El horror de
cualquier escritor. El plagio es, esencialmente, tomar partes del trabajo de
otra persona y hacerlo propio, sin citar a la fuente. Es un tema delicado
porque los límites entre el “plagio” y las “influencias” son muy difusos, e
incluso se han comprobado muchísimos casos de “creación colectiva”, donde dos
personas sin posibilidad de conocer el trabajo del otro han llegado a
descubrimientos idénticos, escritos prácticamente iguales o ideas análogas.
En la ficción, el término “plagio” tiende a
malinterpretarse bastante. Si dos
historias tienen elementos similares, no implica necesariamente que una sea
un ripoff, un robo, de la otra.
Prácticamente todas las historias nuevas son influenciadas por cosas que han
llegado antes, y situaciones que el mismo autor ha experimentado.
En el blog he reseñado muchísimas obras o películas que fueron fuentes de inspiración para otras tantas. Recientemente tuvimos el ejemplo de una película con trama de tipo “juego mortal”: “Los juegos del hambre” (2011), que siempre es comparada con la cinta japonesa “Battle Royale” (2000). Pero la realidad es que esta última está fuertemente inspirada en The Running Man, una novela de Stephen King que tuvo su adaptación al cine en 1987 con Schwarzenegger.
►
“Everything is a Remix”,
genial video que muestra como todo lo que vemos hoy es un compilado de cosas
del pasado:
Todas las películas que utilizan la narrativa del “Camino del Héroe” (como la definió Joseph Campbell en 1949) inevitablemente
van a tener muchísimos puntos en común, y este artilugio literario es el más
famoso y comercial de todos: Harry
Potter, Matrix, El Señor de los Anillos y Star Wars son todos ejemplos modernos
de esta forma de contar una historia.
"The secret to creativity is
knowing how to hide your sources."
— Albert Einstein.
Otra cuestión muy debatible es lo que sucede en el
cine cuando vemos una película con similar trama pero distinta ambientación. “Black Swan” (2010), de Darren Aronofsky, no es exactamente una
remake de la japonesa “Perfect Blue”
(gran película del genial Satoshi Kon), pero
sí es prácticamente idéntica. La diferencia es que en Black Swan tenemos a una
bailarina de ballet en lugar de una cantante pop. En este caso hay que aclarar
algo que no muchos saben: Aronofsky tiene los derechos de “Perfect Blue”, y por
eso se ha tomado la libertad de utilizar varios planos, ideas, temáticas y
escenas que se encuentran en esa película para otras de sus producciones (Réquiem por un Sueño tiene varios
planos de esta cinta también).
Para complicar más las cosas, hay algunos pocos
casos donde copiar directamente el trabajo de otro es aceptable: en las remakes,
en las parodias, en los homenajes y en los llamados shout-outs. Un shout-out es el menos
controversial. Es un pequeño momento donde se hace una referencia directa a
otra obra, y queda claro que la idea fue dar por entendido que es una
referencia. Un ejemplo es cuando se usa la frase “Luke, soy tu padre” (que
suele ser incorrecta) en diferentes ficciones para generar risas entre los
espectadores. El homenaje y las remakes tienden a ser más difíciles de
defender.
Todo esta (tediosa) introducción la armé para
hablar del plagio más conocido en
nuestro país (Argentina). Aunque, claro, sigue siendo complejo confirmar
que efectivamente hubo “plagio”. Cuando en 1986, el director Eliseo
Subiela estrenó “Hombre Mirando al
Sudeste”, nadie le dio demasiada importancia. En el ámbito local tuvo buena
recaudación, pero no se hizo famosa fuera del país.
Sin embargo, varios años más tarde Hollywood dio
luz verde a K-PAX (2001), una
película protagonizada por Kevin Spacey
y Jeff Bridges. Fue allí cuando
quedó en evidencia que las dos películas compartían una trama curiosamente
similar.
El argumento (de ambas) es más o menos así: un
hombre enigmático y sin pasado verificable, internado en un psiquiátrico,
asegura que es un ser de otro planeta. Un doctor descreído lo atiende y, poco a
poco, comienza a creer lo que este extraño individuo afirma. De hecho, el
paciente parece tener poderes y la capacidad de hacer milagros.
Cuando K-PAX salió en Estados Unidos, nunca se indicó
si era una remake, un homenaje o una adaptación. De hecho, la fuente de la
película fue una novela que publicó un tal Gene
Brewer en 1995. Quienes hayan
visto ambas películas no pueden negar el parecido indudable.
Mi hermano estudio cine en la escuela de Subiela, y
él mismo me contó que el director relataba a sus alumnos la penosa historia en
clase. Subiela demandó por plagio a Brewer y a los productores de K-PAX, pero
tuvo que retirar la demanda años después porque todo se estiraba demasiado,
estaba perdiendo muchísimo dinero y comenzaba a tocar fondo.
Cuando Subiela se echó hacia atrás, Gene Brewer
sacó un nuevo libro donde explicaba la inspiración para su saga K-PAX (se
titula: “Creating K-PAX or Are You Sure
You Want to Be a Writer?”).
(Perfect Blue vs Requiem for a Dream)
Incluso Brewer afirmó, en relación a la acusación:
“Nothing could be further from the
truth... it's a total coincidence... if you want to say it's the same generic
idea, maybe, but if you see the movie you'll find an enormous amount of differences.”
Está claro que las películas tienen sus
diferencias.
“Hombre mirando al Sudeste” es más oscura e intrigante en cuestiones filosóficas y existenciales,
y cuenta con referencias interesantes a “La
invención de Morel” (de Adolfo Bioy
Casares) así como una clarísima simbología cristiana. K-PAX, en cambio, es
más light-hearted, más superficial
(si se quiere), tiene más humor y es ambigua en cuanto al hecho de si el
paciente es verdaderamente un extraterrestre o nada más que un loco. Pero las
posibilidades de que el autor Gene Brewer no haya escuchado nunca de “Hombre Mirando al Sudeste” cuando
escribió K-PAX –hay que decirlo– son muy vagas.
Eliseo Subiela tampoco listó las fuentes para su
obra, pero todo parece indicar influencias de las últimas novelas
autobiográficas de Phillip Dick: más
específicamente, “VALIS” y “The Transmigration of Timothy Archer”. Incluso, Subiela hace el homenaje más
explícito al llamar a su personaje femenino: 'Beatriz Dick'.
► Personalmente
me perturba saber que Hollywood no
tiene escrúpulos a la hora de tomar ideas ajenas. Se ha demostrado infinidad de
veces. Para colmo, cuentan con el poder adquisitivo para ir en guerra con
cualquier persona que los culpe de ser ladrones de ideas.
Creo
que “Hombre Mirando al Sudeste” es una película superior, más profunda y
delicada que su contraparte yanqui. Uno de estos días la voy a analizar un poco
más en detalle.
"Your theory of a
donut-shaped universe is intriguing, Homer. I may have to steal it."
— Stephen Hawking, The Simpsons, "They Saved Lisa's
Brain"
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=>> Otros posts temáticamente
relacionados del blog: “El
lado oscuro de Oliverio Girondo”; “La
feria de las tinieblas” (novela de Ray
Bradbudy, 1962); “LISTA
TOP-FIVE”: Citas incorrectas en el cine y en la literatura” y “La
invención de Morel” (gran novela de Adolfo
Bioy Casares)
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Cuando vi K-Pax no pude dejar de pensar en Hombre mirando...
ResponderEliminarMuy buen comentario Luciano!
¡Gracias a vos por pasarte!
EliminarHola Luciano,
ResponderEliminarAcabo de descubrir Viajar Leyendo, me han encantado las reseñas que he leído y los artículos sobre técnicas literarias. Te sigo desde ya ;)
Dejo aquí el enlace de mi blog por si te apetece pasarte: http://cinedeescritor.blogspot.com.es/
Un saludo.
¡Hey, gracias! Siempre es lindo sumar un lector más. Ahora me paso a chequear tu blog.
EliminarSaludos.
Es difícil poder discernir entre plagio e influencia. Por mi parte cuando trato de hacerlo con temas musicales se me complica demasiado http://www.frodorock.blogspot.com.ar/search/label/Plagio%20di%20Plagio
ResponderEliminarVi las dos películas con unos diez años de diferencia. Cuando vi K-Pax no me percaté de que una década antes había visto la de Subiela y sin embargo tenía la sensación de que era una trama repetida.
A Jose Pablo Feinmann le afanaron la trama de El Cadaver Imposible y cuando consultó con abogados le dijeron "con Hollywood no te metas que terminás preso vos... fijate como le fue a Subiela".
Me gustó que hayas hablado de La Invención de Morel, porque ahi se ve como Subiela mostró una influencia y no afanó directamente.
Abrazo
¡¡Tremenda la anécdota de Feinmann!! Ahí encontré la película que lo plagió (May, 2008). Encima ni siquiera parece ser una película potable. ¡Qué descaro! Lo banco a Feinman, en su escritura por lo menos. Me gustó bastante "Sabor a Freud" (obra de teatro de él).
EliminarUn saludo bloguero de esta lado.
Atinadísimo artículo. Gracias!
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