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martes, 29 de octubre de 2019

Sobre ruedas: el uso de los trenes en la ficción


Luego de mi exitosa nota (?) sobre el uso de los ascensores en la cultura popular, me propuse reflexionar sobre los trenes en el cine, series de TV y animé. Un medio de transporte que –desde los inicios del cine– ha tenido algunas de las participaciones más activas e interesantes de todo el universo de ficción.




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El legado de los Lumière

El año era 1896. Era una fría tarde de enero. En una de las primeras sesiones cinematográficas de los hermanos Lumière, en la sala de un café parisino, el público se levantó aterrorizado de sus sillas ante la visión de una enorme locomotora aproximándose hasta los límites de la pantalla.

Probablemente sea un mito, pero el impacto que debió producir la imagen de aquel monstruo ferroviario llegando a la estación de La Ciotat debió ser importante. Especialmente teniendo en cuenta que el público era virgen al séptimo arte.


Esta filmación de 50 segundos ya reunía una buena cantidad de los elementos que darían lugar al lenguaje cinematográfico. Por ejemplo, los Lumière plasmaban por primera vez la idea de profundidad gracias a la línea del ferrocarril que cruza el plano en diagonal. En materia técnica, hay planos medios, primeros planos y materialización del fuera de campo.

Hay una analogía hermosa para pensar acá: las películas son el tren, no la estación; el cine es movimiento (de ahí el término “motion pictures”). Narrativamente la idea del suspense se incorporaba también a la historia del cine. ¿De dónde viene ese tren? ¿Logrará frenar al llegar a la estación?  ¿Quiénes son los pasajeros que descienden de él?

El uso de los trenes en el cine

Los trenes son una estampa del western y el cine gánster. Un forajido aborda un tren con el propósito de robarlo. Es lo que se conoce como un “train job”. The Great Train Robbery (1903) es el caso fundacional. John Wayne se encomendaría a robos en ferrocarriles en The Train Robbers (1973) y, muchos años después, lo haría Han Solo en su propia película.

El primer y fantástico episodio de Firefly comenzaba con un atraco a un tren que nos permitía conocer las personalidades y habilidades de cada personaje. El episodio de la quinta temporada de Breaking Bad (“Dead Freight”) lleva a cabo un robo casi perfecto de metilamina en el tren.


Si lo recuerdan bien, el “casi” es importante en este caso..

En otro espectro, es común ver el uso de los trenes en el cine como medios de escape. La escena es típica: durante una persecución, nuestro protagonista logra escapar lanzándose justo a través de un conjunto de vías delante del tren. El perseguidor, inevitablemente, queda atrapado por detrás, como ocurre en el neo-western Logan.

Lo hemos visto otras innumerable cantidad de veces. Sucede en Los Simpson, en Primal Fear (1996), la saga de El transportador y en la adaptación de los Power Rangers de 2017, por mencionar algunos ejemplos.

En televisión lo hizo Prison Break un par de oportunidades y ocurre en el episodio 9 de la interesante Castle Rock (que recientemente inició su segunda temporada).

En otras variaciones de este tipo de escape, el perseguido se logra subir a un tren mientras va corriendo (Bourne en The Bourne Supremacy, Blade de una forma muy canchera o Will Smith en The Pursuit of Happyness).

Trenes fuera de control

Si no vieron Snowpiercer (2014), la primera película en inglés del coreano Joon-ho Bong, no sé qué están esperando. La historia nos habla de una Tierra diferente en la cual sólo un puñado de tripulantes arriba de un tren de alta velocidad lograron sobrevivir un cataclismo. Allí existe un injusto sistema de clases, pero Chris Evans está listo para levantar una revolución.

La historia está basada en la novela francesa Le Transperceneige (1982). Estéticamente se ve muy bien y el equipo de arte se lució con tomas increíbles. Toda la trama funciona como una alegoría bastante literal que recuerda a clásicos como 1984 y Rebelión en la Granja.


Los vagones de este imponente tren tienen cada uno su atractivo y me gustó mucho cómo el director aprovechó el trayecto lateral de la historia para indicar las decisiones que tiene que tomar el protagonista. Una adaptación televisiva, protagonizada por Jeniffer Connelly, se estrenará en algún momento del 2020.

Muchas ficciones tienen a estos “runaway trains” como principales estrellas de la historia. En animación, por ejemplo, la primera escena de Toy Story 3 muestra a Woody intentando detener un tren sin conductor.

En Spider-Man: Into the Spider-Verse hay dos tomas que establecen la carrera heroica de Spider-Man (una para el rubio Peter Parker del universo de Miles y otra para el más cansado Peter B. Parker). Ambos detienen a un tren fuera de control y son clarísimas referencias a la icónica escena de Spider-Man 2.


Tony Scott (el hermano menos célebre de Ridley) tiene Unstoppable (2010). Es una de acción muy entretenida para pasar el rato. Un tren lleno de un peligroso combustible empieza a saltarse estaciones a toda velocidad, poniendo en peligro la vida de miles de personas. Sólo Denzel Washington y Chris Pine pueden detenerlo.

Por su parte, Máxima Velocidad tiene una variación con un subte en lugar de un tren, en el clímax de la película. Los villanos en Batman Begins intentan envenenar a Gotham City enviando un tren monorriel no controlado. En el terreno literario, la tercera parte de la Torre Oscura muestra a una inteligencia artificial suicida que acelera un tren hacia la perdición de los héroes pistoleros.

Si conocen la saga de Resident Evil, saben que el primer capítulo del videojuego Resident Evil: Zero se desarrolla sobre un tren en movimiento. Lo mismo ocurre con el fantástico desenlace de Misión Imposible 1.



Los trenes más cool de la ficción

Pero el uso de los trenes en el cine y la ficción no siempre se limita a exponerlos como peligrosos. Existen producciones que exponen lo hermosas, complejas e intrincadas que pueden ser estas máquinas creadas por el hombre.

Tenemos el Expreso de Hogwarts (franquicia de Harry Potter), el Expreso Polar que maneja Tom Hanks, el ya mencionado Snowpiercer, el Darjeeling Limited de Wes Anderson o el Central Pacific 131 de Volver al Futuro: parte III.

El género steampunk es frecuentemente caracterizado por tener trenes vistosos que no siempre corren sobre rieles y están armados con gadgets que los hacen verse increíbles.

Pese a no ser una buena película, Will Smith y Kevin Kline viajan en un espectacular tren llamado “The Wanderer” en Wild Wild West (1999). El segundo arco argumental del estilístico animé Kabaneri of the Iron Fortress (2016) tiene a los protagonistas sobre un ferrocarril majestuoso.


Por último, no quiero olvidarme de Baccano! (2007), gran animé que recomiendo. Cuatro historias diferentes, si bien interconectadas, se muestran al mismo tiempo, con un elenco inmenso donde ninguno es el verdadero protagonista. Todo ocurre arriba de un tren: violencia, un asalto, gánsteres inmortales, monstruos amenazadores y una vibra muy tarantinesca.

Más allá de unos primeros episodios muy confusos (por la forma desordenada de contar la historia), Baccano! equilibra acción, suspenso, comedia, personajes cancheros y una narrativa súper interesante. Es uno de los pocos animés que vi con una influencia muy occidental. La música es impecable y el opening está entre mis favoritos de todos los tiempos. 


No se lo pierdan. Son únicamente 13 episodios.

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De yapa les dejo este fantástico one-hit wonder de Soul Asylum sobre trenes, que en realidad habla sobre otra cosa completamente diferente.


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