“El Resplandor”, esa magnum opus de Stanley Kubrick, es una de mis películas preferidas. En 1980,
revolucionó completamente el género del terror psicológico. Su geometría
completamente alienígena (la distribución no tiene ningún tipo de sentido),
las extrañas situaciones que se generan sin
explicación dentro del hotel y la ambientación
íntegramente perturbadora, con aspectos sobrenaturales, desconcertaron a
toda una generación. El público esperaba una sencilla adaptación de la novela
de Stephen King y terminó encontrando una compleja
cinta de difícil interpretación, con varias capas, metáforas y alusiones de
distinta índole. El maravilloso documental “Room
237” analiza, por ejemplo, la fascinación que generó la cinta a través de
una serie de teorías casi surrealistas.
Pero la intención es hablar de
aquella producción literaria que tanto lo tuvo ocupado al novelista
norteamericano Jack Torrance (Jack
Nicholson en “El Resplandor”),
titulada All Work And No Play Makes Jack A Dull Boy (algo así como “Mucho trabajo y nada de juego hacen de Jack un chico
aburrido”).
El clásico proverbio inglés significa que, sin tiempo de ocio, una persona se
vuelve aburrida y agobiada. En la cultura popular hay varios usos de la
frase (¡gracias Wiki!), desde la corta historia de James
Joyce "Araby", hasta “Big Sur” de Jack Kerouac o la película de
1957 “El puente sobre el río Kwai”.
==> La utilización psicótica del proverbio en The Shining tuvo un fuerte efecto en el
imaginario popular. Homero escribe “Sin
TV y sin cerveza, Homero pierde la cabeza”, por mencionar el caso más
emblemático (capítulo de 1994
de Los Simpson, "Treehouse of Horror V").
Quienes hayan visto la película
sabrán que el libro está compuesto
por esta frase repitiéndose una y otra vez durante toda la obra.
Ciertamente, la novela –¿podemos afirmar que forma parte de ese género?–
apuesta por el arte minimalista y conciso.
► En
este link puedan chequear las primeras 15 páginas del libro, editado por el artista
neoyorquino Phil Buehler (gran
fan de Stephen King y de Stanley Kubrick).
Analicemos un poco la obra. ¿Qué tan
metatextual es el hecho de que la frase sobre un “chico aburrido” se repita de
forma innumerable convirtiendo al texto
entero en algo “aburrido”? ¡Arte, señores! ¡Arte!
... Y no empecemos a hablar
de la tipografía… ¿Esas letras azarosas que faltan, son errores o forman parte de algo mayor, de un código quizás? ¿O representan, últimamente, las indistinguibles diferencias que caracterizan
al hombre moderno? ¿Es, quizás, un artilugio kafkiano para criticar el tonto
y absurdo mundo contemporáneo?
El segundo capítulo presenta el primer gran giro argumental: nada cambia, absolutamente nada. El status quo se mantiene. ¿Quién habría esperado aquello? Así, se vuelve aún más aburrido y absurdo… un perfecto ejemplo del contenido integrándose a la forma.
La primera lectora del texto, Wendy Torrance, (Shelley Duvall)
reacciona del mismo modo que cualquiera de nosotros lo haríamos: aterrada, enloquecida. La dantesca sucesión de páginas repetidas y apiladas la toma por sorpresa. “Mucho trabajo y nada de juego hacen de Jack un chico
aburrido” se propaga por el ambiente tan
rápido como una enfermedad incurable sobre el marco de la ficción. El libro es la
causa y, al mismo tiempo, el contenido que desborda
en locura y profetiza un trágico desenlace.
La calidad literaria de la
novela Jack Torrance, ese libro
imposible de concebir, nos mantiene pegados al asiento, expectantes a lo que
está por venir. “Únicamente un demente
podría dedicarse a crear, metódicamente, esta obra inútil”, piensa
Wendy. Lo que ignora, desgraciadamente, es que esa mirada inquisitiva, curiosa, sobre un texto en apariencia
cerrado posee la capacidad de convertir la
espeluznante ficción literaria en realidad.
Sobre el
final, tanto Wendy como nosotros estamos tan frustrados, horrorizados y desconcertados
como el mismo autor, convirtiéndonos en
parte del misma climax de la obra. Participamos de la historia como un
público activo. Por otro lado, debo
admitirlo, encontré el desenlace, esa última frase conclusiva, bastante
predecible.
POSDATA: de más está decir que el post es una parodia,
una broma, y no debe ser tomado como un análisis literario estrictamente serio
(como sucedió con este post).
OFF-TOPIC: ¡este representa mi post número 99! Este blog ha crecido muchísimo y me ha traído mucha
felicidad, motivo por el cual estoy
preparando un post especial para consagrarse como el #100.
¡Ampliaremos!
==> Gracias a todos los que me siguen, los que comentan, los que comparten. Un blog
se arma con esos dos componentes: pasión
por parte del autor, e interés por parte de sus lectores.
► ¡Si el
post te gustó, coméntalo, compartilo,
difundilo! COMING-UP: el misterioso
post número 100.
Sobre El resplandor ha corrido litros de tintas y metros de celuloide, jajaja, lo que quiero es que el libro de Stephen King ha despertado gran expectación, sobre todo gracias al tirón de la película, dando lugar a todo tipo de especulacionesk, como cuenta el documental que citas. Uno de los motivos es que Kubrick apenas concedía entrevistas, ni se prodigaba por los festivales, como tampoco solía explicar nada de sus películas. ¿Por qué todavía no existe un consenso para dar un sentido al título original de La naranja mecánica? Creo que no hay tomárselo demasiado en serio -y lo mismo sucede con Stephen King, la verdad- Me ha parecido un post muy interesante y un buen blog que volveré a visitar más a menudo. Un saludo.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, lo seguiré más a menudo y este post resulta interesante y original.
Muchísimas gracias por el comentario... y muy de acuerdo con tus apreciaciones. ¡Estás invitado a seguir dando vueltas por este espacio de intercambio! PD: Kubrick es un ídolo!! =)
EliminarPoco que añadir, salvo que yo no encontré el final predecible. Stephen King es osado, no teme desarrollar el argumento por caminos insospechados y el resultado es que muchas veces deja los desenlaces abiertos, que es la única forma correcta de rematarlos cuando la cosa se ha liado más de la cuenta. Le pasó también en "The Cell" pero me gusta, te mantiene en vilo hasta el final preguntándote "¿Y cómo resolverá este hombre todo este embrollo?" Saludos y gracias por pasarte por mi blog.
ResponderEliminar¿Está bueno "The Cell"? Un amigo lo tiene... pero no me convenció la historia. Slds!
EliminarYo creo que a esta película se le pueden dar infinidad de lecturas, tiene mucho simbolismo, escenas muy complejas y Kubrick la cuidó la extremo, la vi en hbo go y me encanta, creo que da miedo pero no es realmente una película de terror, es como para dejarte perturbado, confundido, es excelente.
ResponderEliminarThe Shining es absolutamente maravillosa, una de mis cintas preferidas. El terror pasa por otro lado, no los clásicos métodos del terror convencional. Kubrick rompe con eso, rompe con la tradición y se inserta en un mundo que mezcla lo surreal con lo psicológico. El miedo nos llega por la posibilidad de encontrarnos en una situación similar, bizarra, incoherente, inverosímil. ¡Gracias por tu aporte!
EliminarEl análisis es magistral jajajaja! Una buena muestra de lo chamuyeros que podemos ser l@s que nos dedicamos a analizar textos XD Debería mandar un sicario a buscarte, has develado nuestro secreto :P
ResponderEliminarPD.: Me encanta esta película!!
(Mandame al sicario: vivo en Calle Falsa 123.)
EliminarStephen King y Kubrick crean 2 obras completamente distintas, Kubrick coge la novela de King y hace una pelicula , pero no es una adaptacion al cine de esa novela, Kubrick toma la novela porque le gusta su estructura pero cuenta otra cosa, lo que quiere contar, la cosa que conto durante toda su vida de digerentes maneras. En Todas las peliculas de Kubrick se cuentan 2 historias, la que se ve y la secreta. Menos Eyes Wide Shut donde lo aparente y lo secreto se funde. Las peliculas de Kubrick son todas aspectos diferentes de Eyes Wide Shut. Respecto al Resplandor: Jack es un Angel caido o un brujo poderoso que sirve a estos demonios, se ha reencarnado durante eones y es malvado. El director del hotel esta en el ajo. Ese Hotel es un templo del mal donde se hacen sacrificios humanos, se asesinan niños, para invocar demonios y se dan rienda suelta a todas las perversiones en aquelarres. La alta sociedad forma parte de la secta y son los que se dan cita alli para hacer todo esto. Jack entra en trance repitiendo el mismo tantra con su maquina de escribir y se pone en contacto con los suyos, los demonios. 273 es Set al reves, el diablo. La doble personalidad del niño es una entidad poderosa no maligna que se le mete al niño cuando se quiebra su psique por el trauma que le causa Jack, es puro esoterismo todo.
ResponderEliminarSin duda. Nunca puse en jaque la idea de que King y Kubrick hacen obras diferentes. Igual, este post va por otro lado. Pero sí, de acuerdo con tu esoterismo fanático.
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