Estrenada en 1966
como parte de la Trilogía del
dólar, El bueno, el malo y el
feo, la celebrada película de Sergio Leone funcionó como una inyección de
frescura en las películas del spaghetti western. En esta nota quiero analizar
lo que, en mi opinión, fue la gran deconstrucción del Western.
¿De qué va
la historia?
Durante la Guerra Civil
Americana, un cazarrecompensas apodado “Blondie” (Clint Eastwood)
y un bandido conocido como “Tuco” (Eli Wallach) llevan
a cabo una estafa de pueblo a pueblo hasta que el primero decide terminar la
sociedad e irse con todo lo juntado.
Tuco lo persigue buscando venganza.
En el medio, un sanguinario mercenario, “Angel
Eyes” (Lee Van Cleef)
descubre que hay una buena cantidad de oro escondido y conoce el nombre de la
persona que lo enterró.
Tuco y Blondie se tropiezan con la misma
información, por lo que los tres pistoleros inician una carrera frenética por
hacerse con el dinero.
La película fue la definición de “clase B” para los
años ´60: se hizo con un presupuesto escaso, filmando con prisa y utilizando
efectos prácticos como los que usaba Orson Welles para
abaratar costos.
Debido a que trataba sobre la guerra civil (un tema muy
sensible para la época), se dijo que iba a ser un fiasco comercial, y tuvo una
distribución terriblemente limitada.
Sin embargo, acabó convirtiéndose en una de las
películas más importantes de todos los tiempos.
La
deconstrucción del western en El bueno, el malo y el feo
Es universalmente aceptado el hecho de que esta
película destruyó el género del western como se lo conocía hasta ese momento.
No sólo modificó radicalmente la moralidad de los protagonistas (estos son
pistoleros sin una pizca de heroísmo, egoístas y ambiciosos) sino que también
alteró la estructura dramática sobre la cual se construían estas historias,
dejando apenas lo mínimo y necesario.
El bueno,
el malo y el feo no tiene largos diálogos, un argumento épico o
grandes escenas de exposición. En su lugar, la trama es una historia muy
chiquita sobre tres personas traicionándose mutuamente. No hay caballeros
vestidos de blanco, damiselas en peligro o grandes héroes. No hay un sacrificio
por el bien mayor.
El ambiente
como protagonista
Además de popularizar algunos elementos
cinematográficos innovadores como el conocido mexican standoff, la
película presentaba mucho simbolismo a través de la música y el ambiente.
Tomemos, por ejemplo, el climax final en el cementerio.
El cementerio del popular duelo final enfatiza el
fin de los caminos de los tres personajes principales. Sergio Leone planteó la
situación de una forma brillante, de tal manera que ninguno de los tres hombres
podría salir ileso de ahí.
El ambiente está diseñado como una suerte de circo
romano, como si las tumbas de los muertos fueran espectadores del triple duelo.
Una escena hermosa –editada con maestría– que se toma todo su tiempo para
desplegarse.
El legado de
El bueno, el malo y el feo
El bueno, el malo y el feo cumplió 50 años en
el 2016 y su legado dentro del
séptimo arte sigue intacto, incluso más vivo que nunca en una época donde el
western está resurgiendo gracias a producciones como la remake de Los Siete Magníficos,
lo último de Tarantino (Los
8 más odiados), la venidera adaptación
de La Torre Oscura y la fantástica primera temporada de Westworld.
Por cierto, si todavía no vieron Westworld, no sé
qué están esperando. Es espectacular.
No es un misterio que El bueno, el malo y el feo la película haya influenciado los
estilos y temáticas de directores como Quentin Tarantino, Sam Raimi, Robert
Rodriguez y Martin Scorsese.
Las largas tomas y los electrizantes acercamientos,
la música impresionante de Ennio Morricone, el distintivo uso de la violencia,
los personajes absolutamente odiables y de moralidades grises, los estilísticos
duelos con armas, hacen de esta película un clásico absoluto. No es la primera
vez que una parodia de un género logra revitalizarlo por completo.
Y seguramente no será la última.
………………………………………………………………………………………………….
=>> Otros posts sobre CINE en el blog: “Roger
Ebert y la crítica de cine”; “Branded
(Código oculto): cuando los trailers”; “Dogville
y los defectos socialmente modelados”; “Under
the skin: cuando lo humano contagia”.
………………………………………………………………………………………………….
► Podés
seguir las nuevas notas y novedades (además de humor y críticas de cine)
en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano. Si
te gustó, ¡compartilo o dejá un comentario!
No hay comentarios:
Publicar un comentario