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lunes, 9 de marzo de 2020

“El Eternauta”, una novela gráfica de ‎H.G. Oesterheld


El Eternauta es el cómic argentino más famoso después de Mafalda, de Quino. Luego de la noticia de que Netflix está preparando una adaptación televisiva, supe que no podía posponerlo más. La obra, publicada por primera vez semanalmente entre 1957 y 1959 en la revista Hora Cero, es un seminal trabajo de ciencia ficción que tiene muchas cosas interesantes para decir.




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Una invasión de Tipo I

No estoy seguro de que el escritor Héctor Germán Oesterheld y su ilustrador Francisco Solano López tuvieran idea del impacto que causaría su pequeña historia en el mundo entero. La historia es, básicamente, una invasión del Tipo 1, la del ataque total (en contraposición a la infiltración lenta y cuidadosa entre la población).

Es la forma de invasión más clásica de la ficción, popularizada por otro “H.G.” (H.G. Wells) con su Guerra de los Mundos (1898). Las fuerzas tecnológicamente superiores apuntan sus armas de guerra (y caminantes de tres patas) hacia la Tierra, donde los humanos luchan valientemente, alejándolos con astucia, valentía o simplemente suerte... la mayor parte del tiempo.

El Eternauta se inicia con una nevada mortal. El protagonista, Juan Salvo (¡qué bien andaría Federico D'Elía en la adaptación!), se encuentra tranquilo junto a su familia y un par de amigos cuando descubre este extraño suceso climático. Quien sea tocado por un mísero copo de nieve, muere instantáneamente.


Federico D´elía como Juan Salvo: un match made in heaven

A medida que avanza el relato –que recuerda mucho a las primeras (y buenas) temporadas de The Walking Dead, aunque acá no hay zombies exactamente– se revela la verdadera causa de la nevada. El protagonista y sus amigos son pronto reclutados en un ejército de resistencia improvisado.

El gustito por los comics llegó de grande

Mi viejo leyó El Eternauta en su infancia y siempre me insistió para que lo leyera. De hecho, recuerdo que hasta lo teníamos en formato físico en casa… pero yo lo seguía pateando. La verdad es que –si bien arranqué a leer bien de chico– no era de leer comics. Las historietas fueron un gustito que agarré más de adulto con los personajes de DC.

Por suerte, hoy el comic completo puede conseguirse fácilmente por Internet. Lo que es más importante, es de lectura rápida. Se compone de 44 capítulos relativamente cortos que, generalmente, te la dejan picando para el siguiente. La trama fluye con muchísimo ritmo.

Existe una versión de radio-teatro de 1990 (disponible en Youtube) que zafa, pese a tener algunas actuaciones bastante berretas.


El Eternauta: si no tenés nada cool para decir, no digas nada...

El Eternauta tuvo su secuela, realizada en 1976, que yo todavía no encaré. En el éter se comenta que es un poco más oscura pero, en general, se considera una buena novela gráfica (si bien no mejor que la original).

Más tarde hubo una tercera entrega (1983), notoriamente infame por la falta de respaldo de los autores originales. Fue llevada adelante por un grupo de escritores y artistas que permanecieron en el anonimato en ese momento por miedo a las repercusiones.

Ironías del destino

Y es que, ironías del destino si las hay (teniendo en cuenta los temas de la novela gráfica que hablan de socialismo y ocupación militar), Oesterheld eventualmente sería secuestrado y desaparecido por el llamado Proceso de Reorganización Nacional.

Los planes para llevar adelante una adaptación han estado dando vueltas durante décadas. El primer intento se dio por los años ´60. Desde entonces, directores reconocidos del medio como Pino Solanas y la aclamada Lucrecia Martel intentaron llevar adelante el proyecto. Hasta se llegó a rumorear que Coppola quería hacerse con los derechos.

Parece que finalmente están llegando a algún lugar concreto de la mano del gigante del Streaming.

El Eternauta es un éxito internacional con traducciones en varios idiomas, incluyendo el inglés, francés e italiano. Curiosamente, Italia es el país donde pegó más fuerte y una de las principales razones para la secuela. Hasta llegó a existir una aventura gráfica italiana basada en la obra literaria.


L'Eternauta: Gli Invasori della Città Eterna (1994)

El Eternauta y sus razas alienígenas

La novela tiene varios condimentos interesantes. Uno de ellos es que los personajes principales son ciudadanos comunes de clase media de Buenos Aires. Sin embargo, cuando la bosta golpea al ventilador (esa frase decididamente suena mejor en inglés), descubren que son mucho más ingeniosos de lo que pensaban, y que en realidad eran bastante duros.

También es atractiva la manera en que se va desenvolviendo el misterio. Diferentes razas alienígenas van tomando participación progresivamente, sólo para enterarnos que son manejadas por una fuerza superior.


El Eternauta y sus razas alienígenas

Los “cascarudos”, por ejemplo, son los primeros aliens en aparecer. Escarabajos enorme y mortales controlados mentalmente. Luego van surgiendo otros seres como los hombres robot, la raza que los protagonistas apodan “manos” y los enormes gurbos, cada uno con habilidades y particularidades diferentes… pero todos letales.

Para el lector argentino hay infinidad de referencias culturales. Las batallas se libran en lugares conocidos como la Cancha de River, Plaza Italia o las Barrancas de Belgrano. También aparecen elementos típicos de Argentina: el Truco, grafitis de la política argentina de los años ´50, la utilización de la frecuencia radial AM, etc.


La Cancha de River utilizada como fortaleza en El Eternauta

De hecho, gran parte del éxito de El Eternauta se debió a las espléndidas representaciones de Buenos Aires realizadas por Solano López.

Hay cierto placer extraño en ver lugares emblemáticos de nuestro país siendo invadidos y devastados por extraterrestres. Quizás porque los lectores acostumbrados al sci-fi siempre vemos que los alienígenas llegan a Estados Unidos en lugar de a Latinoamérica.

Los diferentes tipos étnicos y sociales de Argentina, la decoración, los automóviles, las armas, todo es extremadamente preciso, para hacer que el elemento de invasión se sienta más real.

Palabras finales

No quiero contar mucho de la trama porque sería una lástima. Creo que con el estreno de la serie, bajo la dirección de Bruno Stagnaro (realizador de Okupas y Un gallo para Esculapio), va a transformarse de clásico de culto a la serie argentina más popular. Estamos en el momento perfecto para leer la obra original antes de su inminente llegada a Netflix.

Sí puedo decir que el desenlace vale la pena. Simultáneamente cierra en sí mismo y abre la puerta para continuar la historia, lo cual es muy loco. Para mí es bastante perfecto al punto de que una continuación no era necesaria… aunque te dan ganas.


El suplemento semanal que actualiza las historias de El Eternauta

El Eternauta resultó ser una gran lectura de escapismo que disfruté desde muchos frentes. Era una de las que más tenía pendientes en mi vida y me alegra haberle dado curso finalmente. Ahora, a esperar qué nos depara su adaptación.

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3 comentarios:

  1. Una de las grandes historietas, que es un clásico. Con alguna influencia de Robert Heinlein, como en los teledirectores.
    La historieta tiene una increible sociedad creativa, el gran guionista y uno de los grandes dibujantes, con increíble estilo, naturalismo, gran distribución, un destacado entintado.

    Los manos son trágicos personajes, intelectuales convertidos en cómplices de quienes los invadieron. Y cuya es suerte es morir de miedo. Es por uno de ellos, que se sabe de los verdaderos invasores, que serán conocidos como los Ellos. Un mano intenta sumarse a la protagonistas, muriendo por una segunda nevada.

    Es para tener algo de expectativa esta anuncio de serie.

    Saludos.

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    Respuestas
    1. Es realmente una historia bien armada. Me gustó mucho cómo te van mostrando siempre que hay una raza alien que parece ser la invasora sólo para mostrarte que no son más que esclavos de algo superior. Te van largando la información en capaz y eso genera mucho interés para continuar la historia.
      Ni hablar del final, que es súper ingenioso para la época (me recordó a Superman: Red Son. ¿Mark Millar habrá leído El Eternauta?)
      ¡Saludos!

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  2. Acá estamos a la expectativa. Esta es la mejor historieta argentina.
    Si alguien tiene el teléfono de Bruno Stagnaro que le avise que haga todo lo posible para que en el soundtrack cuente con el tema de Almendra:

    https://www.youtube.com/watch?v=xMSt0Ueu6WU

    Buena reseña.
    No sabía eso del videojuego tano.
    Qué loco estar leyendo todo esto en medio de una pandemia.

    Abrazos distantes cráneo

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