Nuestros pies no tienen raíces, al contrario, están
hechos para moverse. Si bien el acto
de caminar ya no es considerado como un medio de transporte, hay quienes lo
siguen utilizando para encontrar la tranquilidad del silencio y el contacto con
la naturaleza.
Esta es una nota que originalmente escribí
para Nussocial, un sitio que (lamentablemente) ya no existe. La retoqué
ligeramente para compartirla por acá porque el finde pasado volví al Cerro Tres
Picos, esta vez haciendo cumbre en un solo día (es decir, sin pernocte).
El punto más
alto de Buenos Aires
No me considero un gran amante del senderismo, pero
sí he realizado alguna que otra excursión de trekking a lo largo de mi vida y
lo disfruto mucho.
En el 2016 tuve la posibilidad de ir al Cerro Tres Picos, el punto más alto de
la provincia de Buenos Aires (1239 metros sobre el nivel del mar). Llegamos una
mañana de sábado, hicimos pernocte en la célebre Cueva de los Guanacos y
regresamos al día siguiente.
Aclaro que tengo un estado bastante deplorable y la
pasé bastante mal por momentos. Esto fue tan cierto en 2016 como lo es ahora,
en 2019. Sin embargo, es impresionante lo que el cuerpo humano puede aguantar
cuando se encuentra ante situaciones límites. Son las experiencias verdaderamente
complejas y fuera de nuestra zona de confort las que inspiran a la superación.
Durante mi travesía por el cerro vi muchos
senderistas; hombres y mujeres, grandes y chicos, en grupos de más de cuarenta
personas o sólo en pareja. Me sorprendí al encontrarme con gente muy cansada
(quizás, incluso, más cansada que yo). Sin embargo, brindaban siempre un cálido
saludo ante el cruce.
Claro que quien quiera hacer el Cerro Tres Picos (o
cualquier otro similar) tiene que informarse bien primero. Conviene ir
medianamente preparado a nivel físico y equipado con zapatillas de trekking, ropa
cómoda, cantidad suficiente de agua y algo para comer. Pero, por sobre todo, lo
que más hay que tener es ganas, motivación.
Somos
nuestro peor enemigo
Para los caminantes, andar es como una droga, una
manera apropiada de tomar distancia, un atajo en el ritmo desenfrenado de sus
vidas. Un poco los entiendo: la búsqueda de senderos, la orientación, las
diferentes etapas del ascenso y la trepada final hacia la cumbre ponen a prueba
la capacidad física y mental (principalmente, aunque no lo crean, la mental).
Una caminata larga supone un gran desgaste físico,
pero la que realmente te puede hacer pasar un mal rato es tu propia mente.
¿Escucharon alguna vez eso de que nosotros somos nuestro peor enemigo? Es tal
cual.
La mente es ese mecanismo de defensa que tiene
nuestro cuerpo para evitar el malgasto de energía, para buscar el equilibrio y
evitar riesgos. Por eso, constantemente nos va a incitar a parar y a buscar
excusas; intenta convencernos de que no somos lo suficientemente buenos. El consejo que le escucho decir a todos los
que verdaderamente saben del tema es: “mandala a la puta que la parió”.
Lo más difícil de caminar largas rutas es el
desgaste que puede hacer nuestra propia consciencia. Yo disfruté inmensamente
de las imponentes vistas, no sólo desde los puntos más altos, sino a lo largo
de todo el trayecto.
Cerro Tres
Picos – datos de interés
El Cerro Tres Picos es administrado de forma
privada por la Fundación Funke.
En esta nota no pretendo realizar una enciclopedia sobre la excursión (hay
muchísimos blogs y sitios web que documentan la experiencia al detalle) pero sí
mencionar lo que para mí son las características principales.
La subida puede realizarse de dos formas: con y sin
pernocte. Actualmente la opción sin pernocte cuesta 200 ARS, mientras que quedarse arriba a dormir tiene un costo de 300 ARS. Ambas opciones tienen sus pro y sus contras.
Hacer un pernocte –la opción que elegimos en el
2016 con mi grupo– es beneficioso para poder descansar por la noche, pero
implica llevar considerablemente más peso (carpa, abrigo, agua, comida). Sin
embargo, creo que tiene el valor agregado de poder pasar la noche en las
alturas, tomar un buen vino con amigos y despertarse con la luz del amanecer.
Para mí eso es impagable.
Hay cinco zonas diferentes durante la subida:
Zona 1 - Campo sin desnivel hasta el Pinar - 1h
Zona 2 - Desde el comienzo del Pinar hasta la Tranquera - 1h
Zona 3 - Desde la Tranquera hasta el Paso Dinamitado - 1h
Zona 4 - Desde el Paso Dinamitado hasta el La Cueva de los Guanacos (acá se acampa) - 1h
Zona 5 - Desde la Cueva de los Guanacos hasta la cima - 1h
Personalmente creo que la peor zona es la segunda
(desde el Pinar hasta la Tranquera) que es donde el ascenso es muy empinado, el
camino presenta bastantes obstáculos y parece que no se va a terminar más. Es
apenas el comienzo de la travesía y uno realmente comienza a pensar que no va a
poder llegar.
A partir de ahí el ascenso no se vuelve más
sencillo, pero tampoco es tan horrible. Si uno no está acostumbrado a
recorridos de sierra/montaña (como yo) es un recorrido relativamente dificultoso,
con un total de 11 km entre ida y vuelta.
En esta carpeta compartida, la gente de Turismo Funke comparte la información actualizada de precios, consejos, caminos, formas de llegar, etc. También se les puede escribir Turismo Funke <turismo@fundacionfunke.org.ar>.
En esta carpeta compartida, la gente de Turismo Funke comparte la información actualizada de precios, consejos, caminos, formas de llegar, etc. También se les puede escribir Turismo Funke <turismo@fundacionfunke.org.ar>.
Tomarle el
sabor al mundo
El Cerro Tres Picos –el techo de la provincia de Bs
As– ofrece vistas maravillosas y un contacto con la naturaleza más pura. Es un
ascenso exigente (que nadie les diga lo contrario) pero muy disfrutable si se
hace en buena compañía. A lo mejor, es la ocasión ideal para que desfilen
recuerdos y reflexiones, para impulsar encuentros y tener conversaciones que
son simultáneamente esenciales e insignificantes. En otras palabras: es una
forma de tomarle el sabor al mundo.
***
«Es
posible que caminar sea mitológicamente el gesto más humano.
Todo
ensueño, toda imagen ideal, toda promoción social,
suprime
en primer lugar las piernas;
ya
sea mediante el retrato o el automóvil.»
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=>> Otros posts sobre VIAJES en el blog: “El
ascenso a Los Laguitos”; “Brasil
2018 – Parte 1 (Río de Janeiro)”; “Mis
días por el Norte Argentino”; “Oktobertfest
2017 en Villa General Belgrano”; “Mis
días por España”.
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Excelente nota.. me gusto..
ResponderEliminarY encima te dedicás a esto también. Desconocía todos estos detalles.
ResponderEliminaralguna vez anduve cerca del cerro, pero no, nunca fui exactamente ahí.
Eso sí, viví muy cerca de Villa Ballester, la zona más alta del conurbano bonaerense, y sé exactamente cuál es la loma más alta jajaj
Abrazo grande capo
"Dedicarme" me queda un poco grande...
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