Resident Evil Zero: dividiendo al equipo

¡Separémonos muchachos! Una clásica frase de película de terror que, de hecho, fue popularizada por la franquicia de Scooby-Doo. Es muy utilizada especialmente en los videojuegos pero también en muchas series de televisión. 

Toda una temporada de The Walking Dead (cuando todavía valía la pena) aprovechó la técnica de mantener al grupo distanciado para poder narrar diferentes argumentos simultáneos.

Resident Evil Zero HD remaster

Es un buen momento para separarnos

Scooby Doo es una de mis series favoritas de la infancia y una que sigo mirando al día de hoy. De hecho, recientemente en mi fan-page reseñé Scooby-Doo on Zombie Island (1998), la primera película de una tanda lanzada directamente a video/DVD que terminaría por revitalizar a la franquicia.

Desde su creación en 1969, la serie ha tenido múltiples reinterpretaciones, reboots, películas, series y adaptaciones a otros medios. Pero en general la fórmula siempre se mantuvo clásica: cuatro adolescentes resuelven misterios de creaturas (supuestamente) paranormales junto a un perro parlanchín y hambriento.

Otra constante de la franquicia es que suele ser Fred quien propone que el grupo se divida para poder “investigar mejor”. Curiosamente (ni lento ni perezoso) siempre enviaba a Shaggy y a Scooby al sótano mientras él buscaba pistas en la habitación con Daphne y Velma.

Admitámoslo... el grupo estaría mejor sin Fred

En una película de terror, a veces llega el momento en que el grupo de adolescentes cachondos se separa para investigar por separado. Esta decisión generalmente es acompañada de morir de forma horrible mientras que el monstruo o asesino los va cazando uno a uno.

Sí encima sos el personaje negro de la película, estás en problemas. Scary Movie 2 se reía de esto mismo.  #BlackDudeDiesFirst.

«Brenda: Now wait a minute, hold up! How come when anytime this scary shit happens, 

and we should stick together, you white people always say "let's split up"?»

Cabin in the Woods (2012), una metatextual parodia de terror que amo por muchas razones, también se divierte con esta idea. Cuando los protagonistas comienzan a ser acechados por monstruos, su primer instinto es permanecer juntos. Sin embargo, gracias a mensajes subliminales enviados por las personajes que manejan el experimento (ups… spoiler alert) todos terminaron decidiendo que lo mejor es separarse.

Lo gracioso es que el único personaje coherente (que, vale aclarar, es el drogón del grupo) enseguida protesta, sorprendido porque la idea de separarse es, de hecho, pésima.

Sí, estoy citando a la Biblia

Pero aunque no tenga sentido en una situación amenazante de vida o muerte, sí es una herramienta útil dentro de lo argumental. Y tampoco es que sea algo absolutamente novedoso.

En el Nuevo Testamento (sí, estoy citando a la Biblia), los apóstoles originales se separaron luego de la ascensión de Jesús para poder difundir sus enseñanzas por todo el mundo.

Según el canon, ellos nunca volvieron a reunirse en la vida real… aunque de acuerdo a la religión católica se reencontraron en el cielo, que es un lugar muy copado con todas las consolas de videojuegos del mundo: desde los clásicos de 8 bits hasta la Playstation 4 sin que le falte ningún juego.

Separando al equipo (en los videojuegos)

Y hablando de videojuegos, antes de meterme con Resident Evil, hay dos juegos de Sega Genesis que recuerdo con mucho cariño y que también presentan esta dinámica de dividir al grupo, aunque con un giro. El primero es Animaniacs (1994), basado en la clásica caricatura de Warner producida por Steven Spielberg.

En el juego manejamos a los tres personajes protagonistas, pero uno a la vez. Cada uno de ellos tiene su propia habilidad y todos son necesarios para superar los puzzles y obstáculos de cada nivel.

 Animaniacs (Sega Genesis, 1994)

Yakko golpea a los enemigos con una raqueta de paddle y puede mover algunos objetos pesados. Wakko usa un martillo para golpear a los enemigos y para accionar mecanismos explosivos. Por último, Dot lanza un beso que puede enamorar a las personas para permitir el acceso a nuevas zonas.

El otro es Lost Vikings (1992). Al igual que en Animaniacs, controlamos a tres vikingos que tienen diferentes habilidades.

Erik puede saltar y derribar muros a cabezazos. Olaf, porta un escudo que le permite detener a los enemigos y sus ataques, y si pone el escudo sobre su cabeza, también puede planear durante unos segundos y ser usado por Erik para saltar más alto. Finalmente, Baleog es el único que está armado con un arco y una espada.

Lost Vikings (Sega Genesis, 1992)

La trilogía de juegos Trine también aprovechan esta misma dinámica, con la diferencia fundamental de que se ven increíbles. Por lo menos en Trine 2, que fue el que jugué, tenés a tres posibles personajes: el mago Amadeus, el caballero Pontius y la ladrona Zoya.

El caso de Resident Evil Zero

La versión que jugué en mi PC es la remasterización de Resident Evil Zero, que no aporta mucha más a la versión original además de un apartado gráfico mejorado que se ve increíble.

El juego es, cronológicamente hablando, la primera parte de la popular franquicia survival horror y debutó para la GameCube en 2002. Narra las aventuras de la médica militar Rebecca Chambers y un exmarine condenado a muerte (Billy Coen) un día antes del incidente en el Arklay Research Facility (adonde tiene lugar Resident Evil 1).

La característica que define al juego (y que sentó una tendencia para la saga) es la posibilidad de interactuar con los dos personajes al mismo tiempo. Rebeca es ligera pero débil, por lo que puede acceder a zonas imposibles para Billy, quien es más fuerte y resistente. Mientras que Billy puede empujar cajas y tiene un encendedor, Rebecca posee un set para mezclar componentes.

El juego da lugar a algunos desafíos interesantes donde hay que utilizar a los dos personajes de forma ingeniosa. Aunque no todos los acertijos son creativos (y algunos están muy tirados de los pelos), hay grandes momentos donde tenemos que aprovechar lo mejor que sabe brindar cada personaje.

Resident Evil 0 HD Remaster (2016) hizo otras cosas novedades también, como despachar los clásicos baúles donde podemos guardar ítems y reemplazarlos por un nuevo sistema de gestión de inventario que, en lo personal, me resultó muy molesto.

Básicamente, podemos dejar ítems en el suelo (en el mapa es posible ver adonde dejamos cada uno) e intercambiarlos entre nuestros protagonistas. Es cierto que al tener dos personajes tenemos el doble de capacidad, pero también es verdad que, con sólo 6 slots para cada uno (y demasiados ítems que ocupan dos espacios), manipular los ítems es una experiencia tediosa.

Por otro lado, la historia es bastante genérica y no le aporta nada nuevo a la mitología de Resident Evil. Todo comienza con un fascinante nivel en un tren del terror en movimiento pero pronto las cosas se vuelven más convencionales. 

Entramos a una especie de Centro de Entrenamiento (que no es tan diferente a la Mansión de RE1 o a la Estación de Policía de RE2) para luego pasar a un Laboratorio subterráneo y a una Planta de Tratamientos Industriales, cosas que ya se vieron antes.

De todas maneras, disfruté mucho de Resident Evil 0 HD Remaster. El apartado gráfico, por ejemplo, es casi perfecto.  Las nítidas texturas y los colores intensos le imprimen una cuota de modernidad al juego mientras que los efectos de iluminación dinámica aportan mucho a la experiencia.

Me enganché bastante con la mecánica de poder controlar a ambos personajes, quizás porque en mi cabeza estaba jugando Lost Vikings o Animaniacs mientras mataba zombies en HD.

Cuesta acostumbrarse un poco al principio. Se puede gestionar lo que hace nuestro personaje inactivo (seguirnos o no, disparar o no)  y en cualquier momento se puede cambiar el personaje con un botón.

Por momentos la historia nos obliga a separar al equipo y, más de una vez, mi personaje más débil quedó en la sección más difícil durante un buen tramo. Esto le brinda buena versatilidad y rejugabilidad al juego.

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 Let´s split up, gang!

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