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viernes, 13 de marzo de 2020

Videodrome: entre McLuhan y lo reprimido


Videodrome es Cronenberg en su mejor forma. Es decir: surrealismo, body horror y también una una fuerte corriente intelectual. Estrenada en 1983, con James Woods y Debbie Harry como protagonistas, la película continúa siendo una de las más extrañas (y proféticas) del séptimo arte.




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El medio es el mensaje

Si nos tenemos que atener al argumento, la película sigue al CEO de una pequeña estación de cable que se topa con una señal de transmisión que emite cosas extremadamente violentas y horribles. Él se pone a investigar y, como es de esperar con este director, las cosas se ponen raras rápidamente.

Debajo de la superficie se encuentra la filosofía de Marshall McLuhan, a quien estudié en una de mis materias de la Licenciatura en Letras. El autor canadiense se preocupó por examinar la relación entre la televisión y su audiencia. Cronenberg fue muy influenciado por las teorías de McLuhan.

En Galaxia Gutemberg (1962), McLuhan concibe el desarrollo tecnológico como “medio” que procura la extensión de la corporalidad, que establece una real prolongación de los sentidos. Cada medio implica una nueva forma de ver el mundo.


Marshall McSexy...

Su frase más popular (“el medio es el mensaje”) implica que es el medio en sí el que crea una nueva manera de concebir a lo que nos rodea, y no al revés. La televisión sería un “medio caliente”, transmitiendo más información a alta definición y con menos participación de la audiencia.

En Videodrome, el personaje del profesor Brian O'Blivion se basa libremente en este investigador de la teoría de la comunicación. Los ecos de “el medio es el mensaje” se ven claramente en la película. Se dice, incluso, que Cronenberg pudo haber sido estudiante de McLuhan en la Universidad de Toronto.

Un arma de doble filo

La idea de que la tecnología podrá, eventualmente, cumplir todos nuestros deseos a menudo termina como el chiste del tipo que pide tener una pija enorme y el genio le concede una… como su nueva nariz (eso no es un chiste realmente, acabo de inventarlo).

La metáfora es que la tecnología puede darnos forma y conducirnos por caminos que nosotros, como sus creadores, nunca imaginamos, pero hay un trabajo previo de entender que este progreso funciona siempre como un arma de doble filo.

Así, Videodrome es también un cuento con moraleja. Aunque para el espectador moderno la idea de que la televisión sea el principal motor por el cual los medios influyen en la mente humana hoy parece anticuada (con el surgimiento de Internet y las redes sociales).


Una potencial remake de Videodrome precisaría abordar este problema utilizando wi-fi y la nanotecnología como la vía por la cual la sociedad está siendo secretamente controlada. La televisión misma también ha evolucionado más allá de las transmisiones de señales desde el surgimiento del cable. Esos adorables videocasetes son cosas del pasado.

Para los que no la hayan visto (o no la recuerden) la historia sigue la vida de Max Renn (James Woods), presidente del canal CIVIC-TV. Buscando el siguiente nivel de entretenimiento violento y pornográfico, se topa con una transmisión pirata llamada "Videodrome" que describe la tortura y el asesinato de hombres y mujeres desnudos en un lugar no revelado.

Se trata de televisión snuff, un espectáculo salvaje y sin argumento con el que comienza a obsesionarse.
«Masha: Videodrome. What you see on that show, it's for real. It's not acting. It's... snuff TV.
Max: I don't believe it. Why do it for real? It's easier and safer to fake it.Masha: Because it has something that you don't have, Max. It has a philosophy, and that is what makes it dangerous.»

Max está emocionado por lo que considera “el futuro de la televisión”. Así, comienza a investigar los orígenes de “Videodrome” y su conexión con el profeta de los medios, el profesor Brian O'Blivion, a quien nadie conoce en persona.

Un fracaso comercial

Videodrome fue un fracaso de taquilla, recaudando solo 2 millones de USD en los cines (apenas un tercio de su presupuesto) pero desde entonces se ha convertido en una obra de culto.

Tiene muchas escenas fuertes e inolvidables uno reconoce por el Éter. La escena de Max Renn insertándose una pistola en su estómago es muy conocida, por ejemplo, pero es su encuentro sexual con el televisor lo que mejor captura los aspectos alucinantes, filosóficos y perturbadoramente eróticos de la película.

Ah, por cierto. Spoiler alert.


«Death to Videodrome! Long live the New Flesh!»

Después de ver imágenes de Nicki Brand (el personaje de Debbie Harry) estrangulando al Profesor O’Blivion, Max se siente atraído por su televisión, que tiene la voz juguetona de Brand. Pronto, el protagonista está lo suficientemente cerca como para alcanzar y tocar el dispositivo, que palpita y crece venas debajo de sus dedos como un órgano hinchado. Entre jadeos, la televisión suspira: “Te quiero, Max”.

Al final del día, la televisión se ha convertido en el objeto voluntario de su lujuria. Max ya no es un observador pasivo de la pantalla, ni su televisor es una máquina sin vida. Esta entrega de vida a los dispositivos mecánicos y electrónicos es el gran tema de Videodrome. Esta idea de que la tecnología no está separada de la humanidad, sino que representa una expansión de la forma humana, una “nueva carne” (como dice la película) que puede subyugarnos o liberarnos a todos.


La inspiración de David Cronenberg para Videodrome provino de las experiencias de su infancia al ver televisores captar señales distantes y distorsionadas después de que las estaciones locales hubieran salido del aire. Se imaginó cómo sería ver algo obsceno o ilegal en la pantalla, y se preguntó si alejaría de la vista o se quedaría mirando.

Si naciste en los ´90, como yo, seguramente pasaste alguna que otra pícara noche adolesente intentando hacer lo mismo. Lo reprimido, cuando está cautivo, te pide salir.
«No escucho y sigo porque mucho de lo que está prohibido me hace vivir. No me persigo porque mucho de lo que está prohibido me hace feliz. Lo reprimido, cuando esta cautivo, te pide salir.»

Los ojos son la ventana al alma

A medida que Videodrome se va a apoderando del protagonista, éste tiene visiones escalofriantes que dificultan la distinción entre lo real y lo ficticio. Max Renn es sometido a un lavado de cerebro y desfiguración que lo deforma tanto a nivel mental como físico, sacudiendo el sentido de sí mismo (que es su vínculo más básico con el mundo real).

En una escena, Barry Convex (el villanesco dueño de una mega corporación) fuerza un videocasete en la ranura vaginal que a Renn le ha crecido en el estómago, agregando a la historia todavía más matices de surrealismo y violación.

Los ojos y la percepción sensorial son otros grandes temas de la obra. No es de extrañar que la mega corporación tenga una “pantalla” como fabricante de anteojos cuya nueva línea Medici usa el lema “los ojos son la ventana al alma”.


De hecho, existe la interesante teoría de que, en realidad, Brand es una alucinación creada para Renn por Videodrome, y cuando la lleva a casa, sus fantasías y realidad ya se han fusionado. Al parecer, Videodrome contiene una señal oculta que induce un tumor cerebral en el espectador, y el tumor crea visiones moldeadas por las imágenes que ocultan la señal.

Pero Videodrome no es una mera historia de advertencia. Sus inquietudes sobre la floreciente relación del medio de video con la humanidad se corresponden con un interés en lo que esa unión de hombre y máquina puede desbloquear dentro de nosotros mismos.

Por ejemplo, mientras Barry Convex usa la tecnología de video para distorsionar la mente de Max y convertirlo en un asesino esclavizado, Bianca O'Blivion (la hija del profesor) la usa para liberarlo e iniciarlo en otra realidad, una en la que podría escapar de la muerte haciéndose uno con Videodrome. 

Nuevamente vemos el concepto de la tecnología como arma de doble filo y los medios como una extensión de la carne.

El destino final de Max Renn, al igual que el impacto final de los medios violentos y sexuales en la sociedad, queda abierto al debate.


By the way, Videodrome también toma muchísimos elementos de The Manchurian Candidate (1962). Tanto que hasta podríamos decir que es una reinterpretación moderna de aquella obra de John Frankenheimer.

Entre fantasía y realidad

En Videodrome, la línea entre la televisión y la humanidad se desdibuja junto a la que separa fantasía de realidad. La televisión está tan cerca de los deseos del hombre que se convierte en parte del hombre, y la ficción que crea a partir de esos deseos es tan inmediata que se convierte en realidad.

Sin embargo, si bien la televisión satisface a los espectadores, también puede servir a las fuerzas ocultas de riqueza e influencia que desean explotarlas.

Lo que separa a “Videodrome” de otros programas es que tiene una filosofía, una agenda política, una trama oculta para controlar y eliminar a los pervertidos de la sociedad al transmitir su siniestra señal a través de sus televisores. La posesión de sus medios significa la posesión de ellos, no por la fuerza física, sino por remodelar la realidad que habitan.


La verdad es que las cintas de video ya no son tecnología de punta, pero el examen más amplio de los medios, la moral y la existencia de Videodrome siguen siendo profundamente relevantes.

Palabras finales

La creciente portabilidad y utilidad de los reproductores multimedia los ha hecho casi inseparables de las personas, como si realmente se hubieran convertido en una extensión del cuerpo humano, en una “nueva carne”.

La tecnología para producir y distribuir video sigue siendo creativa y socialmente poderosa, y la variedad de contenido que se produce es más grande que nunca. Hay programas de noticias que atienden exclusivamente a políticas de nicho, programas atractivos para todos los intereses esotéricos y material sexual que satisface cualquier fetiche concebible.

Si podés imaginarlo, hay un grupo en Internet que comparte esos intereses. No me extrañaría que exista el subreddit de personas que les gusta tener sexo vestidos de bananas o escuchando música de Cristian Castro.


La tentación de los espectadores de sumergirse en los videos de su elección, escapar del mundo en una realidad aislada de su propia creación, se ha vuelto más fuerte que nunca. Del mismo modo, la influencia de las corporaciones y otras fuerzas sobre los medios permanece, al igual que la posibilidad de que los medios puedan ser utilizados para adoctrinar al espectador con las ideas y valores de otros.

Las VHS pueden ya no ser omnipresentes, pero todos vivimos en el mundo de Videodrome.

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5 comentarios:

  1. Recuerdo esa película.
    Me parece significativo que el protagonista sea un ejecutivo que pretende ganar dinero con esos productos extremos. Sin imaginar que se va volver parte de eso, de una forma que no deseaba. Sea o no real, esa mujer es una peligrosa tentación. ¿Quién podría resistirse en la tentación que tiene la forma de una joven Debbie Harry? Quien demuestra ser una talentosa actriz.

    Con Internet, el tema estaría aun más vigente.

    Buena reseña-

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    Respuestas
    1. Gracias, Demi.
      Tremenda Debbie en esa peli que, sin dudas, tiene varios tintes eróticos (desagradables, pero eróticos al fin).
      ¡Saludos!

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  2. Qué carajo tiene que ver meter una estrofa de esa banda de cuarta en tu crítica? No entendiste nada papu

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    1. pense exactamente lo mismo, venia barbaro la revision y los conceptos hasta que llega a esa quote de banda falopa que nada que ver al caso ademas ,ni la pelicula ni el mensaje van sobre lo reprimido , es un reduccionismo super pedorro y que no tiene nada que ver , tambien podriamos citar amor frances de los redondos y tampoco sumaria nada. Me quedo con la primer mitad de la reseña que me gusto.

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