Edgar Allan
Poe fue uno de los grandes maestros del relato, y llegó a perfeccionar
muchas técnicas de escritura. Tiene cuentos que son verdaderamente perfectos y
nunca se encasilló en un único género. Creó el policial del detective, el
misterio de tipo cuarto cerrado, propulsó el género del terror gótico e influyó
tempranamente en la ciencia ficción.
En 1846
publicó un célebre ensayo (“The
Philosophy of Composition”, traducido al español como “El método de composición”). Allí propone los
aspectos formales de su método de escritura, o por lo menos los que él manifestaba
aplicar. Los ejemplifica mientras describe el proceso por el cual concibió “El cuervo”, su poema más famoso (que
ya reseñé en el blog).
Poe estaba en contra de la creación “espontánea” y
de la improvisación. En el ensayo se muestra convencido de que uno debe
planificar de antemano sus escritos y pensar el texto de forma lógica,
matemática, casi como una máquina. (En ese sentido, se adelanto muchísimos años
al estudio del Formalismo Ruso).
Es muy probable que Poe realmente estuviera
“vendiendo humo” con su ensayo, o que –como algunos críticos opinan– haya sido
un esbozo de ironía o una absoluta parodia. La cuestión es que a partir de la
lectura se pueden obtener un par de consejos interesantes para asistir en el
proceso de escritura de relatos. Veamos:
#1 – Determinar el espacio.
Poe propone cuentos más bien minimalistas, donde el
espacio sea delimitado. Se interesa por la posibilidad de poder mantener
control absoluto sobre el mismo. Al respecto dice: “ (…) siempre he creído que un espacio circunscrito o reducido es
totalmente necesario para potenciar el efecto de un hecho aislado, como si
fuera capaz de insuflar la misma fuerza que le da un marco a un cuadro.”
#2 – Conocer el final de antemano.
Para el autor es fundamental saber exactamente
hacia dónde queremos llegar antes de sentarnos a escribir, tener el final en
mente mientras se avanza con la narración. De hecho, Poe insiste muchísimo en
esta regla que la consideraba fundamental (y que choca, inevitablemente, con la
idea de la espontaneidad al escribir).
En palabras (traducidas) suyas: “No hay duda de que
cualquier argumento que sea digno de ser considerado como tal debe estar
completamente repensado, desde su comienzo hasta su desenlace, antes incluso de
intentar empezar a escribir.”
Un trabajo literario, según sus teorías, tiene que
poder leerse de una sentada, como para no perder la impresión de unidad. Si hay
que parar de leer, se pierde el hechizo y “el mundo real comienza a interferir
con el relato”. Así que: mantenelo cortito y al pie.
#4 – Decidir el efecto a producir.
Edgar Allan Poe siempre mantenía que un cuento
debería tener una emoción principal: ira, miedo, confusión, melancolía, lo que
fuera. Como escritores debemos planificar qué impresión queremos trasnmitir,
manipular las emociones.
Y todo esto hay que trabajarlo desde la primera
oración.
Por eso comenta: “Lo siguiente que pensé fue en la elección de la emoción o del efecto
que deseaba transmitir. Llegado este punto, tal vez deba advertir que mientras
componía el poema siempre mantuve la determinación de conseguir escribir una
obra que fuera apreciada universalmente.”
Y agrega: “era
preciso elegir una palabra que (…) estuviese en el acuerdo más armonioso
posible con la melancolía que yo había adoptado como tono general del poema”.
#5 – Determinar el tema del texto
Recapitulando: un cuento debe tener una única
emoción predonimante, un espacio limitado, un final claro (y planificado) y una
corta longitud. El último consejo habla del tema general de un relato.
Poe intentaba ir desde lo general a lo más
concreto. Su poema “El cuervo” habla
de “los efectos de la muerte de una mujer”, y a partir de ese tema, de esa idea
o premisa, se construye una historia particular, específica.
► Ahí los tienen: cinco
consejos de escritura que brinda Edgar Allan Poe a partir de su breve ensayo “El método de la composición”. ¿Están de
acuerdo con ellos?
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=>> Otras notas sobre CONSEJOS DE ESCRITURA en el blog: “16
consejos de escritura de Anton Chejov”; “Mientras
escribo: la autobiografía de Stephen King”; “La
ley de Chandler y otras reglas de oro para el drama”; “5
claves para mejorar la escritura (que nos enseña Aristóteles)”; “La
escritura telescópica: un recurso para docentes”.
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Podría servir como guía, pero no es necesariamente obligatorio usarlo.
ResponderEliminarEl punto 3 no fue siempre fue tenido en cuenta por Poe. Los crimenes de la calle Morgue incluye una reflexión sobre ser ingenioso o analitico, la desmitifiación de la intelectualidad de ajedrez. Algo no necesariamente relacionado con el cuento.
Tal vez se puede empezar por el personaje, para luego desarrollar un ambiente acorde con el personaje. Como desarrollar un personaje como Batman y luego una ambientación como Gotham.
Lo empezar por el final tiene sentido. Asimov ha planteado imaginar la resolución de un enigma. Para luego plantear lo que viene antes. Y la autonomía de los personajes puede llegar a desviar el final de lo planeado. Y lo mismo se podría decir del tema.
Interesantes planteos.
Muy interesante tu opinión, demiurgo. Por mi parte, con respecto a la intro de "Los crímenes...", siempre pensé que era una especie de presentación del método de Dupin, porque es en este caso cuando lo conoce al narrador. No es el primer relato en el que se va por las ramas dando explicaciones sobre las cualidades de su protagonista ;)
EliminarClaro, yo pienso algo similar. Poe escribió "La filosofía de la composición" 5 años más tarde que "Los crímenes de la calle Morgue" (que, de hecho, es uno de sus primeros escritos). Es posible que el flaco todavía estuviera encontrando su estilo, su formula, sus procedimientos en los primeros relatos y terminó de definirlos más adelante.
EliminarAsí y todo, también siempre me pareció que Poe era un poco vendehumo. =P
Como no seguir los ejemplos si el que te los facilita se llama Poe no?
ResponderEliminarUn maestro en toda regla... Y yo estoy de acuerdo en todos los casos... Ser espontáneo porque no se sabe donde se va no me parece lógico... En fin, gustos...
El único que me suena raro es el #2, a menos que estuviera hablando exclusivamente de cuentos. Recuerdo comentarios de muchos grandes escritores de novelas que se vieron sorprendidos por sus propios personajes o situaciones.
ResponderEliminarMe sumo a la presunción del vendehumismo.
Abrazo!