mucho sentido.
ResponderEliminarParece interesante pero no puedo ver otra serie más. Ya estoy descuidando Once upo on time. Sí estoy viendo Mr. Robot.
Saludos.
Amé (y amo) esta serie. Me gustó mucho la clasificación y el análisis que has hecho.. Me pasó lo mismo con San Junípero: el giro me pareció muy obvio desde el principio. Aunque sí me gustó que su final fuera atípicamente feliz. Un abrazo, tocayo.
ResponderEliminarCuando uno vio demasiadas películas (particularmente de ciencia ficción) los capítulos de Black Mirror presentar argumentos bastante identificables. Por lo menos a mí me pasó eso. Pero no deja de ser menos disfrutable.
EliminarNo veo series porque no tengo cable! Jaja... Pero me parece interesante la serie por su temática y por ser autoconclusiva... Me encantaba usar esta última palabra cuando iba a comprar comics ja 👍😏
ResponderEliminarPuf, no tengo cable desde hace 2 años (cuando vinieron los del cable a cortármelo porque estaba colgado). El futuro en series es Netflix.
Eliminar