Mi niño de 2 años ama apilar cosas y objetos para
formar torres, sea con bloques de construcción, ladrillos, vasos o mis latas de
cerveza. Cualquier cosa le viene bien. La necesidad
de apilar cosas para ahorrar espacio, distenderse o (¿por qué no?)
conectarse con un Dios en las alturas se remonta a los orígenes de la historia.
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Un recurso
argumental antiguo
Las torres son un viejo recurso argumental que
puede ser físico o metafórico en su apariencia dentro de una historia. En la
lectura del Tarot, por ejemplo, la Torre se considera un signo de mal augurio o
adversidad, aunque puede representar la civilización, el aprendizaje superior o
la solidez defensiva cuando se trata de un personaje específico.
Por lo general, la torre es una estructura de
soledad u homenaje a un personaje cuya visión es lejana y superior a aquellos “atados
a la tierra”. Tenemos la gran pirámide de Blade Runner donde reside el
“villano” Eldon Tyrell y las diferentes fortalezas en El Señor de los Anillos (Barad-dûr, donde se encuentra Sauron, por ejemplo).
En estos casos, las torres son una representación fálica
del orgullo de un villano, ya que se elevan hacia el cielo mientras está rodeadas
por su imperio.
Otros ejemplos de la cultura popular son Lexcorp en los comics de Superman, la Watchmen
Tower donde su ubica Veidt Enterprises y la torre del Dios literal de Dragon Ball.
De hecho, la Torre Korin es tan alta que lleva días
llegar a la cima y ni siquiera los aviones pueden alcanzarla. Esto es parte
del desafío que el propio Korin plantea a las personas que buscan el Agua
Sagrada: subir a su residencia en el pináculo de la torre sin caerse por
accidente o por agotamiento.
Metropolis (1927) tiene a la Nueva Torre de Babel, sede de Joh Fredersen. La saga de la Torre
Oscura de Stephen King (vengo
leyendo un
libro por año) se basa completamente en esta idea de una gran torre capaz
de mantener el equilibrio del mundo entero.
Torres como
prisiones o muerte
En ocasiones las torres son prisiones para el
personaje principal. En el relato de Rapunzel,
se representa a la heroína atrapada en una hasta que el príncipe llega a
rescatarla. La Bella Durmiente también fue condenada al sueño eterno en la cima
de la torre más alta del castillo que habita.
Michael
Innes proponía un misterio policial interesante en La torre y la muerte, una novelita que leí de chico (dentro de la
colección “El Séptimo Círculo”) y mezclaba elementos góticos con los propios de
la novela detectivesca.
Hay cierta base histórica en el uso de las torres
en la ficción. Los castillos medievales generalmente se construían alrededor de
una torre central, llamada torreón, que no podía ser objetivo de las armas de
asedio y continuaría resistiendo después de que el resto del castillo cayera.
Era la parte más segura del castillo, por lo que el
Señor y la Dama vivían allí, se guardaban los más importantes tesoros y los
prisioneros (generalmente retenidos para pedir un rescate) se mantenían en
aquel lugar (de ahí el significado moderno en inglés de dungeon).
Diferente es cuando un personaje representa a una
torre simbólica. Puede ser una figura alta o incluso un enano con una gran
presencia. Por lo general, tienen una gran fortaleza mental y / o física.
Los magos y
sus torres
En muchos entornos de fantasía, las torres suelen
ser hogares, laboratorios o escuelas de usuarios de magia. Esto probablemente
se remonta a la Edad Media, cuando los astrónomos vivían en torres para
observar las estrellas con mayor comodidad (y cuando no todos los astrónomos
eran magos, pero prácticamente todos los magos eran astrónomos).
Los magos a menudo parecen vivir en torres. No
todos, sin duda, pero son suficientes para que se note la tendencia. A Merlín, del mito artúrico, a veces se lo
coloca en torres. En algunas historias, su destino final era ser encarcelado en
una torre invisible, aunque hay otras versiones.
El ejemplo más famoso probablemente sea Orthanc, la torre y fortaleza de Saruman
en El Señor de los Anillos. No es de
extrañar que Una canción de hielo y fuego
tenga una buena cantidad de torres en su universo de ficción, como Harrenhal y
sus muy ostentosas cinco torres.
Torres en el cine y la TV
En cine y TV hay otros casos (no necesariamente memorables). Tower Heist (2011) es una entretenida heist movie con Ben Stiller y... ¿Eddie Murphy? ¿En serio? Básicamente un grupo de ex- empleados estafados atracando la vivienda de su jefe, un apartamento de lujo situado en el ático de uno de los rascacielos de la ciudad.
Una propuesta loca es también Mayhem (2017), con Steven Yeun. Un virus que impide controlar los impulsos es detectado en un bufete de abogados que acaba de librar de un cargo de asesinato a un infectado. Con el edificio/torre en cuarentena, se desata un verdadero infierno en el interior.
El laberíntico edificio en Duro de Matar también calífica como una suerte de torre defensiva. La agitada noche de John McClane no sólo representa una de los relatos de acción más emblemáticos de nuestros adorados ´80, sino que además tiene de escenario principal al rascacielos de la 20th Century Fox (el Fox Plaza).
Las torres
en los videojuegos
Los videojuegos suelen tener niveles compuestos por
torres. Pienso en Labyrinth (uno
de mis favoritos de Sega Genesis), el nivel final de Mickey´s World of Illusion, los juegos de Zelda o el Crusader of Centy, también para Genesis.
La Ciudadela en el clímax de Half-Life 2
ciertamente califica.
El Tower Defense es todo un género bastante nuevo
dentro del gaming (como género tendrá
unos 15 años, quizás). Se trata de un subgénero de los juegos de estrategia donde
debemos defender nuestro territorio o posesiones mediante la obstrucción de los
atacantes enemigos, que generalmente se logra mediante la colocación de
estructuras defensivas alrededor que pueden disparar.
Especialmente en dispositivos android, los Tower
Defense se volvieron súper populares, en parte gracias al éxito de Plants vs Zombies y Kingdom Rush. Yo mismo me he fanatizado con varios en el pasado (me
gustan Flash Element TD, uno de los
primeros, Dig Defender y
especialmente Cursed Treasure: Don´t
touch my gems!).
Y no
nos olvidemos del Jenga, si bien es un tabletop.
Psicológicamente, estos juegos nos seducen debido a
nuestro deseo de proteger a las personas más cercanas a nosotros y proteger la
propiedad de nuestras cosas y el espacio personal.
La Torre de
Babel en el Doom original es el
nombre del nivel donde se encuentra por primera vez al Cyberdemon, quizás el
monstruo más famoso del videojuego más
popular de todos los tiempos. Aparecía en el final del episodio 2. El
título del nivel es adecuado, ya que el propio Cyberdemon es la torre de fuerza
definitiva en el juego.
Por último (aunque hay mil casos más), la torre de
Dormin en Shadow of the Colossus es, por
mucho, la estructura más grande de la Tierra Prohibida, y se puede ver incluso
desde rincones distantes de la tierra.
Desde el comienzo del juego, se explica que es un
lugar mágico que tiene el potencial de traer a la gente de vuelta de entre los
muertos. Pronto se hace evidente que entender a la torre es la clave para
comprender la trama del juego.
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=>> Otros posts sobre TORRES (yep, that´s a thing) en el blog: “Jenga,
o el afán de llegar más alto”; “La
Torre Oscura IV: Mago y Cristal”; “Torre
de Babel muestra a Batman tal cual es”; “Tres
días mágicos en Florencia y Pisa”.
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Buscará eso Diego Torres que no pierde la esperanza. ¿buscarán eso los que se tiran en ala delta desde esa playa del sur de Brasil?
ResponderEliminarNunca había pensado en las torres con esa simbología.
Abrazo, cráneo
Jajaja... buena pregunta la de Diego...
EliminarExcelentes analogías, da para pensar. Yo, mientras me den arcos y flechas, me quedo en la torre y defiendo el castillo XD XD XD. Gracias por la reseña
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